Uno de los jóvenes agredidos en una zona del Tubo de Huesca por un grupo de ideología neonazi el pasado 1 de noviembre pide una respuesta contundente de las autoridades ante el aumento de estos ataques de odio.
"Espero que se les combata porque va a ir a más, y que la policía y los jueces actúen", ha comentado a este periódico.
Según ha relatado, todo comenzó cuando dos personas de aspecto y actitud agresiva comenzaron a increparlo, sólo por su indumentaria. "En cuanto me vieron, empezaron a decirme cosas, ‘aquí tienes al nazi’, me decían, con los ojos inyectados en odio", relata.
"Ya se veía que habían salido a lo que habían salido. No pude evitar el conflicto", asegura. Ante el ataque con puñetazos, su amigo intentó intervenir y separarlo de los agresores, y la situación se calmó momentáneamente.
No obstante, cuando se marcharon de la zona, por caminos distintos para evitar encontrarse de nuevo con los agresores, estos dieron con el amigo que había acudido a mediar, a la altura de la calle San Lorenzo.
Un grupo de unas ocho personas le abordaron. Primero, fingieron que solo querían hablar con él, pero cuando el joven vio sus intenciones y les dio la espalda, lo atacaron por sorpresa. "Uno le dio un puñetazo por detrás y le tiró al suelo, y allí siguieron dándole puñetazos y patadas".
La brutal paliza le rompió algunas piezas dentales y le provocó un hematoma en el ojo, que temieron que pudiera ser un traumatismo craneoencefálico, explica el joven.
Cuando sus amigos fueron avisados de lo sucedido acudieron rápidamente y lo llevaron al Hospital San Jorge, donde ingresó inconsciente. Después se recuperó, pero diez días más tarde, aún sufre problemas de visión.
Más allá del dolor físico, el primer joven agredido expresa una impotencia profunda. "Una agresión de tal brutalidad, y en grupo, no la había vivido nunca".
No obstante, advierte de que esta actitud violenta se está extendiendo, como si algunas personas sintieran que "son los amos de la calle". Lamenta, además, que pocos días después del ataque, vio al agresor, "de fiesta, buscando bronca de nuevo, probablemente".
A pesar de lo ocurrido, el joven rechaza dejarse influir por esta deleznable acción: "No voy a perder el tiempo odiando a nadie, y no tengo miedo. No me van a influenciar hasta ese punto; no tienen el valor ni para eso", concluye, aunque recalca que la justicia debería actuar con mayor contundencia ante estos peligrosos individuos, a los que se les califica sólo como "jóvenes conflictivos".
Por su parte, dsde Izquierda Unida Altoaragón y Cambiares provinciales han expresado su más firme condena de la "agresión de un grupo de neonazis a dos jóvenes", también vecinos de la ciudad y el PSOE Huesca ha solicitado que se celebre una comisión extraordinaria y urgente de Seguridad Ciudadana ante la "falta de información" sobre este asunto.