El consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, Ángel Samper, ha clamado contra el Ministerio de Medio Ambiente y distintos departamentos que “atacan constantemente a las cosas de comer”. Lo ha hecho durante su participación en una mesa redonda y en la clausura de la 25 Jornada Informativa de Riegos del Alto Aragón, donde también ha anunciado un incremento “sustancial” de la partida destinada a modernización y a creación de regadíos para este año del Ejecutivo aragonés.
El salón de actos del Palacio de Congresos se ha llenado en esta jornada de Riegos de Alto Aragón, que preside José Antonio Pradas, para hablar de los retos ambientales y tecnológicos del regadío. La actividad ha sido inaugurada el presidente aragonés, Jorge Azcón, y ha contado con la participación, además de Samper, del presidente de Seiasa, Francisco Rodríguez Mulero, la presidenta de la CHE, María Dolores Pascual, diputados nacionales, autonómicos, provinciales y municipales, representantes de Ferebro, con su presidente, César Trillo, a la cabeza y miembros de las comunidades de regantes, entre otros participantes y ponentes.
El consejero Samper ha anunciado que, “en la apuesta decidida” del Gobierno de Aragón, el presupuesto para la modernización de regadíos va a ser en 2024 de 15 millones de euros, lo que supone un incremento de 4,6 millones respecto a la partida de este año. Para creación de regadíos, la partida es más del doble, con 8,9 millones, y un incremento de 4,5 millones, el 104 % de aumento. El cómputo total es de 24,3 millones para estos dos conceptos.
“La apuesta del Gobierno de Aragón en este momento y la credibilidad que tenemos sobre el agua y regadíos marca la diferencia sobre la política nacional en estos aspectos. El agua no puede estar nunca en tela de juicio de nadie. Hay que cuidar el suelo, el agua y el aire y no está sujeto a la ideologización. El más interesado en hacerlo es el regante”, ha señalado Samper durante su intervención. “El agua no es un problema. Es insultante que estemos hablando de sequía y en dos telediarios se han llenado los embalses y el agua está corriendo hacia el mar, y todo por no regular”, ha criticado.
El consejero ha aclarado que su crítica no se refiere a Ministerio de Agricultura ni Seiasa, sino “a lo que se está generando alrededor del Ministerio de Medio Ambiente y distintos departamentos que atacan constantemente las cosas de comer. Si el consejero aragonés de Medio Ambiente se lanzara a la yugular del consejero de Agricultura tendríamos un problema muy grave los regantes, y este es el problema que tenemos en el ámbito nacional”.
Ha hecho una defensa de la importancia de la alimentación y la necesidad de revertir la actual situación. “¿Qué ocurre para que la sociedad valore la agricultura y ganadería y a la hora de la verdad actúe en el plano político contra la actividad agrícola y ganadera y contra el agua?”, ha planteado.
Ha continuado señalando que “la principal fuente de contaminación es la del desconocimiento. El colectivo científico dice que el glifosato no es malo”, ha dicho. “No estamos en contra del bienestar animal, pero sí de su gratuidad y todos los elementos perversos que acompañan a todos los razonamientos que nada tienen que ver con el bienestar animal ni la salud ni el medioambiente, y que consiguen incrementar el precio de la cesta de la compra y así agredimos a las familias más frágiles”, ha añadido
Ha pedido colaboración entre todos los consejeros del sector, de todos los partidos, para “buscar un acuerdo y elevar el sentido común”. Ha anunciado, asimismo, que va a poner en marcha al “aparato científico, de investigación y transferencia, el CITA, de cara a trasladar credibilidad a la sociedad. El CITA, los directores generales, el entramado de la función pública debe tener claro que es un servicio público, y eso no es hacer la vida más difícil a todos a los que nos debemos, que son los agricultores y ganaderos”, ha expresado.
Inversiones del Gobierno de España
Por su parte, el presidente de Seiasa ha puesto de manifiesto que este es “un momento importante para el regadío español, dado que se pueden aprovechar los fondos europeos para abordar una nueva importante modernización de regadíos. Se necesitaba un impulso orientado a lo que pide el s. XXI, con la agricultura 4.0 y que los jóvenes se incorporen para hacer viable la agricultura del futuro”.
Francisco Rodríguez Mulero ha trasladado que el Gobierno de España ha decidido abordar los nuevos planes de modernización, con un presupuesto que va a ser de 1.350 millones (sin IVA) para un total de 98 actuaciones, “9 de ellas, de momento, en Aragón”. Los criterios fundamentales son “el uso de fuentes no convencionales para regadío; uso de energías alternativas, más eficientes; incorporar tecnología y dar seguridad a la gobernanza del uso del agua; y la modernización clásica para racionalizar el uso de agua, fertilizantes y todo tipo de impus en agricultura”.
Regulaciones pendientes
El presidente de Riegos del Alto Aragón, José Antonio Pradas, ha detallado la situación actual derivada de las tensiones geopolíticas, con “una escalada de precios sin precedentes, incluso situaciones de desabastecimiento y de inestabilidad del mercado energético que golpean al regadío”, a lo que ha sumado “la sequía en las últimas campañas, que tienen agotado al sector”. También se ha referido a “las presiones crecientes en forma de desarrollos energéticos y de fondos de inversión que modifican el modelo agrario tradicional, que está migrando nuestra agricultura hacia otra muy diferente a la que hemos conocido”.
Frente a ello, “las explotaciones arraigadas al territorio cumplen una función que debe empezar a ser reconocida y no quedar a albur de una climatología benigna. Necesitamos una administración agraria -autonómica, nacional y europea- comprometida con la seguridad alimentaria, y ello implica apostar por el regadío y los agricultores”. Además, “necesitamos racionalizar las normas ambientales, dar agilidad a las tramitaciones administrativas de las modernizaciones de regadíos y prestar apoyo económico para finalizar las modernizaciones pendientes y avanzar en las de cuarta generación que nos van permitir ser más competitivos”.
“Por supuesto -ha remarcado- también necesitamos garantía de suministro de agua y no se puede hablar de garantía sin terminar las regulaciones de agua pendientes”.
Para finalizar, ha señalado que, a pesar de los momentos difíciles, “al sector lo que más le duele es la falta de reconocimiento social de su actividad. El año de la covid fue un espejismo. Los consumidores no nos valoran porque no sabe. Hace falta formar a la población urbana en producción de alimentos. Ese es nuestro reto principal”, ha señalado.