Carlos López-Otín: "La inadaptación psicosocial está en el origen de la epidemia de soledad y ansiedad que se extiende por nuestra sociedad"

El científico acaba de publicar "La levedad de las libélulas", un libro que aborda desde una perspectiva innovadora la salud y el bienestar emocional

10 de Noviembre de 2024
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Carlos López-Otín.
Carlos López-Otín.

El último libro de Carlos López-Otín (Sabiñánigo, 1958), La levedad de las libélulas, aborda temas fundamentales sobre el bienestar y la salud desde una perspectiva innovadora y profunda. Redefine este último concepto como un estado de equilibrio físico y mental que depende de múltiples factores sociales, emocionales y de estilo de vida.  Además, identifica nueve características clave que sustentan el bienestar del organismo.

A lo largo del libro, López-Otín, uno de los científicos contemporáneos más importantes del mundo, introduce el concepto del "exposoma" y reflexiona sobre la salud como un bien precioso y frágil, similar a una libélula, que requiere una protección constante y consciente.

El autor también analiza las crecientes amenazas a la salud mental en el contexto actual, y destaca factores como la inadaptación psicosocial, el estrés y la toxicidad ambiental. En lugar de reducir la salud a una serie de hábitos superficiales, el libro aboga por un enfoque más amplio que incluye la educación, el respeto, el control del estrés y un "ayuno digital" como componentes esenciales para el equilibrio mental.

La levedad de las libélulas destaca, además, por sus interacciones imaginarias con figuras como Leonardo da Vinci y Julio Cortázar, quienes aportan reflexiones profundas sobre la enfermedad y la existencia. París, ciudad que ha sido fuente de inspiración y serenidad para López-Otín, enmarca este viaje introspectivo que mezcla ciencia y filosofía en busca de un equilibrio que trascienda los límites físicos y emocionales.

"La salud es también el fruto de la equidad social y una forma especial de cultura"

"En el libro defino la salud como el silencio, la armonía y la sabiduría del cuerpo. Estas ideas reflejan conceptos que vienen del pasado, pero a los que en los últimos años hemos dado contenido científico tras la definición de las estrategias moleculares y celulares que nos ayudan a mantener nuestro bienestar físico y mental -explica el autor-.  Además, a medida que se avanza por las páginas del libro vamos descubriendo que la salud es también el fruto de la equidad social y una forma especial de cultura, la cultura de la vida, que nos invita a responsabilizarnos y proteger nuestra propia salud, ese don maravilloso, pero a la vez tan frágil como una leve libélula en vuelo al sol".

Esta forma de entender la salud trata de introducir la idea de que como la salud es un bien tan preciado no puede entenderse únicamente como la ausencia de enfermedad y debe ser una condición definida en positivo. Por eso, el trabajo científico que ha realizado en estrecha colaboración con el doctor Guido Kroemer en París ha explorado esta cuestión y propone que la salud deriva de nueve características organizativas y dinámicas que mantienen las funciones del organismo para asegurar nuestro bienestar. "Además, estos determinantes de salud nos ayudan a estar más protegidos frente a las numerosas alteraciones o daños a los que estamos expuestos en nuestra vida cotidiana y que configuran lo que se conoce como exposoma", añade.  

Carlos López-Otín vio mermada su propia salud mental como resultado del acoso laboral y el sabotaje de su laboratorio que experimentó en la Universidad de Oviedo, incidentes que marcaron profundamente su vida y su trayectoria profesional. Estas situaciones de hostigamiento impactaron en su bienestar emocional y lo llevaron a una profunda reflexión.

Carlos López-Otín.
Carlos López-Otín.

Aunque el investigador diferencia la medicina de la salud y la de la enfermedad, puntualiza que no se trata de aproximaciones opuestas, dado que son "absolutamente complementarias". La levedad de las libélulas muestra que "además de cuidar la salud, hay que atender y tratar de curar las más de 17.000 enfermedades distintas que se recogen en el último censo de los males del mundo".

"La medicina de la salud -agrega- es una propuesta científica integradora que persigue analizar en positivo los mecanismos moleculares y celulares que determinan que la vida transcurra de la mejor manera posible. Además, pretende ir más allá de los actuales métodos reduccionistas y formular nuevos marcos de pensamiento humanista que adopten miradas amplias en cuestiones tan complejas como las relacionadas con la salud y las enfermedades".

"La mayoría de riesgos para nuestra salud mental dependen de nuestros particulares estilos de vida"

La mayoría de los riesgos para nuestra salud mental, explica, salvo en casos muy concretos no derivan de mutaciones en unos u otros genes de predisposición a enfermedades mentales, sino de factores relacionados "con nuestros particulares estilos de vida" en cuanto a nutrición, ejercicio y patrones de sueño y descanso.

Además, el científico serrablés observa que "debemos evitar aspectos negativos como el estrés y la toxicidad tanto ambiental como humana".

Finalmente, apunta respeto a esta cuestión que, recientemente, han incorporado la idea de que "la inadaptación psicosocial, que se refiere a la tensión permanente entre nuestra biología y el entorno social y emocional en el que vivimos, está en el origen de la epidemia de soledad y ansiedad que se extiende por nuestra sociedad".   

MÁS DE MIL MILLONES

Carlos López-Otín desmonta un tópico que continúa muy extendido. Las enfermedades mentales han sido frecuentemente estigmatizadas a lo largo de la historia, "pero durante mucho tiempo se pensó que eran patrimonio preferente de personas con los típicos dones de creatividad o introspección que suelen acompañan a los artistas, a los escritores o a los músicos".

