Fundación Vanes de Jan van Eden, a un año de convertir Sabayés en capital del arte comprometido

El centro diseñado arquitectónicamente por Sixto Marín será inaugurado el 27 de julio de 2024 para convertir en realidad un sueño de la galerista Pepa Santolaria (fallecida en 2015) y del pintor de los Países Bajos

29 de Julio de 2023
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Jan van Eden en la Fundación Vanes de Sabayés

"Mi visión de este mundo se capta en una pintura. En medio, el poder, la política, la gente que gobierna en este mundo, con los medios como la televisión y la radio. A su lado, los elementos que entretienen al mundo, con la guerra o el deporte. Hay poca diferencia. Todo está dentro de una cúpula donde nosotros vivimos, bien organizada. Pero dejamos el mundo en llamas y con oscuridad, que está en los márgenes de esta pintura". Estamos en la Fundación Vanes (Van der Eden Santolaria es el despliegue del acrónimo), en Sabayés, el proyecto que es póstumo en el caso de Pepa Santolaria (falleció en 2015) y uno de los empeños vitales de Jan, el prolífico pintor holandés (Voorburg, 1942), geólogo y galerista en ese dúo virtuoso que conformó con Pepa.

La vida de Jan van Eden es un hilo narrativo en el que la coherencia se ve sometida a las pruebas de sus peripecias existenciales. Con Pepa, soñaron y empezaron a construir esta gran obra cuya firma arquitectónica es de Sixto Marín y a la que dotaron de contenido con la obra del artista de los Países Bajos. Sabayés, raíz de la galerista de Singel 100 en Amsterdam. Aquí, entre las paredes de la planta baja y las de la alta que constituyen un homenaje a la mujer de su vida, transcurre la ejecutoria, el pensamiento y el arte de Jan, al que acompaña su familiar José Andrés Santolaria. Sobre la parte baja del pueblo, se erige robusta y armónica la construcción, austera y a la vez hermosa. Quedan apenas doce meses para su inauguración, que tiene fecha y hora: el 27 de julio a las 19 horas. Un juego. El 27 del 7 a las 7 de la tarde.

El relato de su fascinante trayectoria a través de la pintura nos lleva a descubrir una personalidad rectilínea en su componente ético, aunque dispar en los objetivos de sus ojos que diferencian la justicia y la injusticia provengan de donde provengan. Aunque alejado de los ismos, quizás salvo el activismo, se aprecian tintes expresionistas o neorrealisas, ora tendentes a la abstracción, ora a la figuración. En el soporte, predominantemente la tela, pero en su vida pictórica ni siquiera en esto hay exclusividades.

"Mi visión de este mundo se capta en una pintura. En medio, el poder, la política, la gente que gobierna en este mundo, con los medios como la televisión y la radio. A su lado, los elementos que entretienen al mundo, la guerra y el deporte. Hay poca diferencia" 

No dejará este cronista que la cronología se apodere del relato. Vamos por el final de la visita, en la parte alta de la Fundación Vanes, y llevamos el orden que decide el artista. "Aquí empieza mi carrera como pintor. Después de mi bachillerato, cuando empecé mis estudios en la Universidad. Vivía en la casa de mis padres y tenía un estudio muy bonito en una casa grande en Groningen. Y pintaba en formatos grandes, de 1,20 por dos y pico. En estos años no había acrílico, sólo pintura al óleo. Pero esta pintura es una témpera al huevo. Le cogía los huevos de la cocina a mi madre, usaba las yemas y dejaba a mi madre las claras. Estos pigmentos son míos. Más tarde yo tenía que salir para continuar con mis estudios, porque me fui a otra universidad para estudiar Geofísica, a Leyden. Tenía que ir a una habitación de estudiantes y con estas tablas no podía. Cambié a otra técnica con pintura al óleo que se podía comprar en tubos, pintando en papel".

Precisamente, ha hecho una exposición en su galería en Amsterdam de los años 60. Tras su casa y el piso de estudiantes, llega la etapa de Zambia, donde trabajó como geólogo.

