En 1899 la “Sociedad Electricista Oscense” adquiría unos acumuladores con objeto de extender el servicio de alumbrado público, se pasaba del quinqué a la bombilla
El oscense de Lupiñén pretendía que se beneficiaran los trabajadores de todas las ramas de la industria cinematográfica española y se perpetuó su obra hasta 1993
"El verdadero día solar era de duración variable no teniendo siempre la misma, porque el movimiento de rotación de la tierra que lo constituye no se efectuaba siempre en 24 horas2