Dirección: Philip Baratini (Reino Unido 2025)
Intérpretes: Stephen Graham, Owen Cooper, Chistine Tremarc, Ashley Watters.
Fotografía: Matthew Levis.
La serie británica “Adolescencia”, con sólo cuatro capítulos, ha supuesto una auténtica revolución estética, cultural y educativa que la han convertido –para muchos- en la mejor serie de los últimos años.
Y es que el tema en ciertamente impactante. Un día, al amanecer, la policía irrumpe violentamente en la casa de los Miller y detiene al menor de la familia, Jamie, de 13 años, al que le acusan del asesinato de una niña de su clase hace pocas horas.
Tras el golpetazo que sufre el espectador en esa escena inicial, todo va contrarreloj y el primer capítulo de la serie tiene un vértigo extraordinario.
La serie es excelente. Son varias las causas para hacerla tan grande. Señalo tres de ellas:
- Cada capítulo está filmado en un plano secuencia, en una toma continua sin ninguna interrupción. Esta técnica es muy complicada, se filma todo seguido, necesita, pues, de mucho ensayo y coordinación. A veces, la cámara sale por una ventana y recorre muchos metros; en otras ocasiones, la cámara se sube a un coche acompañando a los protagonistas. Este alarde técnico hace que el espectador se sumerja en la acción en tiempo real y provoca la angustia lógica de la carga dramática que se vive. Lo que en la pantalla dura una hora refleja una hora de la vida de los protagonistas.
- Las interpretaciones son excelentes. El veterano Stephen Grahan interpreta al desolado padre de Jaimie. Su actuación es conmovedra. Un hombre bueno superado por el horror de lo que parece haber hecho su hijo, un padre que anima, llora, se desconcierta y despierta todos sus demonios internos a la vez que intenta salvar su matrimonio.
La interpretación absolutamente sorprendente es la del debutante Owenn Cooper. Con sólo 15 años, da vida a Jaimie, el niño acusado del asesinato. Su debut ante la cámara es un auténtico prodigio. Grita, llora, amenaza, se rompe, miente, manifiesta indefensión, reclama cariño …todo un amasijo de sentimientos encontrados que el joven Cooper transmite con una veracidad extraordinaria.
- Pero, además, “Adolescencia” reflexiona brutalmente sobre temas muy candentes: la influencia de las redes sociales, con discursos radicales que se difunden impunemente, la dificultad del sistema educativo para transmitir valores, la misoginia, el bulling, la ausencia de ética en ambientes de adolescentes, la banalización del sexo, la dificultad de la familia para conocer a sus hijos, la necesidad de pasar tiempo con los hijos, de marcar límites...
Si hace unos años, las drogas eran el problema que más miedo daba a las familias, ahora, la nueva droga es aparentemente inocua, está en la habitación del joven, en su ordenador, en su móvil, en terminales electrónicos que adicionan y aportan frecuentemente contenidos inmorales con toda impunidad.
“Adolescencia” es una serie extraordinaria, novedosa, provocadora, apasionante, incómoda.
Una serie de la que hay que hablar. Una serie, en fin, necesaria.