La sala abacial del Monasterio de Casbas se llenó este sábado de público, aplausos y risas durante la adaptación semiescenificada de la aclamada ópera bufa La Serva Padrona de Giovanni Battista Pergolesi, estrenada originalmente en 1733 en Nápoles.
Bajo la dirección de la soprano Anaïs Oliveras, La Clementina Ensemble protagonizó este segundo concierto del Festival Anabarca, enmarcado en el Festival de Música y Patrimonio en la Hoya de Huesca, Enclaves, que cautivó al público con una propuesta interdisciplinaria que combinó música, teatro al estilo Commedia dell'Arte y danza. Oliveras deslumbró en el rol de Serpina, la criada astuta que anhela convertirse en patrona, desplegando no solo su impresionante voz, sino también sus dotes dramáticas.
Guillem Batllori, con su voz cálida y majestuosa, encarnó magistralmente a Uberto, el viejo y malhumorado patrón de Serpina. La pequeña orquesta, integrada por Joan Espina en el violín, Clara Proveau en el violoncello y Eva del Campo en el clavicémbalo, ofreció una interpretación impecable. Completaba el elenco, Anna Romaní, quien asumió el papel de Vespone, el criado mudo, destacó no solo como bailarina sino también como tramoyista, moviendo la escenografía para transformar el ambiente en los distintos actos. Sus apartes en castellano añadieron un toque de humor y complicidad que divirtió y entusiasmó al público.
El Festival Anabarca finaliza el domingo 7 de mayo con el grupo Opera Omnia, que presentará Fineza de amor. Este programa es una continuación de Amor, no te llame amor que se pudo ver en Enclaves 2021. Dirigido por Isaac M. Pulet, Opera Omnia resalta la teatralidad de la música española del siglo XVII, destacando la importancia del tono y la tradicional estructura de copla y estribillo, diferenciándose de la influencia italiana dominante en Europa. El concierto estará protagonizado por las sopranos Elia Casanova y Manon Chauvin.