Asaja Aragón denuncia que la reintroducción de osos en el pirineo francés, y su posterior extensión al Pirineo aragonés, ha sido una "fuente de conflictos constante en estos últimos años, con una clara damnificada: la ganadería extensiva".
Alude la organización agroganadera a la información publicada por EL DIARIO DE HUESCA el sábado pasado con fuentes locales como testimonios. "Los constantes ataques que vienen sufriendo los ganados de la zona pirenaica han sido soportados por los ganaderos locales, que ven como el trabajo diario se complica, sus animales sufren un importante estrés o muertes violentas, e incluso sufren el menosprecio de una parte de la sociedad".
"Desde Asaja Aragón siempre hemos sido contrarios a este tipo de reintroducciones, realizadas sin consenso social y sin contar con los principales agentes que mantienen el medio rural: los agricultores y ganaderos", agrega.
"Partiendo de la imposible coexistencia entre la ganadería extensiva y sus depredadores (oso y lobo), consideramos imprescindible abrir una vía de mejora de los protocolos actuales, que reduzcan los ataques al ganado, y posibiliten al ganadero realizar su trabajo diario de una forma digna", asegura Asaja Aragón.
Estas vías de mejora deben ir orientadas a la retirada rápida y automática de animales conflictivos (osos problemáticos) como así se refleja en el protocolo elaborado por el grupo de trabajo del oso pardo. El ejemplo de la actuación con Goiat, es una muestra de lo que no se debe hacer. Y también a eliminar esa base genética en futuras generaciones.
Propone también la colaboración directa entre agentes de la patrulla oso y ganaderos. Los ganaderos deben ser conocedores en tiempo real de la ubicación de los osos, lo que permita una protección más eficaz de sus animales.
Finalmente, Asaja Aragón lanza un pregunta tanto a las administraciones públicas como a las entidades conservacionistas: "¿Qué futuro tiene la reintroducción de osos en el Pirineo, si esto supone la desaparición de la ganadería extensiva?"