Más de doscientas personas han acudido este jueves a la presentación del libro Contracorriente, del periodista y director de EL DIARIO DE HUESCA Javier García Antón, donde relata los cien peores días de su vida tras ser condenado al naufragio profesional por una decisión caprichosa y arbitraria. El relato de sus vivencias expresa la dignidad que supo mantener en todo momento y nos insta a reflexionar. El objetivo del autor es que la obra sea bien recibida y que su experiencia pueda ayudar a aquellos que se encuentren en una situación similar.
En la presentación de la obra, que ha tenido como marco el Claustro de San Pedro el Viejo de Huesca, han intervenido tres amigos del autor: Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Sergio Bernués, escritor, consultor, formador y conferenciante, y Javier Franco, gerente de Gráficas Editores, el sello que ha materializado las palabras del autor en una cuidada publicación.
Entre el público -parte se ha tenido que quedar en pie-, había representantes del sector político -de diversos partidos-, económico, cultural y social, además de numerosos amigos y, por su puesto, su esposa, Lina Salvatierra, y su hijos, Javier y Ana María.
Contracorriente, como ha destacado Sergio Bernués, es "un libro maravilloso", escrito por una persona especial, un periodista de raza, navarro de nacimiento y oscense de adopción, capaz de hacer de un momento tan complejo una historia edificante", y el editor Javier Franco, por su parte, ha destacado del autor su cercanía y ha agradecido que confiara en un sello, "tan joven y tan pequeño", para contar "uno de los momentos más negros" de su existencia. "Mientras hay vida, hay resistencia", ha proclamado.
"Diario de un náufrago laboral en la recuperación de su integridad. Una dura travesía en el desierto" es el subtítulo de este volumen, de 445 páginas, en el que el autor relata su peripecia jornada tras jornada en medio de un diagnóstico de depresión, que sucede a un despido, a punto de cumplir los 60 años y después de haber permanecido en esa "casa" cerca de 36.
UN RELATO DESGARRADOR
Javier Tebas ha calificado la publicación como "un libro de pensamiento, un ensayo que te hace reflexionar y un relato desgarrador, porque desgarrador es lo que le pasó, cien días de depresión pero también de dignidad".
Ha recordado que su anterior periódico, el Diario del Altoaragón, quiso que firmara "el pacto de la indignidad", después de decirle que habían perdido la confianza en él, un reflejo "del cambio de realidad empresarial que estamos viendo, donde se olvidan ciertos valores de lo que es la profesión periodística". Y eso, después de más de tres décadas defendiendo con libertad el periodismo y sus pensamientos.
Tebas ha observado que García Antón introduce muchos elementos en su relato, monumentos, paisajes, descripciones, amigos, aspectos de la ciudad y otros de la provincia, "a veces con alegría y otras con un relato desgarrador" y siempre "con esa forma tan bonita de escribir que tiene".
Javier García Antón no estuvo solo en su proceso de recuperación. Contó con el apoyo incondicional de su médica y su psicóloga, Olga Ordás y María Ángeles García Soto, respectivamente,quienes jugaron un papel fundamental en su reconstrucción, a través de terapias, reflexiones y un arduo trabajo personal. Javier Tebas les ha agradecido a ambas el "habernos devuelto" al periodista, "que tanto necesitamos", porque, "si se hubiera perdido, se nos habría ido también una parte importante de la sociedad civil".
"Gracias por tu fuerza en la defensa de la dignidad y por tu desagarrador relato de tus cien peores días, porque nos haces aprender", ha añadido algo más adelante, poco antes de finalizar la presentación.
ENCRUCIJADAS
Javier García Antón ha comenzado su alocución comentado que Javier Tebas fue uno de sus primeros confidentes de su "lanzamiento al naufragio laboral", 50 días antes que su familia porque se ponía "un escudo para no preocupar a los demás" y ha revelado que el presidente de la Liga Profesional "dio un paso importante para salvar medios de comunicación de la provincia, pero no llegó a término por una política empresarial desafecta con esta ciudad y esta provincia".
"Él también es 'contracorriente' y está dispuesto a hacer mucho por Huesca, siempre de forma anónima", ha agregado. Después, ha narrado su triste periplo, desde que el 1 de marzo de 2021 le informaron en la "Casa noble" del grupo empresarial, que habían perdido la confianza en él. "Mi madre siempre me decía que yo era contracorriente, una persona adversa a la resignación, la conveniencia y el conformismo", ha recordado.
