Charles Mérigot sigue vivo en la Feria del Libro de Huesca

Se le ha recordado y se han leído textos del poemario que le ha dedicado Estela Puyuelo, Déjà vu

03 de Junio de 2023
Charles Mèrigot sigue vivo en la Feria del Libro de Huesca

Todavía duele mirar las casetas de la Feria del Libro de Huesca y no encontrar los amables y serenos ojos de Charles Mérigot (París, 1959-2022) asomándose entre sus publicaciones. "Humildemente llegó y humildemente desapareció". Así lo ha resumido José María Aniés, de la librería Anónima, recordando unas palabras del músico Georges Moustaki.

Sin embargo, su presencia es tan fuerte que parece que en cualquier momento vaya a aparecer y acercarse para hacer alguna pregunta o comentario.

La Feria del Libro de Huesca, que siempre le consideró un oscense más, le ha rendido este sábado un homenaje, materializado en un poemario que le dedica Estela Puyuelo titulado Déjà vu (Olifante). Se trata de una edición bilingüe con traducción de Nathalie de Courson, donde también se incluyen textos de algunos de sus mejores amigos en este lado del Pirineo, como Severino Pallaruelo, Ánchel Conte o Enrique Salamero. También se ha incorporado una traducción realizada por el propio Charles.

En este tributo han participado el presidente de la asociación de librerías de Huesca, Víctor Castillón, el librero y durante muchos años coordinador de la muestra, José María Aniés, además de la traductora y la autora de la obra.

Víctor Castillón ha comentado que siempre le llamó la atención la figura de Charles Mérigot, que era "como un personaje a la antigua usanza", que llegaba con su librería ambulante. "Descubrí junto a Charles algunas publicaciones que evocaron recuerdos de vivencias y paisajes de mi infancia y juventud, como los viajes de Lucien Briet", ha comentado.

José María Aniés, Enrique Salamero, Estela Puyuelo y Nathalie de Courson. Foto Myriam Martínez

José María Aniés ha recordado que el año pasado fue la primera vez en mucho tiempo que en la Feria del Libro de Huesca no contó con la presencia de Mèrigot. "Fue muy triste, ya que había fallecido hacía muy pocos meses y no nos lo esperábamos".

"Los libreros entablamos en pocos años una relación muy especial con él, porque tenía una personalidad muy curiosa y cariñosa, con la cual conectamos rápidamente", ha añadido.

No sabe cuándo ni cómo lo conoció, hará unos 20 años. "Venía a la librería y me preguntaba qué había de nuevo en la literatura aragonesa. A los dos o tres años de pasar por aquí, él sabía mucho mejor que yo todo lo que se había publicado y conocía a todos los autores. Era un pozo de sabiduría, ya que cuando le interesaba algo, lo investigaba a fondo. Le interesaba la lengua aragonesa, el catalán, el euskera, le interesaba todo".

Decidió convertirse en un aragonés más, en un oscense más. Durante una década, acudió a la Feria del Libro. "Para nosotros era, junto con Pablo Parra, nuestra parte internacional: nuestro librero argentino al otro lado del mar y nuestro librero francés al otro lado de los Pirineos, que le daban un toque internacional al evento".

En las cenas y encuentros con los libreros, también era uno más, como si hubiera estado allí desde el principio y hubiera nacido en Huesca. "Al final de la velada, solíamos cantar con él La Marsellesa, Brassens o Moustaki", añade.

Además de asistir a las ferias del libro, también comenzó a participar en el Día del Libro y asistió a varias ferias del Pirineo. Tuvo una gran amistad con los editores y los autores aragoneses. Cuando Charles Mérigot participó en la feria de 2021, que se celebró en otoño, ya estaba enfermo.

EMBAJADOR DE LA CULTURA ARAGONESA

A la evocación de la figura de Charles Mérigot realizada por José María Aniés, Víctor Castillón ha añadido que su madre era de origen español y su padre occitano. "Era un ejemplo de cómo la cultura y el lenguaje nos unen a ambos lados de los Pirineos".

La editorial de Charles, La Ramonda, es un referente en Francia para la difusión de libros y publicaciones relacionadas con el Pirineo y Aragón. "No nos equivocamos al afirmar que Charles y Monique (su esposa), han sido los principales embajadores de la cultura y literatura pirenaica en el país vecino".

Recorrió la provincia de Huesca y adquirió en la Sierra de Guara, con algunos amigos, una casa en Pedruel, ubicado en el municipio de Bierge, valle de Rodellar. "Fue un neorrural curioso, que venía a disfrutar de lugares con algo especial".

"Nos sumamos a Estela con ese acertijo de Antonio Machado que abre el poemario y dice: "Entre el vivir y el soñar hay una tercera cosa, adivínalo".

"Quizá despertar en Pedruel, en el Valle de Rodellar, es una experiencia que unió a Charles con Aragón y, sobre todo, con el Alto Aragón. Charles Mérigot fue un personaje en el mundo del libro, un auténtico amante de Aragón", ha concluido Castillón.

Estela Puyuelo ha elogiado la semblanza que han hecho sus compañeros sobre Charles Mérigot, calificándola de "deliciosa, auténtica, cercana y tierna, porque él era así también". Además, ha valorado que los libreros son como los Pirineos, que unen dos realidades: los escritores y los lectores, y ha sostenido que "sin ellos no existiría la literatura".

¿Qué hace aquí un parisino vendiendo libros con una maleta? ¡Es algo tan romántico!

La autora ha remarcado el nombre que Charles eligió para su editorial, La Ramonda, una flor endémica del Pirineo que nace aquí y también en Francia, emblema de dos culturas que se unen y que, al final, son lo mismo, solo separadas por una frontera que se allana con el entendimiento, los traductores y las personas que facilitan la comunicación. "¿Qué hace aquí un parisino vendiendo libros con una maleta? ¡Es algo tan romántico y, al mismo tiempo, tan real!", ha exclamado.

Estela Puyuelo conoció a Charles Mérigot hace quince años y él tradujo uno de sus libros al francés. "Cuando de repente desaparece, te das cuenta de que no volverás a hablar con él, y cada vez que piensas en él, surge una sensación de déjà vu, como si no te hubieras despedido de él y estuviera en algún lugar. El libro es una forma de devolverle todo ese cariño y su apoyo a la cultura aragonesa. Hay muchas personas que orbitan en torno a este poemario".

UN LIBRO HERMOSO

La escritora ha asegurado que se trata de "un libro hermoso, con ilustraciones maravillosas" de artistas como Macarena Guerra, Ana Bergua, Anabel Moreno, Marian Ruiz y Martina Gracia, y cuenta, además, con una solapa de un poeta persa.

El libro trata sobre la mentira, el hecho de que los seres humanos estén condicionados por muchas sensaciones, pero no sabe si lo que siente es verdadero o no. "Y, a veces, confundimos los sueños con la realidad", ha añadido.

Enrique Salamero ha leído un texto que forma parte de las memorias escritas por Charles, y Estela Puyuelo y Nathalie de Courson han leído unos poemas para finalizar el acto.

Charles Mérigot dejó una profunda huella en la Feria del Libro de Huesca y en la comunidad de libreros y editores de la capital oscense y del resto de Aragón. Un hombre callado, que se hacía querer, y que por su amor por Aragón y su labor como embajador de la cultura pirenaica se convirtió en un personaje especial y querido. Su ausencia sigue siendo dolorosa, pero su legado perdura en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y compartir su pasión por los libros y las lenguas. Adieu, Charles, toujours dans nos coeurs.