La vendimia ha terminado en la Denominación de Origen Somontano con una producción de 15,2 millones de kilos de uva, la tercera producción más baja de los últimos veinte años y con un mantenimiento de calidad tildado de excelente. La cosecha arrancó el 9 de agosto aunque tardó diez días para que las 27 bodegas y 290 viticultores generalizaran los trabajos
La última entrada de uva fue de tinta moristel, para acabar con 15.201.512 kilos de uva, un 20,74 % menos que la uva recogida el año 2023 (19.179.370 kilos), eso sí, de un magnífico estado sanitario de la uva y con un estado óptimo de maduración.
El 61 % han sido uvas tintas (porcentaje idéntico a la campaña 2023), lideradas por las variedades cabernet sauvignon (3.021.358 kilos) y merlot (2.444.784), seguidas por el tempranillo (1.370.227), syrah (1.091.733), garnacha tinta (1.082.442), pinot noir (137.480) moristel (107.915), y parraleta (48.919). Del 39 % de las uvas blancas se distribuye entre las variedades chardonnay (3.773.914 kilos), gewürztraminer (1.000.754), sauvignon blanc (464.990), macabeo (287.926), riesling (207.210) garnacha blanca (150.280), y alcañón (11.580).
El rendimiento medio en la presente campaña ha sido de 4.572 kilos por hectárea, cifra muy inferior (-16,75%) a la de la vendimia 2023 (5.492 Kgs/ha).
Han influido en la disminución de la vendimia los episodios de heladas primaverales (en la madrugada de los días 23 y 24 de abril cuando se registraron temperaturas por debajo de los -2 grados centígrados en algunas parcelas) que afectaron a 500 hectáreas de las que 220 sufrieron una pérdida de producción de más del 80%.
El pedrisco ha mermado la cantidad por varias tormentas que han afectado a poblaciones como Pozán de Vero, Salas Bajas, Salas Altas y Hoz de Barbastro. Algunos de los episodios más importantes se registraban los días 27 de abril, 30 de junio, 21 de julio y 6 de septiembre. La superficie afectada el 27 de abril fue de más de 700 hectáreas, de las que más de 350 han sufrido más de un 80 % de pérdida de producción.
Vendimia y añada 2024 serán recordadas por las abundantes precipitaciones ya que en la mayor parte del territorio de la denominación de origen se han recogido, desde el 1 de octubre del año pasado hasta el 31 de septiembre de éste (año hidrológico), más de 600 litros por metro cuadrado de lluvia, superando los 700 e incluso los 800 mm. en algunas de las estaciones climatológicas, que se han instalado dentro del proyecto SOMID que lidera el Consejo Regulador de la D.O.P. Somontano.
Destaca la importante amplitud térmica (diferencia entre la temperatura máxima del día y la mínima de la noche) de este último periodo que, en muchas ocasiones, ha superado los 18-20º C y que ha facilitado una buena maduración de las uvas lo que es un buen indicador de la buena calidad de la materia prima con la que se van a elaborar los vinos de esta añada cuyos primeros blancos se comercializarán en los próximos meses.
La más corta de las vendimias de los últimos veinte años se registró en 2012 con un total de 15.047.871 kilos y la segunda, la de 2014, con 15.105.304. La cuarta fue la de 2020, con 15.240.512 y la quinta, la de 2017, con 15.589.287.