Enrique Satué integra todos sus saberes en "Pirineo y manta", un libro que parte de las raíces para llegar a lo universal

El escritor y profesor ha presentado su "obra cumbre" en el programa Biblioteca del Instituto de Estudios Altoaragoneses

Periodista
18 de Enero de 2024
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Enrique Satué presenta "Pirineo y manta" en el IEA de Huesca

Enrique Satué (Sabiñánigo, 1955) “pastoreó” por Huesca -como le gusta decir- “Pirineo y manta”, su nuevo libro publicado en Prames, con una charla en el Instituto de Estudios Altoaragoneses (IEA) en la que también pastoreó a los asistentes por sus vivencias, recuerdos, su familia, viajes, textos, lecturas, reflexiones, anécdotas… El texto que presentó es el resultado de un cúmulo de saberes que a este escritor y profesor le gustaría que acabara siendo conocido como “El Satué”, al igual que llamaban "el Gurú" a un "entrañable" libro de geografía escritro por el francés Gourou.

El acto, dentro del programa Biblioteca del IEA, reunió a numerosas personas, como sus compañeros de COU del 72, en una cita muy especial para Enrique Satué dentro de este pastoreo de su libro por la provincia, en la que estuvo acompañado por el secretario técnico del IEA, José Miguel Pesqué, y el director de Prames, Rafa Yuste.  

Rafa Yuste, Enrique Satué y Javier Pesqué en la presentación de "Pirineo y manta".
Rafa Yuste, Enrique Satué y José Miguel Pesqué en la presentación de "Pirineo y manta".

Pesqué presentó a Enrique Satué, a quien definió como “inquieto, curioso y muy generoso”, y desveló que, de las obras del autor, Cabalero es su “amuleto preferido”; lo definió como “sentencia de sentencias”.

Yuste recordó que Satué le comentó mientras pergeñaba “Pirineo y manta” que estaba haciendo "su obra cumbre”. Como expuso, se trata de un “libro de viajes de una lectura agilísima por lo transversal que es. Aparecen desde relatos de anteriores informantes -como Cabalero-, acontecimientos del pasado, recreaciones de algunos sucesos con los que ha creado escenas, y también comentarios actuales. En esa visión está el pasado, el presente, pero también son importantes todas las llamadas hacia el futuro del Pirineo que hace Enrique en el libro”.

“No sé hasta qué punto quien hoy lea el libro acabará de ver toda la importancia que tiene el trabajo que ha hecho Enrique. Tardará algún tiempo en descubrirse que nos está haciendo una plasmación muy compleja, pero muy ágil y muy completa del Pirineo”, señaló Yuste.

“Pirineo y manta”, un total de 1.040 páginas estructuras en dos tomos encajados en un estuche, “contiene -explicó Satué- todo lo que sé, lo que he vivido, lo que he investigado sobre el Pirineo. Es ameno, bajo la fórmula viajera, y al mismo tiempo riguroso”.

El escritor y pedagogo cree en esta obra que considera un “producto de utilidad pública, que puede ayudar a muchas personas a conocer tridimensionalmente el Pirineo”, porque ha construido “un gran retablo, con sus pisos y sus calles, de la vida del Pirineo”, recorriendo “el paisaje y el paisanaje”, y “la gran virtud es que es un trabajo integrador de saberes”.

A Satué, desde que comenzó a estudiar Magisterio, le enganchó la etnología, y ha tocado a lo largo de su vida temas como el mundo pastoril, la arquitectura popular, el folclore, la artesanía, la historia de la educación, la religiosidad popular, literatura infantil y tradición oral, entre otros. “Todo eso ha revertido en esta obra”, señaló el autor para trasladar la completitud de “Pirineo y manta”. “El bagaje formativo lo calificaría de más antropología que etnología, por la globalidad, con una intención pedagógica muy clara y universal”, basado en su concepción de que “está muy bien tener raíces, pero para echar ramas”.