Una sucesión de fotografías es el homenaje a Pepa. La última imagen es de 2015, cuando estaba ya en construcción la Fundación, todavía en vida. Otros dos tributos, a María Jesús Buil y Ángel Ramírez, por un lado, y a Alberto Carrera Blecua. Tres pérdidas "enormes" que le han dejado solo. Una leyenda corona esta retahíla de recuerdos: "Qué hará el mundo sin artistas. Será una gran equivocación".

A su lado, un cuadro de Jan en el que aparece él mismo representado junto a Pepa Santolaria con la misma composición de "La musa inspira al poeta" de Henri Julian Félix Rousseau. "Estamos en dos paneles separados, pero tenemos este cubo como un símbolo de unidad".

En un cuadro, aparecen Jan y Pepa con la composición de La musa inspira al poeta de Rousseau, y coronando "un cubo como símbolo de unidad"

Explica Jan van Eden la idea de Pepa y de él mismo de crear la fundación en Sabayés, en unas relaciones con el ayuntamiento que se vieron alteradas por la falta de disponibilidad económica y por una cierta disparidad sobre su germen y destino. Junto a un cartel de "La sensibilidad es subversiva", afirma que ellos "habían vivido con la idea de tener un centro de arte. Y decidimos hacer algo privado, en contraste con el Ayuntamiento que quería usar el área de la ermita, donde han hecho el centro de interpretación. El plan era hacer un edificio grande. Pero dijimos que no queríamos estar fuera. Dentro del pueblo. Hablamos con cinco familias, con herencias y posibilidades. Hemos comprado esto junto con la casa más grande y bonita de Sabayés. Esto fue el huerto de esta casa. Miguel Lacasa, médico en el hospital y con mucho amor por Sabayés, quería ayudar para hacer esta iniciativa y lo compramos juntos. Él y yo. Hablo en nombre de Pepa, porque su familia era de este pueblo. Yo lo conozco desde los años sesenta. Hemos hecho un edificio que es por fin muy bonito, hemos tenido suerte de coger este sitio. Tenemos unas vistas magníficas, junto a la iglesia y la torre famosa. Y está muy bien integrado. Sixto Marín ha hecho una obra de arte. Le elegimos y le dimos toda la libertad. El edificio es una maravilla a mis ojos".

LA EVOLUCIÓN DE JAN VAN EDEN

"Es una evolución continua. Yo pinto lo que es importante para mí en el momento, que son muchos eventos grandes. La guerra de Vietnam cuando era estudiante era muy importante para mí. Cuando estaba en Angola trabajando de geólogo había una guerra en la que perdí amigos y todas mis pertenencias, todo lo que tuvimos, menos las pinturas. Cuando íbamos de viaje, las enrollábamos y fueron con nosotros".

Con el lienzo, "yo me defiendo en este mundo. Pinto lo que otra gente quiere decir. Y ahora que estoy muy viejo reflejo cosas que he experimentado en mi vida. Para liberarme de las ideas, hago pinturas".

Una guía por la Fundación nos hace chocar abruptamente con una de las mayores tragedias de la historia, la bomba atómica cuyo hongo queda presidido por el título de la película de Alain Resnais "Hiroshima mon amour" como reflexión sobre las amenazas de la guerra a gran escala. Y en su proximidad los rostros de mujer en los que se desprenden lágrimas de dolor en el neorrealismo de Ana Magnani, en el activismo antibélico de Susan Sarandon y en el Strange Fruit de Billy Holiday, esa canción de la extraña fruta con sangre en las hojas y en la raíz, cuerpos negros balanceándose en la brisa del sur, junto a un ahorcaado con los ojos saltones y la boca torcida.

Sobre telas, pinta Jan van Eden con palabras de verdad. Se detiene ante el simbolismo de la Guerra de Vietnam, contra la que se manifestó en las calles y que rehuyó al partir hacia África, destino Zambia, para eludir el servicio militar que le hubiera condenado a combatir en el país asiático. Sus estudios de geología -tras los de matemáticas y ciencias- le permitieron ejercer. Grotesca, la figura del general Westmoreland con la leyenda "ten por seguro que mueren lejos de aquí".

La creatividad y la observación propician prodigios pictóricos como el Bethsabee de Rembrandt, visto en el Louvre, o el bañista del pintor que sale de su cuadro en el Rijksmuseum.

