Los efectivos del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento de Barbastro y Sariñena, comandados por un jefe de intervención, han pasado la noche del jueves al viernes en El Temple para desarrollar todas las labores frente al terrible temporal del que ha informado EL DIARIO DE HUESCA han encontrado el mejor complemento en la colaboración vecinal que ha demostrado el fornido carácter cívico de los vecinos de este pueblo creado en 1946 dentro del programa del Instituto Nacional de Colonización.
A solicitud del 112 Aragón, el operativo INFOAR ha enviado a dos brigadas terrestres (R64-Sierra de Alcubierre y R81-Bajo Gállego) a colaborar en las tareas de despeje y limpieza de árboles y ramas caídas tras las tormentas de este jueves en la zona de El Temple y Gurrea de Gállego.
El presidente de la Diputación, Isaac Claver, ha estado pendiente de la situación según explica la corporación, mientras el diputado Álvaro Bescós ha estado en El Temple observando todos los trabajos. La DPH destaca "la gran implicación vecinal, ayuda y cooperación para minimizar los riesgos".
El portavoz del PSOE en la Diputación Provincial de Huesca (DPH), Antonio Biescas, junto con la diputada provincial, Sofía Avellanas y la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Gurrea de Gallego, Tatiana Sánchez, también han estdo esta mañana en El Temple.
Tal y como ya apuntamos esta pasada noche, decenas de vecinos han puesto todos los medios a su alcance, con tractores y sus propios brazos, siempre bajo la supervisión de los bomberos, para minimizar los daños. La noche en El Temple ha sonado a motosierra y maquinaria agrícola, para cortar los troncos y retirar de las vías públicas los grandes árboles, con generadores para la luz habida cuenta el corte de suministro ocasionado por la virulencia del temporal.
Un gran trabajo conjunto que constata la personalidad de los ciudadanos de El Temple que, con certeza, tienen más motivos para celebrar en las futuras fiestas. Ellos sí que dan sentido al famoso aforismo de que, juntos, son mucho más fuertes. Aun dentro del sobresalto y del lamento por los daños, están de enhorabuena.