Ana Alcolea y Javi Hernández tenían ganas de trabajar juntos y el resultado ha sido una pequeña joya tallada con el mimo y la pericia del mejor de los orfebres. Beethoven y el silencio atronador cabe en una mano, como los frascos de las mejores esencias, y entre sus hojas, su texto y sus ilustraciones, encontramos una fantasía literaria sobre la vida y personalidad del compositor de la quinta sinfonía
Este trabajo constituye el tercer título de la colección Retratos de Los libros de ida y vuelta, que el editor e ilustrador Javier Hernández concibió con la idea de recuperar la tradición de las historias navideñas, pero con una temática que no fuera la propia de estas fechas. El autor o la autora, en este caso, elige un personaje que se aleje de los asuntos que aborda habitualmente, y el argentino asume el reto de acompañarle en este viaje.
La librería Anónima se vistió de nuevo con sus mejores galas el sábado 14 de enero para acoger la primera presentación literaria del año. Ana Alcolea, Premio de las Letras Aragonesas, explicó que ella había investigado ya sobre Beethoven por una obra de teatro infantil que le encargaron, y ese conocimiento y "dos cartas maravillosas" que escribió el músico han representado la base fundamental para escribir este libro. "Cuando Beethoven murió se encontraron dos manuscritos suyos. Uno era de 1802 y se le llama Testamento. Lo escribió con poco más de 20 años, pero ya sordo y muy angustiado. se sugiere en la carta que incluso había pensado en quitarse la vida, pero se aferra a la belleza y al arte para continuar. Es un texto que escribió para sus hermanos, sobre todo para justificar su mal carácter, porque no era una persona amable ni sociable".
La segunda carta es de 1812, Amada Inmortal. "No se sabe muy bien quién era, puede incluso no haber existido o puede ser una mezcla de sus diferentes amores imposible. Es un texto de amor bellísimo", aseguró la autora.
Con esos dos textos y algún dato biográfico, Ana Alcolea escribió Beethoven y el silencio atronador. "No pretende ser una biografía sino una fantasía literaria sobre él, el genio, sobre lo que podía pensar y sentir un hombre que crea la belleza más exquisita, exuberante y extraordinaria y no puede disfrutarla porque no oye lo que está componiendo".
Javi Hernández apuntó que es curioso que lo que nos ha llegado del músico alemán son interpretaciones de terceros. "Hace poco oía que, según sus gustos, posiblemente su música estaba compuesta para cámara, así que versiones como las de Von Karajan y otras tan famosas probablemente estén alejadas de su idea inicial".
"Es parte de la tragedia del artista -añadió Ana Alcolea-, ha dejado algo que no ha podido percibir. Hay un paralelismo con Goya, con el que compartió época y que tampoco oía, pero al menos podía ver lo que creaba".
Javi Hernández destacó de la aportación de la escritora aragonesa que "rescata la parte más humana, tierna, apasionada y amorosa" de Beethoven y lo plasma en pocas líneas, uno de los desafíos que presenta esta colección. Por su parte, Alcolea calificó las ilustraciones de Hernández de "maravillosas" y valoró la propia maquetación del libro. "Cabe en una mano, es una joya. Las palabras, palabras son, pero las imágenes cuentan muchísimo del sentimiento de Beethoven , Si sólo fueran palabras no existiría el libro, porque este libro es un todo".
Ana Alcolea, nacida en Zaragoza, ha sido profesora de Lengua y Literatura durante veintiséis años. Vive entre España, Italia y Noruega. En 2001 publicó su primera novela, El medallón perdido, y desde entonces han visto la luz más de treinta títulos. Entre ellos, Donde aprenden a volar las gaviotas (Lista de Honor del Premio CCEI), La noche más oscura (Premio Anaya 2011, Premio CCEI 2012, Lista White Ravens 2012), Napoleón puede esperar (Finalista Premios Templis 2013), El abrazo de la sirena (Finalista Premio Ignotus 2020).
Javier Hernández (Rosario, Argentina, 1968) desarrolla su actividad de ilustrador y editor. Trabajando con diversas editoriales como Nalvay, Cosquillas, Dissident, etc. En 2012 crea el sello Libros de Ida y Vuelta donde publica los álbumes ilustrados Haberlas haylas, El secreto de Jacinto, adaptando historias populares, El tango de Doroteo junto a Antón Castro, Como ella me enseñó, junto a Arancha Ortiz y Pancracio el niño batracio, una historia de José María Tamparillas. Actualmente reside en Siétamo (Huesca).