"Debemos evitar aspectos negativos como el estrés y la toxicidad tanto ambiental como humana"

Reconoce que el estigma, a día de hoy, no ha desaparecido, pero "el desequilibrio emocional se ha democratizado de tal manera que más de mil millones de seres humanos padecen algún tipo de alteración en este sentido".

Además, prosigue el investigador, "más de un millón de personas deciden cada año despedirse de la vida por propia voluntad", lo que unido a los números anteriores avalan esa idea de "epidemia de tristeza" que acontece en nuestro planeta. "Pero que a mí no me permiten olvidar que más allá de las gélidas y anónimas estadísticas, hay personas concretas, con sus nombres y apellidos individuales, que necesitan atención, respeto y cuidado", recalca. 

CÓMO VIVIR EN EQUILIBRIO

El arte de mantener la salud es muy complejo, y lograr el equilibrio físico y mental no es una tarea nada sencilla en el mundo actual. Así lo cree López-Otín quien, de hecho, a menudo piensa que, "entre las imperfecciones biológicas, la toxicidad ambiental y humana, y el ruido físico y social que nos invade, lo verdaderamente asombroso es sobrevivir".

"Por ello, asumo que puede invadirnos la desesperanza, pero hay que perseverar en el intento de mejorar la situación actua", añade.

En La levedad de las libélulas, presenta algunas propuestas en este sentido, tanto en lo que se refiere a aspectos científicos y médicos, como a los puramente sociales y emocionales. Las aproximaciones científicas y médicas "serán difíciles de implementar de manera generalizada e igualitaria mientras no haya un mayor progreso tecnológico y un decidido compromiso con la equidad social, pero las estrategias referidas a los estilos de vida son mucho más accesibles", considera.

Por ejemplo, apunta que, además de las campañas que intentan promover la salud recordando los perjuicios de la malnutrición, el sedentarismo y el uso de sustancias tóxicas como el tabaco o el alcohol, debería informarse a la población de los factores que favorecen la salud mental.

"Algunas necesidades apremiantes: educación, respeto, empatía, ayuno digital, calidad de sueño y control del estrés"

"Unas pocas palabras serían suficientes para ilustrar algunas de las necesidades apremiantes en este ámbito: educación, respeto, empatía, ayuno digital, calidad de sueño y control de estrés. En todo caso, no hay elixires mágicos y el libro deja muy claro que hay que evitar las exageraciones en torno a los remedios para mejorar el bienestar físico y mental, así como la formulación de promesas de salud y curación inmediata de enfermedades que luego no se van a poder cumplir.

UN LIBRO DE VIAJES

La obra literaria de Carlos López-Otín abarca temas fundamentales sobre la vida, la salud y la enfermedad, explorados desde una perspectiva científica y profundamente humana. Comenzó con una trilogía que dio como primer fruto La vida en cuatro letras, donde explica los secretos de la genética y el funcionamiento de la vida; siguió con El sueño del tiempo, una reflexión sobre el envejecimiento y el paso de los años; y culminó con Egoístas, inmortales y viajeras, una obra centrada en el cáncer y su impacto en el organismo humano desde una perspectiva evolutiva.

A esta trilogía hay que sumar Palabras para Samuel, un emotivo libro escrito para celebrar la vida de un chico que no pudo cumplir los 18 años debido a un tumor imposible.

La levedad de las libélulas es un libro de viajes cuyo destino es el centro de la salud y en el que además de leer, se invita al lector a mirar, escuchar, pensar y disfrutar. "Mi guía personal en este viaje onírico y metafórico es el gran Leonardo da Vinci que deja varias reflexiones a lo largo del texto -explica el autor-. Por ejemplo, tras concluir el primer Congreso Solvay de la Salud celebrado en Bruselas en octubre de 2023, Leonardo se dirige a los participantes y dice:  "Me habéis enseñado que la enfermedad humana refleja el desequilibrio, la pérdida de la armonía y la ausencia de geometría que se presentan en la intimidad de nuestro organismo…..Creo que tal vez la solución se encuentre en la restauración de ese equilibrio perdido no solo por medio de la medicina de la enfermedad, sino avanzando en paralelo con la medicina de la salud…..La salud y la enfermedad forman parte de la misma ecuación y ante mis ojos estos conceptos se difuminan como si estuvieran pintados con ese sfumato sin líneas ni bordes, a modo de humo, que tantas veces utilicé en mis obras".

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Julio Cortázar es otro protagonista importante de La levedad de las libélulas en cuyas páginas dice: "En mis libros he tratado de encontrar respuestas a mis peores miedos, a mis demonios más crueles, y en Rayuela llevé este afán a la máxima expresión. Mis lectores saben bien que su personaje central, Horacio Oliveira, enamorado a su manera de Lucía la Maga, es una representación de mí mismo, de mi deseo de comprender el mundo en su conjunto, de mi necesidad de entender por qué́ las cosas ocurren de una manera y no de otra, de mi propósito de disfrutar de la vida y a la vez admitir la enfermedad y la muerte, de mi angustia por constatar que hemos escogido una forma de vida con la que no logro identificarme".

La práctica totalidad de la trama de La levedad de las libélulas transcurre en París, un lugar que a Carlos López-Otín siempre le ha regalado "extraordinarios momentos de creatividad y serenidad".

"En estos dos últimos años estas sensaciones positivas se han incrementado hasta transformarse en auténticos bálsamos de salud física y mental. Además, y tal como recojo en la dedicatoria del libro, la colaboración científica con Guido Kroemer en su laboratorio de La Sorbonne es mi mayor estímulo intelectual actual". 

       

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