Vecinos de Huesca, usuarios del Camino del CDAN, ubicado a tan solo 10 minutos a pie de la ciudad oscense, protestan debido a la situación que viven desde hace más de dos años. "Este acceso, que anteriormente era muy transitado por familias, ciclistas y personas mayores que paseaban, se ha visto afectado por la presencia de un charco de gran tamaño que, cada vez que llueve, hace imposible el paso", explican.
Son aproximadamente 20 las familias que viven más allá de este obstáculo, y quienes no residen en la zona pero deben acceder para alimentar a sus animales se encuentran igualmente perjudicados. "Si no dispones de coche, no puedes pasar, y cada semana el charco vuelve a aparecer", señalan los afectados.
Los vecinos aseguran haber presentado varias quejas a la alcaldesa sin obtener respuesta. "Hemos reclamado en diversas ocasiones, pero seguimos igual. ¿Vendrá la alcaldesa a dar de comer a nuestros animales?", cuestionan indignados los residentes.