La Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales no solo “no ha contado con los veterinarios" para su elaboración, sino que no ha admitido la mayoría de las 70 alegaciones que presentaron al texto, que fue aprobado el día 9 de febrero el Congreso de los Diputados y que ahora continúa su tramitación en el Senado. Es la queja del toda la Organización Colegial Veterinaria que traslada el presidente de este sector en Huesca, Fernando Carrera, quien muestra preocupación por la “indefensión” de los veterinarios, al eliminarse el criterio técnico profesional en la toma de decisiones.
Carrera explica que la Organización Colegial Veterinaria ha visto en la ley “muchas carencias y muchas incoherencias” y, sobre todo, “carece del rigor científico exigible”. “Eso nos preocupa -traslada-, porque el bienestar animal es una ciencia que se mide con parámetros concretos, varía por especies y razas, y esto no lo tiene en cuenta. No es lo mismo tener un chiguagua que un mastín”. Agrega que la ley no va acompañada de los medios necesarios para su aplicación en términos presupuestarios.
“Es cierto que España necesita una ley de protección animal, pero con otro planteamiento”, destaca Fernando Carrera. “Hay que poner más medidas para evitar el maltrato y reducir la cifra elevadísima de abandonos. El dato que maneja la Organización Colegial es que se producen 700 casos de abandono al día. Pero esta ley tiene que estar basada en datos objetivos y consensuados científicamente”, algo que denuncian los veterinarios que no se ha producido.
La Organización Colegial Veterinaria había presentado más de 70 alegaciones para mejorar la ley, “pero la mayoría han sido desechadas. Es un problema grande”. “Nos preocupa -abunda- esta indefensión que tenemos los veterinarios, porque han eliminado el criterio técnico profesional en la toma de estas decisiones”, y remarca que “los veterinarios son los únicos profesionales titulados que cuentan con el conocimiento específico en bienestar animal”.
EUTANASIA Y ESTERILIZACIÓN
El presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Huesca se refiere a cuestiones concretas e importantes como la eutanasia. “Para la clínica diaria de los veterinarios va a suponer problemas y se pueden dar casos de certificaciones contradictorias. Existe una indefensión porque no lo han plasmado claramente”, señala.
Respecto a obligatoriedad de la esterilización, Fernando Carrera considera que “es difícilmente controlable a nivel práctico. Esto viene ineludiblemente de la mano de la identificación obligatoria y controlada. Luchamos por que los animales de compañía -perros, gatos y hurones- estén todos debidamente identificados. En Aragón, el microchip es obligatorio para perros y hurones y para los gatos que salen de España, pero habría que identificarlos a todos. El chip es imprescindible en la lucha contra el abandono”, remarca.
Además, la Organización Colegial Veterinaria se opone a la “esterilización sistemática y rutinaria de todos los animales de compañía, incluyendo perros y gatos de propiedad privada que no están en un refugio. Entendemos -apunta Carrera- que debe establecerse bajo criterio veterinario de forma individualizada. Tenemos que ver caso por caso, las complicaciones de salud que pueda haber, la etología (el comportamiento animal) de los perros, los gatos…”.
PROFESIONALES DEL COMPORTAMIENTO ANIMAL
La Organización Colegial Veterinaria también está preocupada por el intrusismo profesional que pueda darse en las validaciones de comportamiento y socialización que tienen que cumplir los perros y la obligación de superar una formación en tenencia responsable para las personas que convivan con animales de compañía, ambas recogidas en la ley.
“La normativa actual no deja claro cómo van a encajar las personas licenciadas o graduadas en Veterinaria y nos tememos que van a surgir muchas situaciones de intrusismo profesional. Los veterinarios hemos estudiado una carrera cinco años que no es equiparable con una titulación que se obtenga en tres meses. Los profesionales del comportamiento somos nosotros y eso no se refleja”, insiste el presidente del Colegio de Veterinarios de Huesca.
Agrega que en España hay seis millones de perros identificados, y es "muy difícil poder tener esta valoración del comportamiento en un periodo tan reducido”.
Para Carrera, “es importante recalcar el término de tenencia responsable. Las mascotas son seres que hay que cuidar y tenemos mucho desconocimiento. Antes de tener un perro en casa hay hablar con el veterinario que es quien te va a aconsejar”.
COLONIAS FELINES, ANIMALES EXÓTICOS Y PERROS DE CAZA
También es “inexacta” la definición de las colonias felinas, que denomina la ley grupos de gatos comunitarios. “La finalidad de controlar una colonia es reducirla y que desaparezca, entre otros motivos porque la calle no tiene que ser el lugar para ningún animal doméstico y también por una cuestión de salud pública, por las enfermedades que pueden transmitir, como la zoonosis, a las personas”. Además, “es imprescindible la realización de un estudio medioambiental para evitar su actuación depredadora o que ahuyenten las especies silvestres, como gorriones”, añade este veterinario oscense.
Por otro lado, Carrera apunta que la ley puede “favorecer la proliferación del mercado negro de animales exóticos, y también “darse más casos de abandono en el medioambiente". Ya hubo situaciones de este tipo en el pasado, como cuando en 2015 la tenencia de la tortuga mora pasó a considerarse delito en España, relata. “Lo importante es controlar la identificación y el estado sanitario de estos animales”, considera.
Los perros de caza han quedado fuera de la ley lo que deja “muchas lagunas”, de nuevo. “Hay perros de caza que nunca van cazar y eso da pie a equívocos, también a nivel de penales”, lanza someramente.
PERITO FORENSE
Por último, Carrera se refiere a que la profesión veterinaria está luchando por la figura del perito forense en la actuación contra el maltrato, que no contempla la nueva ley. “Es el primer pilar cuando las fuerzas de seguridad acuden para hacer informes en el lugar de los hechos y para poder actuar; también en temas de abandono y en separaciones cuando hay un animal de por medio, entre otras. Es una figura de apoyo a los jueces”, señala.