El relato de Satué fue muy emotivo, plagado de vivencias personales, de recuerdos de familia y de microhistorias y macrohistorias que cuenta en su libro. Recordó -en ocasiones emocionado-. sus viajes tras los pasos de su abuelo Domingo, de su tío Luis y cómo revivió junto a su padre la batalla del Ebro. Relató que habla mucho con su abuelo -que estuvo en la guerra de Cuba y fallecido en 1954-, y que cuando llega a Ainielle -su “viaje recurrente”-, no para de escuchar voces, cuentos, leyendas, problemas... “No puedo dejar de ir”, confesó.

Enrique Satué durante su charla.
Enrique Satué durante su charla.

Otra de los descubrimientos que hizo a los asistentes es que la manta que acompaña a Pirineo en el título de la obra habla de “una forma mestiza de ver el mundo entre rural y urbana, es mi vida, lo que soy”, señaló. La manta con la que ha hecho este viaje llega desde Escartín y Ainielle y se abrigaba con ella su madre cuando, junto a sus hermanos, tenía por la noche que rodear el ganado, "es decir hacer que no se saliera de los campos que estaba estercolando".

El espíritu del viaje de Satué lo marcó “El país de García” de José Vicente Torrente, sin olvidar otros libros como “El mundo y los hombres. Los Pirineos” de Luis Solé, y “El paisaje vegetal de la Jacetania”, de Pedro Monserrat. Estos textos le han acompañado, además de la imprescindible cámara de fotos, y también ha disfrutado vivaqueando bajo las estrellas. “Las estrellas dan mucho juego. Por ejemplo, en Santa Cilia me da por hacer una adaptación de la historia de filosofía a la mentalidad de montaña”.

Durante el camino “veía, anotaba, pensaba, relacionaba, ideaba y creaba estampas históricas fundamentadas, y hacía zoom en el espacio y en el tiempo. En realidad, siempre buscando la esencia. Hacer una especie de hermenéutica”, apuntó.

Satué expuso que el libro “tiene mucho de ensayo, es un libro de viaje, tiene también mucho de autobiográfico y de cosmovisión propia, además de matices novelísticos que el propio camino -dijo- me va brindando”.

En su exposición, Satué recordó que siempre dice que es de Sabiñánigo, donde vivió hasta los 10 años “asilvestrado, como Daniel el mochuelo de Delibes”. Cuando llegó a Huesca, donde se destinaron a su padre, pasó a una vida “monacal”. “Sufría una patología tremenda, me acercaba a la estación de autobuses a ver si veía a alguien de Sabiñánigo”, contó. Estudió en el Instituto Ramón y Cajal donde hace 50 años hizo un trabajo “indecoroso” sobre el Pirineo a partir del libro “El mundo y los hombres. Los Pirineos”. “Muchos años he pensado que tenía que reponer esa situación con lo que sé del Pirineo. Pues aquí está “Pirineo y manta” para solventar aquella mediocre exposición que hice”.

Cuando organizaba la charla en el IEA, quiso cerrar del todo el círculo y quedó con la directora del Instituto Ramón y Cajal, María Costa, para explicarle que quería acabar una actividad que había comenzado hace 50 años. “Estuve en la misma clase, en la misma mesa y el secretario me hizo una foto”. En la instantánea, está ubicado delante de la pizarra en la que había escrito: “Alumno de COU Enrique Satué Oliván, Expresión Oral, comienzo de la actividad 1972, conclusión 2023”. “Lo he calificado de performance vital”, apuntó.   

Para finalizar su charla, Satué reconoció que lo que le importa es "que se lea". "Como al libro de geografía general escrito por los profesores franceses Gourou y Papí, que era entrañable y una herramienta muy buena, lo llamábamos “el Gurú”, yo querría que este libro se conociera como “El Satué”, sería un buen síntoma”, concluyó el autor.

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