Arte bajo la luna ha vuelto a Sariñena este lunes para cumplir su misión de concitar a artistas amateurs -y no por ello menos admirables y virtuosos- relacionados con las diferentes disciplinas musicales o literarias, bajo la organización de la dinámica Tertulia cultural violinista José Porta y Sariñena Editorial, en la entrada del cine teatro El Molino que ha albergado a medio centenar de personas desafiantes del intenso calor, algo aliviado en el atardecer.
El promotor cultural y editor Salvador Trallero es un apóstol del mundo de la creación y de un mensaje: "El respaldo a cualquier atisbo de creatividad y arte en contraposición al mediocre sectarismo que rema en la dirección contraria". Ha parafraseado al experto en marketing y emprendedor Juan Luis Saldaña: "... frente a un mundo que hace política de cada pequeña tontería, hacen falta artistas, iluminados, pensadores libres sin precio”.
Juan Antonio Casamayor, “el trovador de la estepa”, a la guitarra y Miguel Peña a la percusión han interpretado el tema compuesto por Juanjo Escanero A Monegros has de venir.
La poetisa Mari Tricas, de San Lorenzo del Flumen, ha recitado su poema La Luna está triste.
Ese siempre joven jotero que es José Antonio Villellas hizo revolotear las alas del corazón de todos con su poder y su fantástico estilo.
Tras él, la música francesa en voz de Merche Albacete con Tous les Garçons et les filles de Françoise Hardy.
Isabel Areste ha traído a la noche de verano el suspense y el miedo con Vigila tus pasos.
Para recomponer el ánimo, la jota aragonesa de Enma Cucalón y su pequeño recital de obras propias, Recio se escribe en Monegros y Plegaria a San Antolín
Y, de lírica a lírica y tira porque le toca, la poesía con Manuel Barrieras y su universal Universo poético, que integra un poemario en ciernes para su publicación.
Salvador Trallero, que tiene alma de artista, ha entrado en escena con la motada Blas Femando del Dance de Sariñena, otra de sus 'batallas'. “Hay que apoyar al Dance desde las instituciones”.
Vuelta de Juan Antonio Casamayor con el inevitable My way de Frank Sinatra, que viene a ser un elemento universal para incitar a cantar coralmente tras el solista.
Magdalena Justo ha interpretado los Cantares en versión de Alberto Cortez.
Nora Moreno, espíritu colombiano, ha acercado el ritmo hispano con una balada de la mexicana Natalia Lafourcade.
Isabel Peralta ha recitado versos propios en su Poema libre para añadir encanto a la velada.
Silvia Ripoll, por su parte, se ha aplicado a compartir los poemas de su libro En este tiempo prolongado con Frances García a la guitarra, y este último ha interpretado melodías de The Beatles y Pink Floyd.
Faltaban los trinos de “el ruiseñor de Pallaruelo”, José María Lasierra, que reivindicaba la cultura con la herramienta del relato, en concreto en este caso El pincho del costumbrista oscense Pedro Lafuente.
El colofón ha llevado la firma de Merche Albacete con una Bailando de Alaska, que permitía recorrer en una velada todas las épocas de la creación.