Los pueblos de Salillas y Huerto se han levantado contra el proyecto de construcción de balsas en sus términos municipales para las obras de modernización del sector X y XI del Canal del Flumen, que va a suponer, han expuesto, “la eliminación de nuestros regadíos”, causando un daño “patrimonialmente irreparable”. Han recurrido la actuación, que cuenta con 40 millones de euros de los fondos europeos, y, ante la falta de diálogo, no descartan llegar a los juzgados.
Vecinos de estas localidades se han concentrado este viernes en la plaza Cervantes de Huesca, ante la subdelegación del Gobierno, para trasladar su malestar al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con dos grandes pancartas: “No queremos que se destroce nuestro futuro, los regadíos de Huerto y Salillas” y “Salillas no quiere embalses que dejen vacío su pueblo”. Además, todos portaban camisetas con el lema “Proyecto de interés general. ¿Para quién?”.
El alcalde de Salillas, Pablo Lecina, que ha apoyado a los regantes en esta movilización, ha resumido que “no es que se quieran hacer balsas para acumular agua, se pretenden hacer embalses en un sector para beneficiar a otro sector -de la comunidad de Riegos del Alto Aragón-, para poder regar por presión natural sin necesidad de bombear agua, por el incremento de los costes energéticos. Pero si pretendes afectar a otro sector, lo primero que tendrás que hacer es restituirle. Eso no se ha contemplado”, y se ha ido a la expropiación.
La comunidad afectada cuanta con 6.000 hectáreas y unos 400 regantes de varios pueblos. “Por ejemplo, en Salillas hay 170 hectáreas y si quitas 27 recién modernizadas -hace unos ocho años- para balsas…”, ha dejado en el aire.
Como ejemplos, han citado que uno de los afectados cuenta con 6 hectáreas de las que 5 se van a expropiar y que una explotación ganadera, en la que el año pasado se invirtieron 1,2 millones, se quedará “diez metros por debajo del agua”.
En su manifiesto, los vecinos de Salillas y Huerto señalan que en el proyecto de mejora para el aprovechamiento de agua y ahorro de energía para las Comunidades de regantes del Sector X y XI del Canal del Flumen se van a invertir 40,18 millones de euros de los 49,14 millones aprobados.
En la justificación del convenio firmado figuran como beneficiados 457 regantes que cultivan 6.731 hectáreas en los términos municipales de Salillas, Huerto, Alberuela de Tubo, Lalueza, Capdesaso, Albalatillo y Sariñena. Los vecinos de Salillas y Huerto, y miembros de la Comunidad de Regantes del sector A-19-20, ponen de manifiesto que las actuaciones que van a desarrollarán a través de ese convenio “no beneficiarán en ningún caso” a los regantes de sus términos municipales. “Al contrario de lo manifestado, la actuación pretendida resultará sumamente perjudicial y patrimonialmente irreparable”, aseguran.
En concreto, la ejecución de este proyecto conllevará “la eliminación de nuestros regadíos, que tanto esfuerzo personal y económico nos han conllevado. Todo ese trabajo se eliminará de un plumazo con este proyecto, que se ha decidido de forma unilateral por el Ministerio y sus responsables”, lamentan.
“INTERÉS” POR EL SECTOR XI
En el manifiesto, también se asegura que “es falso que exista interés general en una actuación cuyo coste asciende a 40 millones y beneficiar exclusivamente a menos de 250 regantes”.
Según exponen, les resulta “sorprendente” que el ministerio haya acordado que el destino de fondos públicos provenientes del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia, “en este caso, nada menos que 40 millones de euros, sean para una Comunidad de Regantes, la del Sector XI, que ya fue beneficiara en 2020 de fondos públicos para la modernización, en concreto para las obras relativas al “Proyecto de modernización de las infraestructuras de riego del sector XI del Canal de Monegros”, recuerdan los afectados.
“Ninguna otra comunidad de regantes de esta provincia ha tenido, pues no ha conocido su existencia hasta este momento, la oportunidad de optar a los fondos de Recuperación, Transformación y Resilencia, todo ello a pesar de ostentar unas condiciones de riego total y absolutamente precarias”, agregan. En este sentido, llaman la atención sobre que la Comunidad cuyo proyecto los ha obtenido, “es la que preside César Trillo, quien hasta el pasado mes de junio ostentó el cargo, durante tres décadas, de la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón”.
Los vecinos señalan que el Ministerio esgrime para la firma del convenio la resolución de declaración de interés general de las obras recogida en una ley que ya fue sustentada en 2020 para el proyecto de modernización en este mismo sector. “Solamente tres años después, vuelve a utilizarse por el ministerio la Declaración de Interés General efectuada por la Ley de 24/2001, para una obra que diferente a la del año 2020 y que lo único que lleva a pensar es que sólo y exclusivamente tiene interés general para el Ministerio el Sector XI, pues el resto de las comunidades y términos municipales de esta provincia siguen pasando desapercibidos para el Gobierno de España”.
Por todo ello, consideran que sólo los vecinos de Salillas y Huerto van a tener que “asumir los perjuicios” del proyecto, “demostrándose que ostentan la condición de ciudadanos de segunda frente a los vecinos de otros términos”. Por ello, “no vamos a permitr que se juegue y ningunee nuestro medio de vida, nuestro futuro y lo que es más grave, de nuestros descendientes, que resultarán abocados a abandonar su patrimonio”.
Aseguran que han optado “siempre por la vía del diálogo y la negociación”, y que han recibido “silencios, evasivas y mentiras”. Tienen “muy claro” que hay condiciones del proyecto que no van a aceptar, por lo que podrían llegar a judicializar la situación, “pasando de esta manera a un nuevo escenario de confrontación y movilización”.
“Si lo que pretende el Ministerio es ningunearnos y aniquilar cualquier posibilidad de sobrevivir en nuestro territorio, generándonos graves daños económicos en beneficio del Sector XI, entonces nos tendrá enfrente”, señalan. En este sentido se muestran dispuestos a seguir con las movilizaciones hasta que “la situación actual se revierta y se consensue un proyecto de no genere afecciones irreparables”.
“No estamos dispuestos a perder nuestras tierras y nuestro medio de vida. No estamos dispuestos a que se nos siga ignorando y desoyendo por parte del ministerio y del Gobierno de España. Es el momento de poner freno a un trato de favor del ministerio y mostrar nuestra unión como pueblo”, han lanzado ante la puerta de la Subdelegación del Gobierno.