El Certamen Oficial de Jota Extraordinario 2024 ha vuelto a coronar a los mejores exponentes de esta tradición aragonesa en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza. Este año, dos oscenses han destacado especialmente en el palmarés: Elena Casaña, quien ha logrado alzarse con el Premio Extraordinario por tercera vez, y el joven Daniel Corvest, que ha sido galardonado con el segundo puesto en Canto Infantil.
La actuación de Elena Casaña, miembro de Aires Monegrinos y de la Compañía Osca de Roberto Ciria, ha sido aclamada por el público y el jurado, consolidando su estatus como una de las figuras más destacadas de la jota. El hecho de que haya conseguido este prestigioso premio en tres ocasiones -los años 2017, 2021 y 2024- es espectacular, un logro al alcance de muy pocos en el ámbito de la jota.
Por su parte, en la categoría masculina de canto, Roberto Plo ha vuelto a brillar, ganando por segunda vez el Premio Extraordinario en canto masculino.
En cuanto al baile, el jurado ha decidido premiar a Esther Gimeno y Adrián Tomás, una pareja que ha sabido capturar la esencia jotera con precisión y elegancia en cada paso. Su actuación ha sido impecable y ha dejado una huella especial en el certamen.
DESPEDIDA DE ZARAGOZA
Para la cantadora oscense, este triunfo ha tenido un significado especial por muchos motivos, más allá de los galardones: ha sido la oportunidad de reconciliarse con una jota que llevaba tiempo en su mente y de despedirse de este escenario y cerrar un ciclo.
Elena Casaña ha confesado que su profesora desde hace quince años, Laura Martín Montalbán, (antes lo fue José Antonio Villellas) llevaba mucho tiempo animándola a volver a participar, pero ella no encontraba la motivación necesaria: "La verdad, no me apetecía. No encontraba ningún motivo, ningún aliciente". Sin embargo, tras tanta insistencia, decidió que si alguna vez regresaba al escenario sería para despedirse de una jota que llevaba "entre ceja y ceja" desde hacía tiempo.
"La hice mal en un concurso de la tele y me costó perder un premio de 3.000 euros", explica. "Me dije, tengo que hacerlo solo para demostrar que la sé hacer", y así fue como decidió prepararse para volver a cantar "Los ramales", una jota que había querido interpretar correctamente desde aquel error televisivo.
La preparación fue intensa, pero Elena se lo tomó con calma: "Nunca sabes si vas a poder estar bien. Y bueno, una cosa es que te apuntes y otra cosa es que puedas participar. La verdad que yo iba muy tranquila, con ganas de despedirme de ese escenario con esa jota y nada más, sin ninguna aspiración".
También señala la importancia de no obsesionarse con los premios en un certamen de este nivel: "Cantamos muchas bien y el jurado tiene su criterio. Entonces no dependemos de nosotras. Puedes cantar muy bien y que no les hayas gustado o que haya alguien mejor". Aun así, asegura que cantó muy a gusto y cumplió su objetivo personal.
La jornada estuvo llena de apoyo por parte de sus seres queridos. Elena Casaña se sintió muy arropada por su familia y amigos, aunque ha destacado la ausencia de su amiga María Grúas, quien siempre había estado a su lado en todos los certámenes. "Mi actuación iba para ella y yo iba vestida de ella. Ha sido muy emotivo todo".
La última interpretación en el concurso fue también muy especial, una rondadera dedicada a su madre y a sus hijos: "Es una letra muy bonita que me hizo Pablo Gracia, y la quería compartir con todos ellos".
Su reacción al escuchar que había ganado el certamen responde a una explosión de alegría, que le llevó en volandas hasta el escenario.
Sin embargo, a pesar de su éxito y de que el público "estaba increíble",, no ha cambiado de opinión sobre su deseo de despedirse del escenario maño: "Tengo tres premios en Zaragoza y ninguno en Huesca. El escenario de Huesca a mí me puede y ése es ahora mi principal objetivo".
Recordó su última experiencia en ese mismo escenario, después de la pandemia. "La gente tenía tantas ganas de jota". El calor del público era palpable, y eso la motivó. "Cantabas allí y te lo daban todo", asegura. Hoy, sintió ese mismo apoyo y calidez.
TALENTO INFANTIL
El talento infantil también ha tenido su espacio en este certamen, y uno de los nombres que más ha resonado ha sido el de Daniel Corvest, alumno de Roberto Ciria y de la academia Elenco, quien a sus 12 años ha conseguido, por tercera vez un galardón -dos veces el segundo premio en Benjamín y ahora, en Infantil-. Daniel ha participado en certámenes desde muy pequeño, y esta última victoria ha sido especialmente significativa, ya que es su despedida de la categoría infantil antes de pasar a la juvenil el próximo año.
"Cuando dijeron mi nombre, me sentí aliviado y contento. Tenía muchas ganas de salir al escenario, pero los nervios eran fuertes, sobre todo porque no sabía si me iban a nombrar o no -ha explicado-. Elegí cantar dos jotas que me gustan mucho: Lo llevan por la ribera y el más grande de la tierra. Son jotas muy puras, muy fuertes, y yo me siento cómodo interpretándolas. Sabía que la competencia era dura, pero salí satisfecho de cómo las canté, y al final me llevé el segundo premio, que es algo que siempre se agradece", ha explicado con entusiasmo.
"Dani lleva cantando jota desde muy pequeñito. Lo probamos con su hermana y, desde entonces, no ha parado. Siempre le ha gustado participar en todos los festivales y certámenes, y con el tiempo ha ido ganando más experiencia -explica su madre, Anabel Boira-. Estamos muy contentos porque estos certámenes son muy exigentes y el nivel de competencia es altísimo. Llegar hasta aquí y salir con un premio es todo un éxito".
Los oscenses que resultaron finalistas en las categorías de Benjamín, Infantil y Juvenil son: Lucía Ramón, Daniel Corvest, Gonzalo Finestra, Samuel Olivera, Alejandro Elbaile y Lara Torrero.
El certamen Ordinario, celebrado junto al Extraordinario, también ha dejado momentos de gran emoción. En canto, los ganadores han sido Héctor Montesinos en la categoría masculina, con Guillermo Olivares en segunda posición, y Sara Serena en la femenina, con Meritxell Mora como finalista. En la modalidad de baile, la pareja formada por Lucía Bespín y Pablo Calavia se ha llevado el título, dejando en segunda posición a Paula Llueva y David Pérez.