El Bluegrass es un género musical derivado de las bandas de cuerdas muy populares a partir de la segunda mitad del siglo XIX en la sociedad rural y minera de varios estados del sudeste de los Estados Unidos. Con diversas influencias provenientes de varias corrientes musicales como la base rítmica del blues, el mandolino (instrumento musical de cuerda, parecido a la bandurria, pero de menor tamaño y con cuatro cuerdas dobles que se tocan con una púa llamada plectro) traído por los inmigrantes europeos, la armonia vocal de la iglesia protestante blanca y el banjo ejecutando melodías a una velocidad asombrosa...
Durante las décadas de los años 40 y 50, el Bluegrass creció en audiencia pero hacia fines de esta última década fue un poco relegado debido a la efervescencia del Rock & Roll. Hasta que, ya en la década de los sesenta, el movimiento folk permitió al estilo salir de nuevo a los medios , comenzando su crecimiento y expansión, ganando adeptos en todo el mundo.
Incluso en Las Borges Blanques, que es de donde llegan a esta tarde de música popular, el grupo The Denim Rips. Procede señalar en este momento que denim es el nombre del producto textil barato y básico con el que se hacían los pantalones de trabajo de mineros y vaqueros. Es decir el tejido con el que hacen los blue jeans. Y el nombre del grupo puede traducirse, más o menos libremente, cono "Vaqueros desgarrados".
En un espacio delimitado acomodan sus instrumentos. La plaza Santa Agueda de Fornillos aparece llena de público de edades muy diversas. El sonido ha sido ya probado con anterioridad y lo cierto es que se ha escuchado de manera espectacular en este rincón del Aragón rural.
A lo largo de algo más de una hora, esta formación compuesta por guitarra, banjo, mandolino, violín y contrabajo en la parte instrumental, salpicada por sones de armónica de manera esporádica armoniza en voces en trío o dúo siempre con una voz muy alta que le da un característico sonido desgarrado y cautivante, conocido como el "high lonesome sound". Las letras cuentan historias sencillas que tienen en común su autenticidad y atrapan al oyente.
Los bises del concierto no se hacen desde el espacio acotado como escenario. Los miembros del grupo, sin dejar de cantar y bailar, se mezclan con los asistentes e incitan a acompañarlos en la alegría musical que contagian.
La tarde ha sido, climatológimante, agradable y una breve y ligera lluvia ha constituido el aplauso final a estos músicos.