Chimillas. La Iglesia Parroquial de San Jorge, que desde el siglo XVII acompaña los anhelos, las alegrías, las sonrisas de los niños, las miradas de los abuelos, las despedidas. Edificar un pueblo es más que construir casas
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El algodón recorre los cielos y, cuando alcanza la altura de Chimillas, se abre. Es la interconexión eterna entre el firmamento y el pueblo. El sol saluda. El ser humano mira hacia arriba con agradecimiento. Hay luz
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La Alberca de Loreto como un todo. El azud que concibió Pedro I y las tierras que le rodean. La naturaleza que alimenta al ser humano y a los animales. Esos pájaros que vuelan en torno al dron de Dronnea
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La Alberca de Cortés mira hacia la ciudad, que ha encontrado en ese agua vivificante espacio para su solaz, para refresco en verano, para admiración y ejercicio todo el año.
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Campos de La Hoya, lugar de acción de Adesho.
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Es una fotografía, pero bien podría ser un cuadro de José Beulas con sus ocres y ese verde que en su oscuridad puede entrelazar esperanza y tenebrismo. Beulas era un retratista del mundo interior a través de las vistas.
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