La Policía Nacional ha desalojado este jueves los número 14 y 16 de la calle San Orencio -conocido como edificio Wilson-, tras la inspección realizada esta mañana por los técnicos del consistorio de Huesca, en la que han podido constatar un riesgo de derrumbe cuya inminencia están evaluando. Ha sido hora y media con momentos de tensión al principio que se ha saldado con la salida de siete ocupantes, algunos de ellos menores de edad.
Los empleados municipales han accedido a las viviendas okupadas, acompañados por Policía Local, después de que se hiciera público este jueves que el Ayuntamiento había obtenido la autorización del Juzgado. Con los agentes locales, se encontraban otros de la Policía Adscrita a la Comunidad y de la Nacional.
Finalizada su labor, han soldado la puerta para evitar que ningún ciudadano pueda acceder de nuevo al edificio.
En un primer momento, los okupantes no han facilitado el acceso de los técnicos, argumentando que no disponían de llaves, pero finalmente les han proporcionado una, antes de que la Policía Nacional procediera a forzar la puerta.
Mientras los técnicos y la Policía Local realizaban su trabajo dentro de la casa, siete policías nacionales han aguardado en la calle para garantizar su seguridad. Han precisado finalmente la cizalla para entrar en un piso donde una mujer mayor no abría, acompañada de algún menor.
Uno de los jóvenes que está viviendo en el edificio ha comunicado por teléfono: "¡Nos van a echar de casa!".
Los empleados municipales tenían como objetivo valorar ahora el estado del edificio y con el resultado procederán a redactar el proyecto técnico que guiará los trabajos de consolidación.
Hay que señalar que el pasado mes de junio, la Alcaldía emitió un decreto de realización subsidiaria de obras de mantenimiento en el inmueble.
La situación de okupación impedía al Consistorio intervenir hasta que no se produjera una resolución judicial sobre este tema. Los vecinos se han quejado, repetidamente, de los olores y falta de higiene de estos vecinos, que recientemente trataron también de okupar el edificio colindante. De hecho, una de las sorpresas ha sido el número de "okupantes", siete, y aseguran que durante meses ha habido más.
A LA ESPERA DE DICTAMEN
El Ayuntamiento de Huesca ha precisado que el operativo policial se ha desarrollado siguiendo el auto judicial que autorizaba al Ayuntamiento a entrar en el inmueble para proceder a la ejecución subsidiaria de obras de consolidación del mismo. Previamente, es necesario un informe técnico final sobre el estado de las estructuras y un proyecto de ejecución. La presencia policial tenía como objetivo garantizar el desalojo del inmueble y posibilitar así el acceso de los técnicos al mismo.
Se pretendía completar el informe técnico sobre su estado y proceder así a redactar el proyecto de intervención en los edificios afectados por la orden de Alcaldía de ejecución subsidiaria de obras de consolidación.
En el inmueble se han personado una arquitecto municipal y un arquitecto externo, contratado por el Ayuntamiento para el peritaje del caso. Los técnicos están valorando la información recabada para emitir su dictamen y las medidas necesarias a adoptar. "A falta de este informe, no se advierte un riesgo inmediato de colapso de edificios". Pueden confirmarse, "por el momento y en la línea de los informes precedentes, problemas en algunos elementos internos, como escaleras o forjados, sobre los que será necesario actuar".