Una orquesta formada por alumnado del Conservatorio Profesional de Huesca ha llenado de magia la tarde con un flashmob para Santa Cecilia. A las 19:00, bajo los porches de Galicia, el sonido de un chelo solitario ha comenzado a llenar el ambiente, sorprendiendo a algunos transeúntes, aunque lo cierto es que ésta es una urbe pequeña y había mucho público que sabía lo que iba a ocurrir.
Poco a poco, músicos con violines, violas, contrabajos, flautas y otros instrumentos han emergido desde distintos puntos, sumándose al espectáculo hasta completar una orquesta sinfónica. Con esta iniciativa, el alumnado del Conservatorio Profesional de Música de Huesca ha rendido homenaje a Santa Cecilia, patrona de los músicos, en un acto que ha emocionado a todos los asistentes.
La obra interpretada, el movimiento Júpiter del ciclo Los Planetas de Gustav Holst, ha sido un acierto absoluto para esta ocasión. Reconocida como "el portador de la alegría", esta pieza ha simbolizado la unión, el optimismo y la grandeza de la música, valores que han brillado durante el evento.
José Vicente Pardo, profesor de Orquesta y Coro del conservatorio, ha destacado la importancia de llevar la música a la calle: “Queríamos que la gente de Huesca conociera lo que hacemos y dar a los alumnos la oportunidad de vivir la música fuera del aula. Esto los motiva muchísimo y refuerza su pasión”.
La respuesta del público ha sido impresionante desde el inicio. Más de un centenar de personas se han congregado alrededor de los músicos, quedando fascinadas por el crescendo de la orquesta. Desde las primeras notas del chelo hasta la entrada de los vientos, el público ha disfrutado de cada instante, celebrando con cálidos aplausos el final de la pieza. "Es una obra que transmite tanta fuerza que hace que olvides todo lo demás”, han comentado entre los asistentes.
El flashmob ha reforzado la relevancia del Conservatorio Profesional de Huesca como un pilar cultural de la ciudad. Con unos 400 alumnos, este centro busca innovar continuamente y ofrecer experiencias transformadoras a sus estudiantes. Además del flashmob, se van a llevar a cabo más actividades, como un concierto navideño en el Palacio de Congresos.
En apenas cinco minutos, el flashmob ha transformado la rutina de un viernes cualquiera en un momento inolvidable. Cuando las últimas notas de Júpiter se han apagado, el público ha aplaudido de pie, algunos grabando vídeos y otros simplemente disfrutando de la emoción del momento. Los músicos, tras la ovación, han recogido sus instrumentos y se han dispersado, dejando una sensación de alegría y gratitud en el aire.