La paciencia de un usuario de Renfe-Adif (operadora e infraestructura) es infinita, como ha sido puesto de manifiesto esta noche y madrugada con el Regional Madrid Chamartín-Lérida que esperaban muchos viajeros para llegar a sus destinos de Tardienta, Grañén y Sariñena en la confianza de partir de Zaragoza a las 20:45 horas.
Treinta y cinco minutos después, ya empezaban a desesperarse por la demora y por la imposibilidad de que nadie autorizado les informase de la situación, que añade a la incertidumbre una dosis razonable de indignación. "Nadie nos da información de nada, no sabemos si llegará en cinco minutos o una hora", nos explicitaba un pasajero, se se mofaba de que la app de Renfe, cuando habían transcurrido cuarenta y cinco minutos de retraso, todavía calculara la hora de llegada a Grañén a las 21:43, a Sariñena a las 21:57, y a Monzón a las 22:24 para concluir el trayecto en Lérida a las 23:09. "Debe ser que nos llevan en helicóptero". El humor que no falte ni siquiera en las más enojosas situaciones.
Como en el arte de birlibirloque, nada por acá, nada por allá, en Infoadif e Inforenfe nada de nada. El personal de la estación brillaba por su ausencia y finalmente era un empleado de la seguridad privada el que aseguraba que había habido una avería antes de Arcos de Jalón, por lo que la salida desde Zaragoza sería a las 0:30 horas. En los paneles de la estación, por fin, indicaba que en Zaragoza Portillo estaría la unidad a las 0:34, en Tardienta a las 1.21, en Grañén a la 1:31 y en Sariñena a la 1:44, esto es, en Monzón a las 2:12. Más de cuatro horas, Renfe ausente en información y los viajeros con el cabreo consecuente.