La idea no es mala. La web jazzday.com afirma que el Día Internacional del Jazz reúne a comunidades, escuelas, artistas, historiadores, académicos y entusiastas del jazz de todo el mundo para celebrar y aprender sobre el jazz y sus raíces, futuro e impacto; sensibilizar sobre la necesidad del diálogo intercultural y el entendimiento mutuo; y reforzar la cooperación y la comunicación internacionales.
Todo el mundo sabe que el jazz mezcla bien con muchos tipos de música y permite, por tanto, el diálogo entre músicos de los más diversos ámbitos geográficos, raciales, culturales, etc. De hecho, la web destaca esta capacidad del jazz de unir a las personas en todos los rincones del mundo.
Es curioso que haya sido una música negra la que haya reivindicado las músicas gitanas española y centroeuropea, y la música judía antigua y moderna.
Ahí están como ejemplos el flamenco-jazz, el gypsy-swing o jazz manouche, el klezmer jazz -de nuestros Trivium Klezmer- y el jazz sefardí -ambos en el ámbito judío-, la llamada Tercera Corriente o la fusión de música clásica y jazz; y las infinitas relaciones del jazz con las músicas del mundo, desde el desierto africano hasta Japón pasando por Los Andes, desde el tango argentino hasta el fado portugués, como lo que suele hacer la banda Aragonian de nuestro trompetista Gerardo López o los hermanos Lleida de Graus con el folclore aragonés.
Su más reciente disco Lejaim -a nombre de Durme, con Ana Corellano y Fernando Lleyda- aborda la música antigua sefardí con elementos de jazz. Pero su primer disco, de 2010, se titulaba precisamente Folklore Jazz y comenzaba con el tema del video de hoy, Albada. Enrique Lleida está al piano, Pablo al bajo y Santiago a la batería.
¡Feliz domingo de jazz!