"El aragonés ha sido una lengua sin techo, depauperada, pero merece publicaciones de calidad que la dignifiquen". Con estas palabras, Chusé Inazio Nabarro reivindicó la importancia de cuidar cada detalle en las ediciones literarias durante la presentación de su último libro, Fuellas d’Abisinia.
Para él, escribir en un aragonés estándar, con rigor filológico y evitando localismos, es un acto necesario y revolucionario en estos tiempos. "Lo que hago hoy es escribir en un aragonés general, supralocal y cuidado, que pueda ser leído por toda la comunidad de hablantes e incluso por lectores internacionales".
El evento -que se desarrolló en aragonés- tuvo lugar este sábado en la librería Anónima de Huesca, donde Fuellas d’Abisinia, publicado por el Consello d’a Fabla Aragonesa, fue recibido con entusiasmo por los asistentes. El autor estuvo acompañado por Jerónimo Hijós, responsable de la mayoría de las fotografías que ilustran el libro, Francho Nagore, miembro de la Academia Aragonesa de la Lengua, el responsable de la maquetación, José Ángel Alegre, y el propietario del establecimiento, José María Aniés.

Nabarro explicó cómo la obra nació de un viaje a Etiopía -el autor prefiere llamarlo Abisinia- realizado hace unos ocho años. "El libro ya tenía que haber salido hace un par de años, pero finalmente aquí está. Es un regalo que me hago a mí mismo por mi jubilación".
Se trata de un diario de viaje, aunque no uno al uso. "No es el de un turista preocupado por lo que ha comido o por enumerar los lugares visitados", aclaró Nabarro. "Me fijo sobre todo en las personas y en sus historias, en las diferencias culturales que separan el norte cristiano, auténtico y lleno de tradiciones vivas, del sur, que a veces me pareció más un parque temático para visitantes".

El autor comentó que en el norte se sintió libre de moverse y participar en la vida cotidiana de las comunidades, mientras que en el sur, marcado por las "rutas de las tribus", llegó a cuestionarse si lo que veía era real o simplemente un montaje.
Las fotografías, cuidadosamente seleccionadas, refuerzan esa mirada crítica y personal del viaje. "Queríamos que las imágenes -algunas son suyas- acompañaran y enriquecieran el texto, y el trabajo de selección fue arduo".
a cuidada maquetación a cargo de José Ángel Alegre convierte el libro en un objeto literario y artístico que, como el propio Nabarro señaló, "dignifica la lengua aragonesa y la sitúa a la altura que merece".
Y es que Nabarro estima que la literatura en aragonés no vive su mejor momento. "Hay autores jóvenes, pero pocos conocen a fondo la literatura previa en nuestra lengua ni dominan el modelo estándar", explicó.
Según él, esto genera divisiones internas, incluso en cuestiones formales como la ortografía, lo que afecta negativamente a la cohesión de esta literatura. "Yo escribo en aragonés estándar porque creo que es necesario para que la lengua sea legible y comprensible por todos los hablantes", explica.
"Ahora, a ver si me centro un poco y empiezo a sacar adelante otros proyectos literarios. En lo lingüístico no paro, pero tengo ganas de volver a generar literatura", añadió.

Fuellas d’Abisinia es, para él, una forma de cerrar una etapa y dar paso a nuevas ideas, siempre con el compromiso de seguir explorando y difundiendo la lengua y la cultura aragonesas.
Francho Nagore realizó una pormenorizada presentación de Chusé Inazio Nabarro (Tauste, 1962), escritor y filólogo aragonés, licenciado en Filología Hispánica. Ha ejercido como profesor de Lengua y Literatura en diversos centros educativos, incluyendo el IES Lucas Mallada de Huesca.
En 2004 asumió la presidencia del Consello d'a Fabla Aragonesa y es miembro del Consello Asesor de l’Aragonés, además de formar parte del Área de Lengua y Literatura del Instituto de Estudios Altoaragoneses.
Su obra literaria abarca poesía, narrativa y ensayos lingüísticos, siempre en lengua aragonesa. Entre sus poemarios destacan "O mirallo de chelo" (1985), "En esfensa d'as tabiernas y atros poemas" (1998) y "Sonetos d'amor e guambra" (2001). En narrativa, ha publicado novelas como "Astí en do l'aire sofla ta sobater as fuellas d'os árbols" (1989), "Reloch de pocha" (2006) y "Mesaches" (2012), estas dos últimas galardonadas con el Premio Internacional de Novela Ciudad de Barbastro.
Unos productos de la Carnicería Miguel Escuer, acompañados de un vino Borsao, pusieron el broche a una interesante mañana.