Habría que remontarse más de 30 años para encontrar datos similares a la escasa reserva de agua embalsada en España, debido a la ausencia de lluvias y las elevadas temperaturas, que se han mantenido sus guarismos de manera sostenida, sin apenas dar tregua.
A 30 de agosto, la totalidad de los pantanos de la Cuenca del Ebro, se encontraban al 38,1 por ciento de su capacidad. Es decir, de los 4.403 hectómetros cúbicos de capacidad, solo hay embalsados 1.678, cuando en estas mismas fechas del año pasado, había 2.012 hm³.
Más de la mitad de la provincia de Huesca no ha tenido que ponerse la chaqueta este verano ni una sola vez y las escasas tormentas que se han registrado, han sido muy localizadas y pasajeras. Estas condiciones atmosféricas han variado también el paisaje de aquellas zonas que albergan pantanos, donde han vuelto a aflorar las viejas construcciones que habitualmente se encuentran escondidas bajo las aguas.
Es el caso de Mediano, en la comarca del Sobrarbe, que actualmente se encuentra al 11,7 por ciento de su capacidad. De los 435 hectómetros cúbicos que puede albergar, solo le quedan 51, según los últimos datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Ebro.
No es tan extraño que la torre de la iglesia asome por encima de las aguas de cuando en cuando, sin ir más lejos lo hemos visto este mismo invierno. Sin embargo, la sequía actual ha sacado de nuevo a la luz todos los restos del templo y del esconjuradero, las dos únicas construcciones del pueblo antiguo que se mantienen en pie, tras unas maniobras militares que destruyeron el resto de las edificaciones.
EL PUEBLO ORIGINAL Y EL EMBALSE
El pueblo original de Mediano pertenecía al municipio de La Fueva desde la década de 1970. Antes, sin embargo, tuvo ayuntamiento propio y englobaba los núcleos de Samitier y Arasanz.
En 1929 comenzó la construcción de su embalse y en abril de 1969, después de tres intensas jornadas de lluvia, los vecinos de Mediano tuvieron que marcharse, ante el riesgo de que el pantano se desbordase, como así fue.
El núcleo quedó inundado y muchos habitantes del pueblo perdieron buena parte de sus pertenencias, que seguían en el interior de sus viviendas sumergidas. Después, se empezó a levantar el nuevo Mediano, al otro lado de la carretera.
El embalse de Mediano es uno de los más grandes de la Comunidad aragonesa. Tiene 1714 hectáreas de superficie y puede llegar a contener 436,35 hectómetros cúbicos de agua. Regula el embalse de El Grado, se aprovecha para la producción de energía eléctrica y tiene también usos recreativos. Está gestionado por la CHE.