Enrique Corbera se adentra en el tratado "Agricultura práctica" de Francisco Gilabert

La publicación rinde homenaje al primer libro de agricultura que se escribió en Aragón, hace más de 400 años

Periodista
30 de Mayo de 2023
Sale del olvido "Agricultura practica" de Francisco Gilabert

La Feria del Libro de Huesca ha acogido la presentación de "Agricultura práctica", que lleva por subtítulo “La cartilla de La Litera”, un texto que pretende ser un homenaje al primer libro sobre agricultura que se escribió en Aragón, hace ya más de cuatrocientos años, obra de Francisco Gilabert y d'Alentorn y reeditado por Enrique Corbera.

“Agricultura práctica” ha sido publicado por el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) en colaboración con el Ayuntamiento de Albelda, el Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas, Graduados y Peritos Agrícolas de Aragón, el Colegio de Ingenieros Agrónomos de Aragón, Navarra y el País Vasco y el Centro de Estudios Literanos.

Corbera ha contado en la presentación que Francisco Gilabert fue un personaje muy controvertido. “Como albeldense, debo reconocer que hasta hace poco, solo tenía leves conocimientos de la vida de Francisco Gilabert -que por cierto me caía bastante mal, puesto que como carlán del castillo de Albelda, además de encargarse de cobrar los impuestos, también trunco violentamente un bonito romance que habla surgido entre un mozo de Albelda y una joven secuestrada en el castillo. Sin embargo, desconocía que hubiese escrito un libro sobre agricultura”.

Lo descubrió a partir de un artículo de Bizén d'o Río Martínez y se sorprendió gratamente lo que apuntaba sobre lo que pretendía conseguir Gilabert con su libro: que sirviese para "formar a los agricultores de su época en agricultura, y que aplicando adecuadamente sus reglas de cultivo y de cría de los animales, les sirviese para aumentar la rentabilidad” de sus explotaciones agrarias. Y cómo pretendía que "estas reglas tuviesen un carácter general -que sirviesen para toda clase de explotaciones, independientemente de su ubicación geográfica y del tipo de tierras que dispusiesen-, las llamó "reglas universales".

A Corbera, que fue agente del Servicio de Extensión Agraria, le picó la curiosidad por conocer más afondo el libro de Gilabert, y tras una ardua búsqueda lo halló. “Como el libro fue escrito en 1621 en el castellano propio de la época, procedí para que resultase más fácil su lectura y comprensión, a traducirlo al castellano actual", ha explicado.

“Una vez hecho el texto de más fácil lectura, y releído varias veces, el libro de Gilabert me asombraba cada vez más, la metodología que había seguido para elaborar sus "reglas universales", con el fin de que sirviesen para formar perfectos agricultores en cualquier tierra que se estuviese. Todas sus reglas de carácter técnico, tanto referentes a sistemas de cultivo como a la cría de animales de cebo, estaban basadas en una previa experimentación en su finca de Orrios de Tamarite”, ha detallado Corbera.

Además, algunas recomendaciones que hacía con fines económicos, “siguen apareciendo, eso sí, con ligeras adaptaciones a los nuevos tiempos, en los libros de Economía Agraria”, ha señalado.

El libro está estructurado en cuatro apartados. En el primero, se hace un pequeño estudio de las singularidades de la realidad de la época que a Gllabert le tocó vivir.

El segundo está dedicado a dar a conocer la intensa vida de Francisco Gilabert, haciendo una reseña especial a su estancia en La Litera.

En el tercero, se hace un estudio de la personalidad de Gilabert que se desprende de su libro, también de los valores científicos que aporta su obra, del pensamiento moral, social y económico que subyacen de la misma, y un análisis te chico de sus aportaciones.

El libro termina con la transcripción de la "Agricultura Práctica con la cual puede uno llegar a ser un perfecto agricultor, en lo más necesario para la vida humana, en cualquier tierra que se estuviere.

“El libro de Gilabert, no solo es un tratado de agricultura, que lo es -ha explicado Enrique Corbera-, sino también es un tratado de economía agraria, pues basándose en el estudio de las ciencias, en la investigación y en la experimentación, pretendía que los agricultores, sacasen el mayor provecho económico de sus cosechas”.

Corbera ha esperado que sirva -como a él- “para sentirnos cada día más orgullosos de aquellas personas que desarrollan su actividad laboral en el campo de la agricultura".