Dos clérigos nacidos en Calatayud que llevaron sus luces a Huesca honrando a su patria lejos de su país natal. Así los describe D. Vicente de la Fuente en su “Historia de Calatayud” y de cuyos trabajos nos habla el doctor D. Félix de Latassa en su ”Biblioteca de autores Aragoneses”. Ambos destacaron por su gran labor como Rectores de la Universidad de Huesca, pero muy especialmente, por sus trabajos que a modo de Crónica realizaron y que han sido muy importantes para el estudio posterior de nuestra historia, costumbres y modos de vida.
D. Vicente Novella y Dominguez nació en Calatayud el 4 de diciembre de 1746. Cursó la Filosofía en Zaragoza, donde recibió el grado de Bachiller en Jurisprudencia civil, y en la canónica en Huesca donde obtuvo el Grado de Doctor. Hizo oposición a una beca de esta Facultad en el Colegio Mayor de San Vicente Mártir, ejerció de catedrático de Sexto, de Vísperas de Cánones y Decreto de la Universidad de Huesca, en cuya Santa Iglesia obtuvo la canonjía doctoral en 1782 y fue así mismo, Juez Sinodal de la Santa Cruzada, Subsidio y Escusado.
Su obra “Ceremonial de la Santa Iglesia de Huesca” de la cual dice Latassa “no habrá en España un Ceremonial tan circunstanciado” que con tanta precisión se encuentran, de una manera admirable, multiplicidad de citas y la oportunidad de las mismas, a materias canónicas, decisiones conciliares, actas y acuerdos de Corporaciones eclesiásticas y civiles, así como concordias, usos, costumbres, privilegios, obligaciones, preeminencias, etc., etc., de unas y otras entidades han gozado y especialmente el por qué o la razón de ello. Una obra tan rica y abundantísima en datos, que casi con ella sola se podría rehacer toda la historia de la ciudad de Huesca.
Una obra dispuesta e ilustrada con notas, que indican su origen y expresan sus variaciones, un manuscrito que abraza cuanto ocurre en la Iglesia oscense, en el discurso del año y se halla todo dividido en cinco tomos en cuarto. El primero, de 565 páginas, contiene los meses de Enero, Febrero y Marzo, con una instrucción y aviso al que leyere, donde se manifiestan los motivos que indujeron a escribir tan útil obra. El segundo tomo consta de 606 páginas y comprende lo meses de Abril y Mayo. El tercero lleva 604 páginas con los meses de Junio, Julio y Agosto. El cuarto de 525 páginas incluye los meses de Septiembre, octubre y Noviembre, y el quinto de 532 páginas está dedicado a Diciembre y dos índices, uno por orden alfabético, de aquellas cosas cuyo parage pudiera ignorarse, y el otro índice es de las fiestas movibles y de los días en que coincidieron en el año de 1786, que es el que se ha seguido día por día.
D. José Sanz de Larrea y Yus nació en Calatayud el 18 de Julio de 1762, en el seno de una familia en la que su padre y abuelo se ordenaron de sacerdotes después de haber enviudado. Estudió humanidades y lógica en Calatayud, con un maestro dominico, posteriormente Leyes en Zaragoza, donde se graduó de Doctor, pasando al Colegio Imperial de Santiago de Huesca tras obtener una beca que disfrutó diez años, durante los cuales fue catedrático de la Universidad y se perfeccionó en el estudio de la disciplina eclesiástica, además de las Ciencias Naturales y la Arqueología. Fue uno de los cincuenta y nueve rectores de la Universidad de Huesca pertenecientes al Colegio de Santiago. Escribió una obra sobre el “Origen, progresos y cultura del Romance en Aragón” y se honró con la amistad de Ignacio Jordan de Asso y Félix Latassa, quien reconoció el gran apoyo prestado por Sanz de Larrea al facilitarle las noticias de los escritores de Huesca.
Su obra más importante es “Ceremonial o Lucero literario de la Sertoriana Universidad de Huesca” que llevó a cabo en el año de 1789, donde tras hacer una relación histórica de los antecedentes de la escuela Sertoriana, llega a la fundación del Estudio por Pedro IV y pasa directamente a una nómina de los primeros rectores que desde 1532 con D. Martín Pérez Navarro han regido la Universidad hasta1542 que se reseña detalladamente la primera elección de Rector, en este caso Mos. Luis Falcón, siguiendo con noticias literarias sacadas de los archivos, comenzando por las actas mas antiguas de 1553 hasta el 30 de septiembre de 1788, prácticamente todo el acontecer importante con cada rectorado.
Su segunda obra y no por ello menos importante fue:”Memorias para la historia del Imperial y Mayor Colegio de Santiago”, hasta el año de 1791, encontrando en sus páginas las primeras Constituciones, con el visitador y reformador del Colegio D. Juan de Llano y Valdés del año 1567 con 66 capítulos y exordio, la aprobación de Paulo III de 1536 en las que concede todos los privilegios como a Salamanca, Alcalá y París. Detalles administrativos como la venta de un Mirador en el Campo del Toro, disposiciones para los criados, Actas del Consejo de Orden, toma de posesión de los distintos Rectores del Colegio, Decisiones y actuaciones ante la Pragmática de Castilla, la curiosa elección de Rector, en este caso la de 1559 que nos deja detallada de la siguiente manera: “Puestos los redolinos dentro de un bacín de alatón, cubierto con una tobaya, extraido-lo resulto electo…”D. Juan de Olivito”. Las revisiones de Estatutos de 1539 y 1599, quedan detalladas,la relación de Interventores de Cuentas desde 1554 y como el 27 de octubre de 1618 Diego de Ainsa solicita se sirva honrarle la Universidad y el Colegio con la Censura de su obra “Antigüedades de Huesca”, pues no debemos olvidar que quince Inquisidores pertenecieron al Colegio de Santiago.
Fueron dos excelentes rectores de nuestra Universidad que dejaron para la ciudad de Huesca dos interesantes crónicas o recopilaciones históricas a las que tendremos que remitirnos todos los cronistas por sus acertadas descripciones y fidelidad de datos.