La marea de tractores se encuentra en Huesca una oleada de solidaridad con el campo

Cientos y cientos de agricultores de todas las edades han clamado por el futuro del sector colapsando una ciudad comprensiva con sus reivindicaciones

06 de Febrero de 2024
Una marea de tractores clama por el futuro de la agricultura y la ganadería

Histórica. Es el calificativo que encontraban sobre la explanada los cientos de participantes en la tractorada que desde el punto de la mañana ha recorrido Huesca procedente de La Hoya y los Monegros, que ha tenido un punto de encuentro en ese espacio junto al Palacio de Congresos a reventar de tractores -otros se han quedado en otros espacios de la ciudad- y que se ha dirigido a mediodía a la Plaza de Cervantes para que los representantes institucionales escucharan alto y claro las veintisiete reivindicaciones de este movimiento espontáneo.

El otro gran epíteto que resta es emocionante. A los agricultores que con sus tractores provocaban importantes colapsos en las arterias principales de la capital han respondido los ciudadanos, en líneas generales, con una muestra de solidaridad y empatía fuera de lo común. Especial ha sido el momento en el que profesores y alumnos de Santa Rosa han salido a las aceras a aplaudir con admiración a quienes nos ponen sobre la mesa los bocados de nuestra manutención. Las lágrimas han arrollado los ojos de los profesionales.

No deja de resultar paradójico que una manifestación que parte del monumental enojo con las administraciones -sobre todo- y con las organizaciones agrarias -en menor medida- se haya convertido en sonrisas y expresión de fe, de compromiso y de vocación. En la explanada, reconocibles agricultores afiliados a las asociaciones como Ignacio Almudévar -avituallamiento oficioso con su pequeño vehículo cargado de cacao, agua, refrescos y cervezas dentro de su proverbial magnanimidad- o el dirigente histórico de Uaga-Coag, José Manuel Penella, convencidos de la necesidad de la unidad de acción en un momento crítico para la agricultura y la ganadería.

Mensajes reivindicativos ("La agricultura es el arte de saber esperar, pero se nos acaba la paciencia. La auténtica contaminación está en el gobierno"), angustiados ("SOS. El campo se arruina. ¡¡Basta!!. + soluciones, - caridad. Por un futuro para nuestros hijos"), conceptuales (el vehículo de Almudévar: Orgullo, Vida y futuro, agricultura sostenible, ganadería intensiva-no a la peste social, relevo generacional,...), ingeniosos (España y el cangrejo van parejos) y otros contra la Agenda 2030 y las "políticas sinsentido". Y una advertencia: "Nuestra ruina será vuestra hambre".

Jóvenes de Esquedas, y de Grañén y de Loarre pidiendo un marco en el que desenvolver el futuro de la agricultura y de la ganadería, "queremos vivir en nuestro pueblo", claramente contra la Agenda 2030, frente a las políticas gubernamentales, contra la dirección verde de la PAC y sobre todo contra la introducción de productos foráneos en desigualdad de exigencia respecto a los españoles. Atención a unos precios justos y a unos costes adecuados y, siempre, menos burocracia y más facilidades para la producción.

Ignacio Almudévar y dos jóvenes han tomado al final la palabra, el primero para pedir movilizaciones siempre que se estén defendiendo los intereses del sector y la convoque quien la convoque, y para advertir de la crisis alimentaria que se avecina si no se es capaz de contener los precios, con la consiguiente conversión en desigualdad social. Ha aludido al relevo generacional y en el micrófono dos jóvenes han apuntalado todas las peticiones exigiendo, simplemente, que no haya cortapisas para su actividad, que se agilicen y simplifiquen los trámites, y que las políticas de apoyo al mundo rural sean efectivas.

Con la sensación reconfortante de un trabajo bien hecho, con humildad de los que cabalgan a hombros de gigantes, los cientos y cientos de agricultores que han variado la faz urbana con tractores que han encontrado acomodo y comprensión por los conductores de turismos se han retirado a sus pueblos de los que han partido de madrugada. Por una vez, han sentido que había respuesta a la pregunta jotera de "por qué vienen tan contentos los agricultores". Por el deber cumplido y por el respaldo recibido.