Ya hablamos en días pasados, del orden, de Marie Kondó, y de toda esa mandanga. Pero ayer, en los moscateles de la cena, con la Torrana, me enteré que tiene un sobrino que tiene una casa, ahí en el pueblo de al lado en el que todo es el reino del orden del equilibrio.
Entonces le digo yo a la Torrana: oye, ¿me podría dar un cursillo gratuito?. Y la otra se pone a decirme que una cosa es el cursillo pero y luego ¿tú que vas a hacer?. Como diciendo que yo no voy a aplicar las cosas del cursillo.
Hasta aquí, el lector me está comprendiendo y algunas se están apiadando de mi desorden.
Pero tengo una teoría que quiero compartir con ustedes, como escritor de autoayuda que soy.
Cualquier día, cualquier hora, cualquier momento es la hora H el día D (por darle al relato belicismo) de tu vida. Lo más grande del mundo es la mente humana. El poder de la mente.
Esta mañana me he tropezado, por la calle del Horno a Luis. Luis es un chico con el que yo no hablo mucho. Nos saludamos alguna vez. Incluso sin ganas. Yo iba con algunas cajas, al contenedor. No les he dicho que soy el rey del reciclado. Y el tipo, Luis, me ha dicho: los lunes limpieza general.
Pues eso. Hoy empiezo limpieza general y les iré contando, lo limpio que se queda todo.
David Musgo