A pesar de su juventud y de su todavía breve trayectoria, Aroa Moreno Durán (Madrid, 1981) ha sorprendido al mundo literario con dos obras destacadas, La hija del comunista (2017) y La Bajamar (2022), que han causado un gran impacto en la crítica y el público. Su talento para tejer historias profundas y conmovedoras y su capacidad narrativa se unen a una aguda sensibilidad.
La escritora y periodista inaugura este jueves, junto al gran poeta Luis García Montero, una nueva edición de los Diálogos entre escritores, que organiza la Diputación Provincial de Huesca a través del Instituto de Estudios Altoaragoneses y su departamento de Lengua y Literatura, con Ramón Acín al frente. El acto tendrá lugar en el salón de actos de esta institución, a las 19:00.
"Yo tengo debilidad por La hija del comunista, porque fue la primera novela que escribí sin saber dónde iba a parar. Es decir, no sabía si se iba a publicar, si no, o qué iba a pasar con ella una vez que se publicara y le han ocurrido muchas cosas bonitas -explica la autora-. La escribí en absoluta libertad, tratando los temas que me interesaban y que me apetecía escribir. También responde a una época de mi vida, a un momento diferente, ya que la terminé cuando mi hijo tenía meses nada más".
Considera que, literariamente, La bajamar es una mejor novela, pero supuso un esfuerzo muy diferente. "La bajamar fue una exploración mucho más oscura y profunda dentro de mí, es más sombría, y La hija del comunista la recuerdo como más luminosa".
La hija del comunista comenzó a fraguarse a partir de un viaje de Aroa Moreno a Berlín en 2014. Quería escribir una novela, después de haber publicado ya relatos y poesía, y buscaba un tema. "Siempre llega el momento en el que te preguntas: '¿Sobre qué voy a escribir?' Es un momento extraño. No vas con un tema predefinido, pero estás alerta, y de alguna manera, algo dentro de ti ya está gestándose, aunque no sepas cómo va a salir", explica.
La ciudad germana le fascinó y, además, la caída del Muro de Berlín es el primer acontecimiento histórico del que tiene conciencia. "Recuerdo que, cuando era niña, llegaron al colegio y nos dijeron: 'Ha caído el Muro de Berlín', sin entender en absoluto lo que significaba".
Por otra parte, la escritora y periodista se encontraba trabajando con el poeta y preso político Marcos Ana, que le contó que, cuando salió de la cárcel, el Partido Comunista le llevó de ruta por países del bloque soviético y en la Alemania del Este le recibió un grupo de exiliados españoles.
Reconoce que le sorprendió que hubiera refugiados en la RDA y creó una familia comunista en Berlín, que había pasado por esas vicisitudes, y cuenta su historia a través de la mirada de una niña que va creciendo en ese contexto histórico.
La hija del comunista fue publicada por Caballo de Troya en 2017 y reeditada por Random House, en 2023.
Por su parte, comenzó a escribir La Bajamar en 2018. Se encontraba pasando temporadas en el País Vasco y daba muchos paseos con su hijo de dos años por San Sebastán. "Cuando vivo en algún lugar nuevo, me gusta meterme un poco hasta el fondo, impregnarme de su historia, y me di cuenta de que Esukadi no lo iba a comprender tan fácilmente, sobre todo si estaba tan metida en en el universo túnel de la crianza".
Entonces decidió escribir algo relacionado con esta tierra, "para tratar de entender mejor a esta gente que ha vivido un siglo XX tan tenso, de revueltas sociales, guerra, posguerra, dictadura y la violencia del terrorismo".
"A lo mejor si lo hago desde el punto de vista de las mujeres que son madres y que han vivido aquí, me concierne en este momento de mi vida", consideró también.
Por otro lado, a la salida de un club de lectura de La hija del comunista en la capital donostiarra se le acercó una persona, con la que después quedó para que le contara una historia de exilio, protagonizada por su madre y sus tías, que había sido niñas de la guerra.
Con aquel relato comienza La bajamar, una tremenda historia, que es emocionante y real y que a Aroa Moreno le puso la carne de gallina. "Inicié ese primer capítulo sin saber a dónde iba a ir a parar la novela, y fue después cuando decidí contarla con tres voces, de tres mujeres de generaciones distintas", detalla.
La autora observa que en las dos novelas hay una especie de "pregunta sumergida", que tiene que ver con la vida privada. "Decisiones íntimas que una persona toma cuando es zarandeada por el contexto histórico, por unas coordenadas de espacio y de tiempo en la que naces, si eso condiciona o no condiciona tu vida", reflexiona.
Por otro lado, indica que, aunque La hija del comunista sucede en Berlín, ambas son dos historias de España. Ahora Moreno señala que, "para comprender este país hay que llegar hasta la herida más profunda que es la Guerra Civil". Sus consecuencias "las vemos en la política cotidiana de España", subraya, y agrega que siempre le ha interesado también el tema del desarraigo y la identidad.