La ladera de acceso a la Villa Medieval de Aínsa se ha derrumbado a las 15:15 horas como consecuencia de las incesantes lluvias de estos días que han socavado el terreno que sostiene la carretera de acceso a la parte antigua, dañando los edificios que se encuentran debajo.
Los servicios técnicos del ayuntamiento habían avisado de esa posibilidad y han estado pendientes de la situación. Desde el ayuntamiento dhan informado de lo sucedido a la Diputación Provincial de Huesca, a la que ha solicitado su apoyo para rehabilitar el acceso. La DPH encargó un proyecto para la mejora del acceso, cuyo presupuesto asciende a más de 260.000 euros. Los técnicos de la corporación provincial también están al tanto de este desprendimiento y han seguido la evolución.
Los más de 60 litros caídos los últimos días ya la lluvia desde septiembre han precipitado el deslizamiento de la ladera del único acceso a la Villa Medieval.
Estas lluvias han hecho importantes destrozos en el municipio, dejando impracticables algunos caminos de acceso a viviendas y fincas agrícolas y ganaderas, además de deteriorar considerablemente los accesos a los pueblos. Hay que tener en cuenta que el municipio alberga 26 pueblos con una superficie de 285 kilómetros cuadrados.
El Ayuntamiento calculó que el valor de todo lo que se debía reparar estaba cerca del millón de euros, y que con los episodios que se han ido produciendo posiblemente ya se supere esa cifra. “Sin la ayuda de otras administraciones el ayuntamiento, con sus propios recursos, es imposible que pueda llegar a todas las reparaciones que se deben acometer debido a las lluvias caídas desde el pasado otoño”, explica el alcalde Enrique Pueyo.
La vecindad estaba preocupada por la fractura de la ladera y el peligro que podía acarrear. Se trata, lo que agrava la situación por el carácter turístico de la villa, del único acceso que conduce al conjunto histórico-artístico de Aínsa.
El alcalde estima imperativa una actuación “urgente y rápida que solvente esta cuestión antes de que se quede un paso más estrecho que impida la circulación de vehículos a una zona tan frecuentada como es la Villa Medieval de Aínsa”.