Los fondos de inversión aterrizan con fuerza en las tierras de regadío de Huesca

Uaga presenta su balance agrario que destaca que la provincia oscense es una potencia referente en España por la fortaleza del porcino y la fruta

10 de Enero de 2025
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Oscar Moret, José María Alcubierre, José Antonio iguel y David Andreu en la presentación del balance agrario de Uaga
Oscar Moret, José María Alcubierre, José Antonio iguel y David Andreu en la presentación del balance agrario de Uaga

El balance agrario de Uaga-Coag de 2024, que refleja una campaña de contrastes en la que el gran problema es la merma del número de profesionales, ha revelado la creciente presencia de fondos de inversión atraídos por la rentabilidad futura de las tierras de regadío en la provincia de Huesca, que es una potencia nacional en fruta y en porcino.

El ejercicio ha continuado la tendencia del año 2023 y ha estado marcado por las adversidades climáticas, fundamentalmente por la sequía en las provincias de Zaragoza y Teruel, y por la guerra de Ucrania. Los buenos precios registrados en la campaña 2022 comienzan a recordarse como excepcionales, ya que en 2024 han continuado, por segunda consecutiva, descendiendo, comienza el documento del sindicato agrario, que refleja la asimetría del comportamiento meteorológico, con un desarrollo idóneo de los cultivos herbáceos en la margen izquierda del Ebro mientras en la derecha no llegaron durante la siembra y hasta febrero no comenzaron a nacer los sembrados.

El balance ha sido presentado en Zaragoza por José María Alcubierre, secretario general, el provincial de Huesca, Óscar Moret, el de Zaragoza, José Antonio Miguel, y David Andreu, miembro de la Ejecutiva de Uaga en Teruel. En el cómputo, la producción final ganadera en 2024 ha sufrido un descenso del 1,9 % hasta 3.864.817.435 euros, con disminuciones globales en casi todos los subsectores salvo el ovino que ha crecido un 18 % por el incremento de la producción y de los precios a partes iguales. El valor de la producción final agrícola ha subido mínimamente hasta los 1.339.806.346 euros, aunque respeto a 2022 cae un 34,79 %.

Óscar Moret ha explicado que Huesca es la principal provincia agroganadera de Aragón, con una cuota de la mitad del total aproximadamente. Si en la comunidad ha habido un incremento de las rentas, es más relevante en Huesca. El problema se suscita en el cereal en el que el incremento de los costes de producción no es compensado con los precios, lo que indirectamente afecta a la actividad ganadera.

La mitad del porcino de Aragón se produce en la provincia de Huesca, que es en estos momentos una potencia nacional y que, además, cuenta con la ventaja de que se está matando dentro de su territorio, lo que favorece su competitividad y su valor añadido. Otros subsectores como el pollo o el conejo se matan y procesan fuera, lo que encarece los procesos y dificulta la rentabilidad.

EL CASO DE LA FRUTA

Similar proporción, explica Moret, se repite en la fruta, donde el aumento del 14 % en la producción no se plasma en las rentas, que sólo se han elevado un 3 %. El número de profesionales ha disminuido un 4 % por la falta de relevo y la inexistencia de incorporación de trabajadores a las tareas.

Explica el secretario provincial de Huesca que coincide con "una fuerte presencia de fondos de inversión que aprecian oportunidades allí donde hay regadíos, que coincide con los cultivos de fruta ya que son productos a los que se extrae rentabiliidad como determinadas frutas o almendras".

Un modelo de explotación que puede colisionar con la agricultura tradicional, que no tiene la capacidad para afrontar inversiones de magnitud. "La verdad es que, unidos al contexto internacional, va a ser un fenómeno imparable. Ahora mismo en el Bajo Cinca están transformando cinco mil hectáreas en Fraga y Ballobar y muchos agricultores no van a poder asumir los costes, y ahí van a estar los fondos de inversión".

La buena noticia, cambia de tercio Óscar Moret, es el comportamiento positivo del ovino y de la ganadería extensiva. "Ha ido bien porque los precios han tenido una buena evolución en el ovino y el vacuno se ha defendido también en precios".

La mayor inquietud en el sector es la del "relevo generacional. La gente joven no se engancha a esto, es una cuestión sociológica que es difícil de combatir. En subsectores como la fruta es muy complicado afrontar las producciones porque las familias no encuentran el relevo y es muy difícil atraer al campo a jóvenes. Es importante que se establezcan incentivos a la actividad porque, si no, es compleja la situación".

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