María Zambrano y Javier Hernández vivieron una vida comprometida con la creatividad como vía de transformación personal y social. Zambrano aspiraba a “humanizar la historia” y convertir la razón en un medio para conocerse profundamente, mientras que Hernández utilizaba su arte para construir un puente entre la realidad y la imaginación.
Ahora, la Biblioteca Javier Hernández en el Colegio María Zambrano de Zaragoza encarna esta visión compartida: se trata de un lugar donde los estudiantes pueden explorar no solo el conocimiento, sino también la esencia humana detrás de cada obra y de cada historia.
Coincidiendo con el Día Mundial de las Bibliotecas, el 24 de octubre, el centro educativo celebró la inauguración de este espacio, con un evento al que asistieron aproximadamente 70 personas, entre ellas, familiares, amigos y representantes de los distintos sectores de la comunidad educativa, incluyendo maestros, padres, personal de servicios y el equipo directivo.
Asimismo, se contó con la participación de un representante del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón y con la asistencia de diversos miembros del ámbito cultural, como escritores, ilustradores, editores, periodistas, bibliotecarios y libreros. Todos los asistentes compartían un vínculo común de respeto y admiración por Javier Hernández y su obra, y la ceremonia se convirtió en un tributo a su figura.
El acto comenzó con un mensaje de bienvenida y agradecimiento del director del colegio e impulsor de la iniciativa, Ernesto Ferrera, y el periodista y escritor Antón Castro dedicó unas palabras a Javier Hernández y un poema.
A continuación, Arancha Ortiz, que ha contribuido con entusiasmo y de manera eficaz a este proyecto, destacó el esfuerzo del equipo docente y del personal del colegio, y agradeció las generosas donaciones de libros y materiales realizadas por varios autores y editores amigos de Javi, que han contribuido al fondo bibliográfico de la nueva biblioteca.
Cuatro maestras leyeron después otros tantos poemas que se habían rotulado en una de las paredes de este espacio.
La ceremonia concluyó con la narración de un cuento a cargo de Mario Cosculluela, amigo personal de Javi Hernández, y una visita a una exposición de cuadros originales del autor homenajeado. El evento se desarrolló en un ambiente cordial y emotivo.
"El proyecto ha sido posible gracias a la implicación desinteresada de muchas personas, pero hay gente que se ha volcado especialmente como el escritor y guionista José Videgaín, que ha diseñado chapas, carteles, placas, o como Lilia Íñigo, que hasta se pidió días de fiesta para venir a ayudar", comentaba Arancha Ortiz tras finalizar el acto. (Videgaín es el autor de la mayoría de fotos que aparecen en esta crónica y Eva Videgaín tomó las imágenes con las que hemos podido montar el vídeo).
DE LA DESTRUCCIÓN A UN ESPACIO DE LUZ
La inauguración también constituyó una buena ocasión para celebrar el esfuerzo de reconstrucción del colegio, que sufrió graves destrozos debido al desbordamiento del barranco del barrio Parque Venecia. El torrente atravesó las aulas, arrasó libros, muebles y materiales escolares, y dejó inutilizada la biblioteca.
El proyecto de reconstrucción de la biblioteca tomó forma gracias a la colaboración de la comunidad y al impulso de Arancha Ortiz. Durante el proceso surgió la idea de dedicar el espacio a Javi Hernández, una propuesta que el director aceptó de inmediato.
La recolección de libros y materiales se logró con el apoyo de muchas personas implicadas. El Club Baloncesto Casademont organizó una campaña de donación en uno de sus partidos, y editoriales y colaboradores enviaron más donaciones, que el equipo docente clasificó y organizó cuidadosamente, devolviendo vida y contenido al nuevo espacio de lectura.
El diseño de la nueva biblioteca aprovechó su amplitud y luminosidad para honrar la memoria del ilustrador. Arancha y Ernesto trabajaron en la disposición de la sala y decidieron utilizar las paredes exteriores para exhibir la obra de Javi en día de su inauguración y durante un tiempo más, para que toda la comunidad educativa conozca y aprecie su trabajo.
Se escogieron once cuadros del artista argentino, que siempre sintió un gran aprecio por el público juvenil y disfrutaba sobremanera siempre que le invitaban a los colegios. Cuando exponía en ellos sus dibujos, defendía que debían colocarse al alcance de los estudiantes, pues confiaba en su respeto y aprecio por el arte.
Cada rincón ha sido tratado con mimo. Arboles y pájaros pintados en las paredes evocan la calma y la naturaleza que Javi tanto amaba. Hay frases que invitan a la reflexión, colores que aportan alegría. Su característica figura lo preside todo.
Al igual que la filosofía de Zambrano, Javi Hernández será fuente de inspiración para niñas y niños, en un espacio de luz y tranquilidad, alumbrado por muchos corazones que le acompañaron en su paso por la vida.