El cortometraje de la cineasta Marta Martín Bueno "El desencanto" explorará la memoria colectiva de un pueblo del Pirineo aragonés y su lucha contra el abandono. Inspirado en hechos reales, la película se rodará, en el mes de marzo de 2025, en Fiscal y alrededores, un lugar que ha marcado profundamente a la directora. "Uno de los objetivos clave del proyecto es reflejar de manera auténtica la cultura y las tradiciones locales", señala la realizadora, quien ha pasado más de diez años veraneando en la comarca sobrarbense.
Para capturar la autenticidad de la cultura pirenaica, la producción busca personas de la zona que deseen participar en el filme. En su convocatoria, el equipo destaca perfiles como mujer de entre 50 y 60 años, hombre de 35 a 65 años, y un joven de entre 13 y 16 años con Trastorno Específico del Lenguaje (TEL).
Las personas interesadas, que no precisan experiencia previa, puede dirigirse a eldesencanto.casting@gmail.com y enviar una fotografía actual y un vídeo de presentación.
El desencanto narra la historia de Inés, una niña fascinada por la muerte, que descubre los ritos y costumbres de su pueblo en los años 70, capturando la esencia de la vida rural del Pirineo de Huesca. El cortometraje se inspira en el traslado de la iglesia de San Úrbez y San Miguel de Basarán a la estación de esquí de Formigal, un evento que simboliza el desarraigo y el abandono de muchas aldeas del Pirineo. "Mi vínculo personal con Fiscal y el valle del Ara ha sido fundamental para este proyecto, y deseo que los paisajes y tradiciones de la zona tengan un papel destacado en la historia", comenta.
La cineasta, graduada en Cinematografía por la ESCAC, presentó su primer cortometraje, Arenillas, en la SEMINCI, y actualmente se encuentra en fase de distribución. Además, ha trabajado en el documental Paola, que ha sido galardonado en festivales como DocsBarcelona y Mecal.
El desencanto aspira a proyectarse en festivales nacionales e internacionales, dando a conocer la riqueza cultural y natural del Pirineo aragonés. "Queremos que los paisajes y tradiciones del Pirineo tengan protagonismo en cada escena", indica la realizadora, quien espera que el cortometraje acerque esta región a un público más amplio y ponga en valor su esencia única.