Ernesto Casanova Caloto es una de las cerezas del exilio como las que ha reflejado en su documental Vicky Calavia con el guion de Alberto Sabio. De hecho, ha disfrutado unos días en Huesca y en el Sangarrén natal de su padre, quien hubo de abandonar su tierra para dirigirse a México con el objetivo de configurar una nueva vida por la imposibilidad de una existencia en paz en la España de la Guerra Civil. Han tardado muchas décadas aquellas familias, a través de la sangre de su sangre, hasta conseguir que del cesto salga su talento envuelto en la dulzura de la creación y, sobre todo, de la convivencia.
Ernesto, afabilidad en estado puro, ha visionado el hermoso audiovisual antes de retornar al México en el que vio la primera luz en 1961. Casanova Caloto es un eminente miembro de la comunidad española en el país centroamericano. No en vano, ha presidido durante seis años el Ateneo Español en México y los seis anteriores ya había sido directivo. Ahora, ha cedido la Presidencia y se dispone a liderar la Fundación Ateneo, impulsada con el respaldo de unos patronos que son empresarios asturianos y Fundación Telefónica para promover proyectos educativos que ya administra la institución hispana.
Tiene seda en la palabra Ernesto, que está orgulloso tanto de sus orígenes, de sus raíces, como de su destino. En el Ateneo Español en México AC, la actividad durante sus mandatos ha sido frenética y ha requerido la contratación de cuatro buenos profesionales (secretaria, bibliotecaria, coordinador de eventos) para divulgar la cultura española en México.
Su impronta transformadora queda constatada en su profundización en la condición con la que nació el Ateneo en 1949, una organización "democrática, laica y apolítica. Lo complicado del exilio es que había una división por bandos, entre comunistas, socialistas, anarquistas... Y entre ellos a veces la relación no era la mejor. Yo he pretendido quitarle el exceso de ideología, porque esto no socava la cultura, sino al contrario, es un síntoma de pluralidad. Precisamente, la negación de la pluralidad, la intolerancia, es lo que condujo a la guerra y es lo que representó un obstáculo entre los propios españoles en el comienzo del exilio".
Asume que esta orientación hacia la convivencia sin banderías y la diversidad ha provocado críticas. "Se vuelven herméticos y es un sinsentido la pretensión de que hay que tener la razón sí o sí".
La pandemia acentuó el "momento de nerviosismo". Pero está extraordinariamente orgulloso porque incluso en estos tres años difíciles el promedio anual ha sido de 61 actividades.
El Ateneo Español en México no sólo es un hervidero de actividad y de inquietud. Es promotor también de los creadores en cualquiera de sus disciplinas. "Libros, documentales como los médicos del exilio, los cien pilotos aviadores, ingenieros , arquitectos.... El trabajo del historiador Carlos Lázaro con los pilotos es fascinante. Refleja cómo encuentran trabajo y se vinculan en área laboral y se dan cuenta de que en España hay penuria y mandan recursos. Es un testimonio, un documental al que dan voz cuatro o cinco pilotos". La Editorial Ateneo Español en México ha publicado 28 libros solo y en coedición. El presupuesto ha transitado de 240.000 a 2 millones de pesos. "Hemos actuado con una gestión empresarial", como corresponde a su condición de economista y de emprendedor. De hecho, posee un taller mecánico y un parking en Ciudad de México, si bien su hijo ha asumido el relevo generacional y gestiona ambos negocios.
GENERAR ACTUALIDADES
Es bonito escuchar los americanismos, con las modalidades de cada país. Una máxima de Ernesto Casanova Caloto ha consistido en "generar actualidades". Esto es, adaptar el Ateneo a la modernidad. Hoy dispone de 164 socios además de puestos honorarios. De Aragón, son unos veinte. Es el tributo y la potenciación de la cultura española basada en los conceptos del exilio, pero superándolos. "El objetivo es que entre gente más joven. Se agotan los exiliados. Fueron 22.000. Quedan 200 niños de la guerra y ahora en el Ateneo hay cien registrados. Bien es verdad que México es un país muy grande en extensión y es difícil disponer de registros fidedignos".
En esta modernización, Ernesto Casanova ha suscrito treinta convenios, el más relevante con la Residencia de Estudiantes de Madrid para "digitalizar el acervo histórico, la biblioteca general y la del exilio. El más importante es el del acervo histórico. El año pasado, se digitalizaron 31.000 y este año 80.000 imágenes". También han firmado la asunción de algunas colecciones como el fondo personal del general Manuel Tabueña. Sobre él quieren hacer un evento.
El Ateneo Español de México fue fundado en 1949 por un grupo de intelectuales mexicanos y un grupo de españoles exiliados en México a raíz de la Guerra Civil española. Su propósito original fue acoger las manifestaciones culturales de este colectivo plural, independientemente de sus ideologías o militancias. Hoy, es una asociación civil democrática, no partidista, sin fines de lucro y laica, cuyo objeto es promover, difundir, preservar y expandir su acervo documental, bibliográfico, literario, de artes plásticas y demás aspectos históricos del exilio republicano español, así como organizar actividades culturales en torno al exilio republicano español y otros temas afines, así como preservar y difundir la cultura latinoamericana en general, y la de México y España en particular, respetando siempre el libre examen y la discusión de las ideas.
Desde su fundación ha promovido en cada una de sus actividades los valores fundamentales de las sociedades modernas y democráticas, como son la paz, la tolerancia, el respeto a los derechos humanos y la cooperación entre los pueblos, mediante actividades educativas y culturales, con publicaciones, presentaciones de libros, tertulias, exposiciones, recitales, producción y proyección de documentales, mesas redondas, conferencias, homenajes, representaciones teatrales, cursos, talleres y diplomados.
El Archivo y Biblioteca del Ateneo es el acervo más importante a nivel mundial sobre una parte de la historia de España. Cuenta con más de 6.800 ejemplares bibliográficos, 22 fondos personales, más de 900 fotografías, y alrededor de 300 obras que conforman la colección plástica. Dispone de su propia editorial a través de la cual tiene la posibilidad de divulgar la memoria histórica del exilio español y seguir contribuyendo al desarrollo de la educación y la cultura iberoamericana mediante publicaciones de interés general, rescatando temas tan importantes para México y España.