Han transcurrido ya 4.600 días, doce años y medio, desde que el Gobierno de Navarra cumpliera con la parte de su compromiso para ejecutar la autovía A-21 entre Pamplona y Huesca. Quedaba pendiente la otra "parte contratante", en la terminología Groucho Marx, y todos esos años después el remate está entre la indigencia en el cumplimiento temporal y el sueño de los injustos. Tres tramos, Tiermas-Sigüés, Puente la Reina-Fago y la variante de Jaca se desenvuelven entre el retraso (el primero) y la impotencia licitadora (los otros dos), mientras en la comunidad foral las voces se alzan para reclamar un cambio hacia una cierta eficacia.
Este miércoles, el que fuera consejero de Obras Públicas del Gobierno de Navarra de 1996 a 2004, José Ignacio Palacios, ha denunciado la situación en una tribuna en El Diario de Navarra. Los 26,23 kilómetros de los tres tramos pendientes se contraponen a los 46 que Navarra culminó el 12 de enero de 2012. Recuerda que Tiermas-Sigüés fue adjudicado por 53,74 millones en mayo de 2018 y debiera haber entrado en servicio en 2021. Recuerda que Sánchez, a una pregunta parlamentaria, aseguraba a mediados de 2022 que ya se habían ejecutado 37,3 millones, el 69,4 %, lo que significa que en más de dos no se han culminado 16,44 restantes. Habrá que esperar como mínimo a 2025 para la finalización.
De los otros dos, en julio de 2019 el entonces ministro de Fomento José Luis Ávalos aducía que, para licitar los veinte restantes correspondientes a los otros dos tramos, era preciso un gobierno constituido (estaba en funciones) para aprobar los presupuestos. Desde entonces ha habido cuentas estatales de 2021, 2022 y 2023. Recuerda Palacios Zuasti que el 2 de noviembre el Parlamento de Navarra aprobó por unanimidad una moción del Partido Popular para reclamar al Gobierno de Sánchez que acelerara las obras de la autovía.
DIFERENCIA METODOLÓGICA
Puestos en contacto con un experto en obra pública con amplia experiencia en la administración, nos llega la explicación. "El Gobierno de Navarra utilizó para sus 46 kilómetros el método Peaje en Sombra, que consiste en que la empresa adjudicataria asume todo el coste de la infraestructura y, a través de una concesión por equis años, el gobierno va abonando permanentemente una cantidad en relación con coneptos variables como el número de vehículos que transitan. El convenio se firma para una duración determinada, como sucedió en Navarra, donde hubo empresas constructoras que entraron en este modelo, como Dragados y Construcciones. Se ocupan, a cambio de un pago, de la ejecución y la conservación". Para hacerse a la idea, es el formato escogido para la autovía Zaragoza-Madrid, cuya concesión concluye en 2026, con lo que quedará en el alero del Estado el mantenimiento, que no es cuestión baladí.
Por contra, en el caso de la Administración Central, todo queda incorporado en los Presupuestos Generales del Estado, que consignan la cantidad precisa desde el momento en que la obra es adjudicada. Quiere decir que los tres tramos pendientes cuentan ya con una atribución y las demoras obedecen a ineficiencias y a circunstancias como actualizaciones de los costes o modificados técnicos. "Es una vergüenza", sentencia, porque los tres tramos debieran estar ya perfectamente terminados. Así se explica que una eternidad desde 2008 haya puesto a prueba la paciencia de los conductores, en el caso de Tiermas-Sigüés por lentitud, en los otros dos por la ineficacia de no haber sido capaces de licitarlos, con el añadido de que el trazado de la Variante de Jaca se ha modificado en tres ocasiones.