Un rebaño de centenares de ovejas ha recorrido la ciudad de Huesca desembocando en la Avenida Martínez de Velasco y procurando unas estampas magníficas en la salida en dirección hacia sus nuevos destinos donde abunda el alimento regidos por la sabia dirección del pastor y sus perros.
La trashumancia es un fenómeno que, sin ser inusual (recientemente ha pasado por Barbastro y cuando corresponde por la necesidad por Huesca), es cada vez más admirado por los valores y el esfuerzo de la ganadería extensiva.
De hecho, quizás provoque los únicos atascos sin quejas por parte de los conductores, que tiran de paciencia para disfrutar de una estampa urbana menos habitual que antaño. La Policía Local protege el paso del rebaño.
La Unesco ha declarado recientemente la trashumancia Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tras la candidatura liderada por España con el objetivo su conservación y asegurar su viabiliad.
El desplazamiento estacional de rebaños sigue siendo un patrimonio vivo que ha originado un rico patrimonio cultural y etnográfico, reflejado en fiestas y tradiciones, en la toponimia, la gastronomía y la arquitectura relacionada con esta actividad”, señala.
En Huesca la trashumancia se practica con múltiples desplazamientos a distintos puntos de la montaña y, además, el Pirineo oscense es cuna del pastoreo trashumante europeo.