"Carismática, tolerante y leal", los rasgos de Sol Acín descubiertos por su hijo Sergio

La Escuela Oficial de Idiomas ha acogido uno de los actos para presentar en sociedad su nuevo nombre, que ha contado con la presencia de Sergio Lindemann

Periodista
02 de Diciembre de 2022
Conociendo a Sol Acín Monrás en la Escuela de Idiomas de Huesca

Carismática, tolerante, leal y muy despistada han sido algunos de los adjetivos que ha utilizado Sergio Lindemann Acín para describir a su madre, Sol Acín Monrás. Lo ha hecho en un acto celebrado este viernes en la Escuela Oficial de Idiomas, dentro de las actividades que desarrolla el centro desde que ha adoptado el nombre de la hija de Ramón Acín y Conchita Monrás.

Una de las aulas ha acogido la entrañable cita, en la que han participado miembros de la familia Acín, amigos, personal y alumnos de la escuela y de otros centros, Amparo Roig, directora del Servicio Provincial de Educación, la diputada de Cultura de la DPH, Maribel de Pablo, y el concejal de Cultura, Ramón Lasaosa.

El director de la EOI, José Luis Nadal, ha abierto el acto señalando que es un momento importante en la historia del centro presentar en sociedad su nuevo nombre, Sol Acín Monrás, y ha explicado la razón de la elección. “Se enmarca en nuestro plan de igualdad, dentro del que nos propusimos adoptar el nombre de una mujer para nuestra escuela. Tuvimos un momento de inspiración -ha recordado- con ocasión hace un año de la exposición fotográfica sobre la familia de Ramón Acín, porque encajaba muy bien en el perfil que nos habíamos planteado”. Ha detallado que “su vida estuvo relacionada con los idiomas, tanto personal como profesionalmente. Fue profesora de francés, fue traductora, también hablaba alemán. Pero es que además es poetisa”, con su libro "En ese cielo oscuro".

El acto se ha celebrado en una de las aulas de la Escuela Oficial de Idiomas.

Al tiempo de la elección, se propusieron difundir su figura, para lo que se ha realizado actividades con alumnos en los cuatro idiomas basadas en textos publicados sobre Sol Acín, un concurso de marcapáginas, una conferencia del profesor Víctor Juan, patrono de la Fundación Ramón y Katia Acín, una exposición de imágenes de Sol, además del acto celebrado este viernes, y que no será el último. “Estamos plantando semillas y esperamos que germinen en la ciudad y su figura vaya calando”, ha dicho Nadal.

Para finalizar, ha citado un texto de Mercè Ibarz, amiga de Sol Acín, que concluye: “Un único libro no es mucha obra, cierto, pero puede ser toda una obra y en su caso lo es”.

Sergio Lindemann ha agradecido la “emoción y alegría” que le produjo la decisión de la EOI de adoptar el nombre de su madre. Durante su intervención no ha querido entrar en la poesía de Sol Acín, que es “difícil, muy mística, muy interiorizada”, ha dicho emocionado, y se ha centrado en la persona que fue.

“Ya sabéis que ya tenía carisma, que empezaba por la mirada, que tenía fondo. Captaba a las personas perfectamente, enseguida veía con quien sintonizaba y con quien no”, ha relatado.

Sergio ha recordado que llegaron de Alemania a San Sebastián en 1968, cuando Sol se acaba divorciar, para ocupar una plaza de profesora de francés. “El impacto entre sus colegas fue enorme, porque tenía toda la las referencias del extranjero; no habían pasado dos semanas y ya no había día que no estuvieran amigas en casa”, ha puesto como ejemplo.

También ha relatado la “gran influencia” que tuvo sobre él, en su visión de la política y del mundo. “Venía mucha gente a casa, hablaba de política y mi madre siempre argumentaba, contraargumentaba, y lo hacía de una manera muy analítica y emocional al mismo tiempo, sin ningún tipo de doctrinarismo, nada de fanatismo. Tengo que decir que yo de la historia de mis abuelos no me enteré por mi madre, desde luego me enteré de la manera que tenía que ser en el momento que tenía que ser, lo cual contribuyó a que tenga una visión de tolerancia, igual que mi madre”.

En este sentido, ha continuado explicando que su madre “veía al fondo de las personas” y en eso se basaba para que le convencieran o no, y ha enlazado con Ramón Acín, “porque -ha dicho- mi abuelo y mi madre tenían muchas cosas iguales, también él era muy tolerante”, y ha citado las buenas relaciones que mantenía con personas de derechas como Compairé y que muchas de ellas “se sintieron fatal con lo que le pasó”. “Era una persona que tenía su ideología, su idea de una España nueva, pero con una empatía que muchos dirigentes revolucionarios no han tenido”.

Volviendo a su madre, ha asegurado que era de “una lealtad enorme hacia sus amistades”, pero que no se dejaba utilizar. “Si veía que alguna quería aprovecharse de la situación, era radical”.

Y ha citado Sergio dos intolerancias de Sol. La primera, la muerte. “Veía la muerte como algo intolerable” y cuando llegó el momento de brindar cuando falleció Franco dijo: “Yo en ningún caso brindo por la muerte”. También se ha referido a que tanto su madre como su tía Katia “no dijeron un taco en su vida”. Ha resaltado que ambas podían presumir de tener “unos principios básicos, una cierta finura y precisión en el lenguaje".

La otra intolerancia de Sol, al igual que su padre, era “la injusticia”, ha subrayado Sergio. Solo un defecto, era superdespistada. “Solo he conocido a una persona más despistada: yo”, ha comentado entre risas.

Para concluir ha leído unas palabras de Rosa Sender en las que cuenta cómo conoció a Sol y como fue forjándose la gran relación que mantuvieron, así como que fue Ana Moix quien con José María Carandell quienes consiguieron que se publicara su libro. “Recuerdo aquel periodo como muy gozoso, agrupando y repasando los poemas incontables veces, pero quitándoles cualquier trascendencia y acompañándonos de aquel sentido del humor tan suyo y de alguna que otra carcajada”, culmina.

El acto ha contado también con la lectura de varios poemas y una actuación musical, y se ha sumado la nieta de Ramón Acín Katia García-Bragado Acín quien ha querido trasladar un poema que su esposo Joaquín Coll escribió a la muerte de Sol y que finaliza: “Desde que faltas se hacen más cortos los veranos y va menguando junto a nuestro empeño el agudo dolor que nos causó tu ausencia, el recuerdo de tu sonrisa abierta, la mirada serena de tus ojos. Nos falta el humor de tu palabra aguda y quién sabe si también tu enojo. Nos queda el recuerdo de tu sonrisa larga, el suave murmullo de tu voz pausada y el inquieto legado de tus versos”.

Etiquetas: