La Banda de Música de Huesca (BMH) recupera tras lustros de ausencia su escuela, un centro que apuesta por la pequeña dimensión para poder dedicar tiempo a sus alumnos y alumnas y que se convierta en una “verdadera cantera” para el grupo.
Este pasado miércoles se hizo la presentación de esta Escuela de Banda en una jornada de puertas abiertas en su sede, en la que la presidenta de la BMH, Montse Ipas, el secretario, Javier Ruiz, y el director de la Banda y de la futura escuela, Alejandro Escuer, expusieron el proyecto y pusieron de manifiesto la necesidad de crear este centro. Participaron en este acto la concejala de Cultura, Teruca Moreno, y la edil de Educación, Juventud e Infancia, Sonia Latre.
Este jueves se ha abierto la preinscripción de forma telemática, a través de un formulario alojado en la página web www.bandamusicahuesca.com, una primera fase que se cerrará el 10 de julio. Quienes resulten admitidos podrán formalizar la matrícula entre los días 15 y 20 de julio y el curso se iniciará y desarrollará coincidiendo con el calendario escolar.
La Escuela de Banda está dirigida a niños y niñas con inquietudes musicales que quieran formar parte de la BMH. Unidos por la “pasión por la música y por nuestra ciudad”, indican desde el grupo.
Montse Ipas ha explicado que la finalidad de la escuela es "formar músicos, tanto de cara a integrarse en la banda como para crear sinergias con otras escuelas, el conservatorio y el colegio El Parque, que cuenta con un programa de Integración Curricular de Música.
“Vamos a empezar desde cero, con un grupo reducido de niños y niñas que no tengan conocimientos para hacerlos crecer y que en cuatro o cinco años puedan tener una formación suficiente para formar parte de la banda”, ha señalado Ipas.
La presidenta de la BMH ha apuntado que la iniciativa incluye que, conforme vayan avanzando, “los alumnos de la escuela puedan formar una banda joven, que puedan ir trabajando repertorio de banda”.
Alejandro Escuer, por su parte, ha trasladado que no se busca un centro grande, sino “formar gente, nutrir a la banda y que esto sea una cantera de verdad. Para ello queremos que sean pocos alumnos y alumnas y poder dedicarles tiempo”.
En este sentido, ha concretado que las plazas podrían estar limitadas una decena “y, si cada año entra una cifra similar, tener una escuela de 40 o 50 personas, no ambicionamos más”, ha añadido.
El director de la BMH ha expuesto que se busca empezar en un nivel 0. “No tienen que saber nada, así es mucho más fácil juntarlos en un grupo de lenguaje musical, que todos vayan a la par, si no uno se aburre, otro va a remolque... El ideal es ir todos juntos, que se integren como grupo, que socialicen. En la música es fundamental estar, trabajar y tocar con los demás. Si desde pequeños creamos eso, van a estar acostumbrados a tocar en grupo y van a socializar mucho mejor. Esto es superimportante”.
Un carácter diferenciador entre centros es la carga lectiva de las clases. En el conservatorio son cuatro o cinco horas a la semana “y se nota muchísimo”. La Escuela de Banda no pretende acercarse a ese tiempo de estudio. “Queremos que en 4 o 5 años los niños y niñas estén ya dentro de la banda, y eso solo se consigue con carga lectiva de tipo medio, unas dos horas a la semana, que creo que es suficiente para que un niño en 5 años esté dentro de la banda. Empezará con unos papeles más fáciles, pero es cuestión de experiencia, de hacerse y a base de tocar se aprende y gana mucho”, ha expuesto Escuer.
En la Banda de Música de Huesca se vive con gran ilusión este proyecto, que recupera un centro que ya existió en los inicios del grupo, pero que se fue perdiendo.