Piden comprensión al ciudadano y están orgullosos de lo bien que se lo toman en general. "En todo el trayecto, lo único que hemos escuchado es bocinazos que acompañaban a los nuestros como muestra de apoyo a nuestras reivindicaciones". Aclaran que no es una protesta más que contra la situación extrema que padece el sector, "no podemos soportar nuestras tierras y mientras tanto aquí llegan y pasan productos de multitud de países sin las garantías que nos exigen a nosotros". Se quejan de una burocracia "insoportable. Tenemos que estar más tiempo casi en el ordenador que cultivando y cosechando".
Han llenado holgadamente en apenas un día el wasap grupal que han abierto, los 1.025 integrantes que permite la red social. Y piensan abrir otro. Similar evolución lleva el Telegram con el que contactan con todas las provincias de España y la organización, "que ha sido algo espontáneo", aseguran. Y, fuera de guerras, añaden todos los que se han concentrado a las ocho de la mañana en la rotonda de la carretera de Sariñena que pertenecen a organizaciones agrarias, "pero nos sentimos decepcionados porque no le ponen el cascabel al gato. Demasiada cercanía con las administraciones".
Desde antes de esa hora, con una niebla que les ha acompañado desde el principio, han comenzado a llegar de distintos puntos los convoyes de tractores acompañados de la Guardia Civil en tareas de regulación del tráfico. En la capital, se han sumado las policías Nacional y Local. El primero, desde Piracés, Albero Alto y Novales. No menos de una treintena de unidades que, sin parar, se han encaminado por la variante hacia la ciudad. A esas horas, en Pompenillo circulaban los de Alberto Bajo, Lascasas y Grañén, a velocidad más lenta porque la unidad que encabezaba era algo vieja. También de Liesa y Siétamo se acercaban por el otro lado. Y en el Carrefour ya se concentraban los de otras direcciones. Por la mañana, se congregarán en la explanada del Palacio de Congresos para manifestar sus reivindicaciones. Para defender, esgrimen, la agricultura. Para reclamar condiciones para ejercer su actividad y, con ella, dar vida a los pueblos. También se han formado columnas de tractores en otros puntos de la provincia.
Equipan sus tractores con banderas de España y de Aragón y hacen sonar el claxon a lo largo de toda la ciudad. Por la Avenida Martínez de Velasco o por la de Monegros, por las calles Tarbes o Cabestany, por todo el casco de la ciudad. Más allá del sonido de los vehículos, se expresan con serenidad. Están animados a pesar de la dificultad. "Es nuestra forma de vida". Y los hay que aseguran que el día 8 acudirán también a la convocatoria de Asaja, Uaga-Coag y UPA. "Tenemos que defender el campo de la burocracia, del intrusismo y de la desigualdad de condiciones en las que nos enfrentamos a los competidores. Los precios que percibimos son demenciales, y eso nadie lo puede negar". Aunque "no queremos cansar a la gente y dosificaremos las movilizaciones para que el consumidor no se harte", adelantan que las concentraciones seguirán. "Al menos hasta que tengamos una respuesta mínimamente satisfactoria".
Este movimiento controvertido pero con un gran dinamismo en toda España va a manifestarse este martes en todas las comarcas altoaragonesas. Va a ser un largo día de reivindicaciones del sector primario. Aunque el Gobierno central ha asegurado no estar inquieto por este fenómeno, lo cierto es que ha dispuesto todos los efectivos policiales para controlarlo.