Los representantes sindicales del Transporte Sanitario de Aragón han decidido iniciar una huelga indefinida hasta que se alcance una "resolución satisfactoria que encauce el déficit de las condiciones laborales y salariales, enquistado e insostenible", un nuevo frente en la turbulenta Sanidad aragonesa con una difícil resolución y en medio del proceso de adjudicación del servicio que en principio corresponde a una compañía, Tenorio, ante la que los trabajadores expresan una cautela importante por su historial.
Representantes de UGT, CSIF, Sindicato Cooperación Sindical, CGT Ambulancias y CCOO se han reunido en la jornada de hoy para analizar la realidad que atraviesa un sector cuyo convenio está caducado desde el 1 de enero de 2019, en sede judicial (pendiente del Supremo) y que contemplaba un incremento de un 2,5 % anual de IPC durante ocho años, que fue impugnado por la administración y por varias patronales después de haber sido pactado con la Asociación Aragonesa de Empresarios de Ambulancias.
Los sindicatos convocarán movilizaciones y actos que permitan visualizar la situación de los trabajadores del sector, muchos de ellos que apenas rozan el salario mínimo interprofesional, con sobrecarga de trabajo y carencias en los recursos humanos y materiales. El convenio hasta 2025 era una esperanza de dignificación de un sector que tiene una importante preocupación por un proceso de adjudicación en el que, a pesar de ser el montante más fuerte de la historia (127 millones), se contempla en aras de una "falsa eficiencia" la eliminación de algunos servicios especialmente en zonas rurales, y que afectarán a la provincia de Huesca.
Las centrales demandan, en primer lugar, una interlocución válida como la que mantuvieron en el proceso de negociación colectiva con Acciona (la adjudicataria todavía actual) que, paradójicamente, ha impugnado la administración junto a otras patronales.