Hace 929 años, el 4 de junio de 1094, mientras participaba activamente en el asedio de Huesca, Sancho Ramírez, el segundo rey del joven reino de Aragón, es herido de gravedad en la axila por una infecta saeta musulmana, siendo trasladado al castillo de Montearagón, donde cuenta la leyenda que instantes antes de morir hizo jurar a Pedro I, su hijo y sucesor, que conquistaría Huesca para el reino, como así sucedió el 15 de noviembre de 1096, en la famosa batalla de Alcoraz, encuentro armado que tuvo lugar en el 15 de noviembre de 1096 junto a Huesca, entre tropas aragonesas y pamplonesas por un lado, frente a tropas musulmanas de Zaragoza apoyadas por tropas castellanas, y donde como ya sabemos todos y cuenta la tradición, apareció San Jorge en el campo de batalla a favor de los aragoneses, quienes ganaron la batalla y tomaron la ciudad.
Sancho Ramírez, uno de los dos mejores reyes que tuvo Aragón (el otro honor es Alfonso I) quien logró con su empuje, tesón e inteligencia que el nombre de Aragón comenzara a brillar en la historia hispánica, ya que como buen rey de Aragón protegió y amplió el reino, consiguiendo hacerlo tomando entre otras Ayerbe, Graus, Alquézar y Monzón, incorporando los territorios de Sobrarbe y Ribagorza y contribuyendo a consolidar la estabilidad del reino combatiendo en los territorios fronterizos contra los musulmanes y realizando otras pequeñas conquistas, llegando incluso a hacerse pagar tributos por el rey musulmán de Huesca
Y para proteger, modernizar y repoblar el reino, aparte de ser abierto a las corrientes religiosas y culturales del exterior, también lo hizo ante el pacto hecho por el moro de la taifa de Zaragoza, con Sancho II de Castilla y Sancho IV de Navarra, ambos primos del Sancho Ramírez, a cambio de ofrecerles el pago de parias.
Por ello, en el año 1068 acudió en peregrinación a Roma, donde estableció contactos con el Papado, comprometiéndose a declararse vasallo de la Santa Sede, así como asumiendo la reforma religiosa que en 1071 introdujo en el reino la liturgia romana, sustituyendo al rito hispano-visigodo.
Esta apertura hacia el exterior tuvo una gran proyección en el plano económico y social, ya que estableciendo la corte en Jaca, donde se inició la construcción de la catedral, considerada como uno de los templos más importantes del románico español, incentivando igualmente el establecimiento de artesanos y gentes de origen europeo, otorgando también el famoso Fuero de Jaca que luego sería copiado por otros territorios hispánicos ciudad donde estableció su corte.
Por otro lado, aplicó exenciones fiscales para que los peregrinos que realizaban el Camino de Santiago penetrasen por Somport en lugar del Puerto de Palo. Todas esas medidas, junto a otras, contribuyeron a impulsar el dinamismo comercial y económico, así como el fenómeno urbano y la repoblación de Aragón.
La operación diplomática, económica y social del rey Sancho Ramírez, ya que es un absurdo error la creencia por muchos de que la incorporación del reino de Aragón se limitó a una simple reforma eclesiástica, hace de este nuestro rey Sancho Ramírez un adelantado a los demás reyes hispánicos en la forma de hacer las cosas para engrandecer el reino y en la lucha contra el poder musulmán de la península, ya que gracias a la intercesión y relaciones con el papado de Roma, en contrapartida, el Papa le otorgó numerosos privilegios, entre ellos la potestad de distribuir por capellanías o monasterios las rentas de los lugares conquistados al Islam, lo que no fue sino el origen del papel determinante que la reconquista y repoblación de los territorios aragoneses tendría en la expulsión de la dañina presencia musulmana y su consiguiente reorganización en manos cristianas.
Sancho Ramírez, uno de los grandes reyes del Reino de Aragón que contribuyó a hacer grande el nombre de nuestra tierra.