Una arrolladora Mon Laferte puso broche de oro a la XXXI edición de Pirineos Sur, por la que han pasado más de 33.000 espectadores. Han sido 31 conciertos durante 16 jornadas sobre el escenario flotante de Lanuza, varios de ellos multitudinarios: Vetusta Morla, La Plazuela, Ricky Martin, Lila Downs… Sergio Vinadé, director del festival, considera superadas las expectativas. "Nuestra prioridad era crear un acceso seguro para todos los espectadores que llegaban hasta Lanuza. Implantar estas nuevas medidas para facilitar la movilidad ha sido el mayor reto al que nos hemos enfrentado en esta edición y estamos muy contentos con el resultado”.
Mon Laferte es una de las cantantes latinoamericanas más escuchadas de los últimos años. Ha visitado el escenario flotante de Lanuza por segunda vez, ahora como parte de su gira 'Autopoiética'. Su anterior visita fue en 2019, precisamente como cierre de la edición de ese año y, una vez más, la artista ha hecho vibrar el Anfiteatro en un show provocativo y circense en el que no han faltado la calidad musical y el sentido del humor. La noche arrancaba con la voz dulce y arrolladora de Marilia Monzón, que muy lejos de aquella joven que se dio a conocer en OT 2018, ha cautivado al público con sus canciones pegadizas y sonidos exóticos. Para cerrar DJ Pendejo hizo bailar a todos los asistentes con una sesión que sirvió para dejarnos con ganas de Pirineos Sur 2025.
PIRINEOS SUR EVOLUCIONA
“Lo primero de todo, me gustaría felicitar a la nueva promotora adjudicataria porque, pese a que han contado con muy poco tiempo para programar, han conseguido un cartel de primer nivel, con estrellas nacionales e internacionales que han logrado atraer mucho público hasta el auditorio natural de Lanuza. De hecho, como nos han hecho saber desde el sector hostelero del valle de Tena, Pirineos Sur ha vuelto a ser un foco de atracción turística dejando un mes de julio con muy buena ocupación”, apunta Carlos Sampériz, diputado-delegado de Promoción Cultural, Innovación y Transformación Digital de la Diputación Hasta 41 nacionalidades han pisado Lanuza este año incluyendo a ciudadanos de los cinco continentes: franceses, italianos y alemanes, pero también amantes de la música de Marruecos, Australia, Indonesia o Colombia. Aun así, el grueso del público este año, un 76% es de origen aragonés, un dato que prueba que este festival de raíz cuenta con todo el apoyo del territorio.
El compromiso por la sostenibilidad ha sido una de las grandes apuestas de esta edición. Sampériz destaca que “las lanzaderas de autobús a Sallent y Formigal, han funcionado a la perfección y han conseguido desatascar de tráfico la zona los días de concierto contribuyendo además de forma efectiva a cumplir con nuestro compromiso con la sostenibilidad, primando proteger el entorno y minimizando el impacto medioambiental disminuyendo las emisiones de CO2”.
Pirineos Sur ha puesto en funcionamiento un sistema de buses lanzadera que han realizado cerca de 35.000 traslados desde Formigal a Sallent y al propio recinto de Lanuza. Siguiendo la línea de otros festivales y como también hacen muchas capitales europeas, que tienden a desatascar sus centros urbanos de coches, el festival ha marcado entre sus objetivos de este año generar un espacio libre de tráfico para poder disfrutar del entorno natural.
Para garantizar la fluidez en los desplazamientos se ha realizado una inversión de 180.000 euros con una media de 8 autobuses diarios en circulación, que se vio reforzada hasta alcanzar los 16 buses el 12 de julio, para facilitar la afluencia de público del concierto de Vetusta Morla que colgó el cartel de entradas agotadas.
El cartel de esta edición ha continuado la tendencia de los últimos años: abierto para todos los públicos y a todo tipo de estilos. Durante cuatro fines de semana seguidos, del 4 al 28 de julio, han pasado artistas tan diversos como: Vetusta Morla, Ricky Martin, La Plazuela, Sílvia Pérez Cruz, Mon Laferte, Lila Downs, Mulatu Astatke, Chucho Valdés, Melendi, Israel Fernández, Sara Baras, Carmen Linares o Rodrigo Cuevas, entre otros.
Sergio Vinadé, director del festival, también ha puesto en valor la capacidad de la programación para convocar, por primera vez, a muchos vecinos de la zona. “Mantener la esencia de Pirineos Sur es prioritario para nosotros, porque queremos seguir andando en lo que durante 31 años ha demostrado que es el carácter fundamental del festival. Sin embargo, también hay que abrirlo a nuevos públicos y tener en cuenta que hay mucha gente del valle que tradicionalmente no se ha visto incluida. Hacer que un festival sea sostenible también es pegarlo al territorio” indica.
Vinadé destaca además que “el escenario de Lanuza es un espacio capaz de sostener y elevar cualquier tipo de producción”. Desde el concierto íntimo y minimalista de la portuguesa Maro al show internacional con bailarines del archiconocido Ricky Martín; en Pirineos Sur encuentran su hogar y su público todas las músicas del mundo hasta hacerlo suyo. Y es que todos los artistas que han pisado las tablas flotantes de Lanuza han apreciado, además el carácter único de este anfiteatro así como la larga historia de este festival, que ha visto nacer a grandes iconos de la música.