Apenas a un metro, una serie que manifiesta la admiración por grandes activistas que en la humanidad han sido, Steve Biko, Winnie Mandela, Ángela Davis, Chris Hani, Piotr Kropotkin, Domela Nieuwenhuis, José Martí, Emma Goldman, Frantz Fanon, Malcolm X, Gerda Taro y Rosa Luxemburgo. Y, destacado, Patrice Émery Lumumba, quien fuera el primer ministro de la República Independiente del Congo con una brevedad en el cargo hasta el punto de que sobrevivió de junio a septiembre de 1960. Bélgica, 42 años después, pidió disculpas por su papel "supervisor" del asesinato del presidente.

La técnica fotográfica se asocia con el pintor en la captación de una hermosa imagen del Gran Café de Zaragoza y del Gran Café de Pamplona en el que se superponen Isaac Newton y Gloria Swanson, mientras en otro paseo por el tiempo de la anacronía Albert Einsten habla con Mónica Belluci.

"Vietnam, la valla de Melilla, el campo de concentracion de españoles en 1939, Palestina, el Sáhara, Angola y Muammar Gaddafi "el héroe" se suceden en una exhibición narrativa a través de la pintura con una fuerza ora desgarradora, ora armónica"

Jan manifiesta el dolor ante el mundo que se sumerge en las injusticias y salta con muerte y desolación, como sucede con la valla de Melilla cuyo propósito es impedir la entrada de inmigrantes aun a costa de vidas humanas.

Cerca en la pinacoteca se remonta a 1939 con los españoles en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer, unas escenas que "podrían haber sido del Infierno de Dante" con "decenas de miles de hombres, mujeres y niños reunidos como animales", en palabras de Pablo Casals.

Un salto hacia Tinduf, el campamento de refugiados saharauis, en óleo y acrílico, con la entrega de la provincia autónoma del Sáhara español a Marruecos.

Y Palestina, el niño enfrentándose al tanque, y ese grafiti callejero con el poema de Qasem-Qasem. "Todos tus ejércitos, todos tus aviones, todos tus tanques y todos tus soldados contra un muchacho que tira una piedra. Él está allí solo. En sus ojos veo el sol. En su sonrisa veo la luna. Y yo me pregunto, sólo me pregunto, quién es el débil y quién es el fuerte. Quién defiende la verdad y quién está equivocado, y deseo, yo deseo solamente, que la verdad tenga una sola lengua. Shalom, salaam, shurka".

Más experiencias propias en matrimonio con Pepa. La participación de Cuba en Angola, donde vivían ellos, en 1975, que trece años después tras la batalla de Cuito Cuanavale daba la independencia de Namibia y el fin del apartheid de Sudáfrica. 

Gloriosa OTAN Global es el irónico título que conmemora la figura del "visionario líder africano" Muammar Gaddafi, al que califica de "un héroe". Representa al líder libio como el joven coronel que fue, la hermandad con Mandela, el satélite que envió al espacio -el primer africano) y la destrucción de la que fue definida como la "Suiza" de África.

Tras la visión del mundo con la que hemos principiado la crónica de esta visita, tributo a Folke Bernadotte, el noble sueco que tantas vidas salvó de los campos de concentración nazis.

Y, en la salida hacia la planta de arriba ya descrita, la figura inquietante del Enterrador. Una despedida de quien, recuerda, conoció a la siempre presente Pepa durante un San Lorenzo en el que aprovechó la hospitalidad de la familia Santolaria. El inicio de una vida fructífera a lo largo de 8 países con otros tantos trabajos, a lo alto de los Pirineos en los que desarrolló su tesis, a lo ancho de todas esas décadas en las que ha compartido el amor por el arte con la galerista, en ese trayecto infinito desde Sabayés hasta Amsterdam, los veranos oscenses y los inviernos de los Países Bajos, a bordo de una moto que no es más que una expresión de libertad. La que, desde las 7 de la tarde del 27 del 7 de 2024 disfrutarán cuantos quieran admirar el arte y comprender el mundo y a su principal morador, el ser humano. En su mejor y peor condición de amigo entrañable y de enemigo despiadado. Dos caras para una belleza que puede ser armónica y desgarradora.

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