El tiempo que pasó en su anterior periódico fue "relativamente plácido", hasta aquel 1 de marzo. Puso en manos del abogado Luis Miguel Chocarro su caso y decidió desentenderse, porque su salud mental "se estaba resquebrajando". Cinco meses después, los directivos seguían pidiéndole que aguantara un poco más y entonces fue cuando se fueron apoderando de él cinco sentimientos: angustia, ansiedad, impotencia, tristeza y rabia, y luego apareció la deprensión. "Descubrieron que trataba de ocultar a mis seres queridos mi situación anímica", y le recomendaron andar y que escribiera sobre todo ello. "Y me apliqué con toda la disciplina que una persona rota es capaz".
Después, la empresa le planteó un escenario de prejubilación, pero él contestó que sólo la gente de Huesca o su falta de facultades le harían ceder a esa pretensión.
A partir de ahí, fueron todo encrucijadas que tuvo que salvar, con la ayuda de su médica, la psicóloga y sus amigos, que, poco a poco, iban conociendo su situación. "Esta fue la última lectura en barbecho de Antonio Angulo", ha declarado muy emocionado.
No fue fácil sacudirse todo ese lastre. "Si me sentaba, el sofá era un oso que no me dejaba escapar; pero cuando escribía, recomponía mi ser", ha asegurado.
El 14 de septiembre, ha narrado, le despidieron junto a otras cuatro personas "cuyo desempeño no tuvo nada que ver con su trabajo, sino más bien por su proximidad" a él: Diego Isarre, Paz Vallés, María José Santolaria y Myriam Martínez. Pero hubo gente valiente, ha querido destacar, como María Jesús Laguna, que le llamó para darle el premio de los Empresarios de Los Monegros.
SERVIR A QUIENES SUFREN ESTA AGRESIÓN
“En la parte final del libro, es cuando voy poco a poco mejorando en mi estado de ánimo”, ha relatado, y se vio en la encrucijada final sobre su futuro. “¿Qué hago?”, se preguntaba. “El camino me lo dio Huesca, la provincia. Yo tenía que devolver a Huesca una mínima parte de lo que me ha entregado desde hace prácticamente 38 años. Tenía que pensar en mi vocación en torno a la comunicación, “que está en Huesca herida de muerte, como en muchos sitios de España”.
Con Myriam Martínez y Sergio Bernués, y una vez superado el litigio, salió de esa encrucijada final y, ha recordado, “nos pusimos a montar EL DIARIO DE HUESCA”, gracias también en buena medida a la familia de Bizén d´o Río.
“Ahí encontré un equipo excepcional, con Sergio, Myriam, Mercedes, María José y Adrián. Somos tan capaces de absorber los impactos de todas las agresiones que estamos recibiendo, de la manera que se puede intentar ahogar a un medio de comunicación, que seguimos nadando contracorriente”, ha expresado.
De las personas que testaron el libro antes de su publicación, hubo una que de forma bienintencionada le sugirió quitarle un poco de fuerza. “Si le quito fuerza, no es un testimonio real -ha dicho contundente-. Tengo que dejarlo en cómo me sentí en esos 107 días porque debe servir a las personas que en un momento determinado de su vida sufren esta agresión”, ha trasladado.
En este sentido, ha recordado que más del 50 % de los parados en la provincia tienen más de 45 años. “Es absolutamente dramático. Te ponen al lado del precipicio y te empujan -ha remarcado-, y de una manera indigna. Quiero que la gente sepa lo que sucede”.
Ha reflexionado que estamos en una “sociedad resignada, necesitada de mucha rebeldía, de decir en un momento determinado no a recibir un escenario de prejubilación, que queremos seguir adelante, porque tenemos que aportar”.
Este libro “nace contracorriente”, ha apuntado, aunque “ver a toda esta gente me pone en aguas muy templadas”, ha dicho en referencia a la gran asistencia al acto de presentación, como le consoló saber que cuando le echaron Lourdes Marsó estuvo rezando en la iglesia de Bandaliés, solo un ejemplo del “abrigo de cariño tan extraordinario” recibido en aquellos días que él que estaba todavía en “sol turbio”. “Algo se me iluminó -ha rememorado-, y no me cabe más gratitud”.
Javier García Antón logró convertir sus días más oscuros en una oportunidad de crecimiento y transformación personal. Su valentía al compartir su experiencia en un libro, una historia de resiliencia y superación, ha tocado los corazones de todos los asistentes, en un evento memorable y conmovedor.