Las retahílas son secuencias narrativas repetitivas caracterizadas por la acumulación de elementos, ya sea acciones o frases, siguiendo un patrón rítmico que facilita la memorización. Este mecanismo ha sido fundamental en la tradición oral de muchas culturas, apareciendo tanto en relatos antiguos como modernos. Cumplen una función educativa, transmitiendo historias y valores de generación en generación, y son especialmente comunes en la literatura infantil.
David Zamora dirigió este lunes una actividad titulada "El cabritico y otros cuentos de la tradición infantil" en el Centro Cívico Santiago Escartín Otín de Huesca, donde invitó a participar en una literatura abierta, y explicó algunas de las características y el origen de las retahílas, ilustrando con numerosos ejemplos su presencia en diversas culturas a lo largo del tiempo. Zamora exploró cómo estas narraciones conectan a las personas a través de la historia y las fronteras culturales.

Comenzó con el conocido cuento del cabrito. En este caso, mostró cómo un texto en ladino, la lengua de los judíos sefardíes, refleja este tipo de narraciones repetitivas que se han transmitido a lo largo de generaciones. La historia, que inicia con un cabrito marcado por su padre, se va incrementando conforme nuevos personajes y situaciones se suman, siguiendo un patrón característico. Como explicó Zamora, este tipo de narrativa es un claro ejemplo de la tradición oral sefardí, con paralelismos en otras culturas.
David Zamora nació en Huesca, su pueblo es Sabiñánigo, pero se siente de Arraso, un núcleo de la Guarguera. Miguel Escartín, presidente de la Universidad Ciudadana de Huesca, asumió el papel de presentador y explicó de él que fue pastor durante más de 30 años, periodo en el que dedicó mucho tiempo a estudiar y leer -como Miguel Hernández-, desarrollando ideas profundamente vinculadas a la tierra y la naturaleza, pero también proyectadas a lo universal.

Según Escartín, los cuentos repetitivos y encadenados nos unen como seres humanos, trascienden fronteras y épocas, y son fundamentales para entender la tradición oral.