El Festival Folclórico Castillo de Montearagón, que celebra este año su edición número 24, ha arrancado este viernes en el Colegio de Santiago de Huesca, con una conferencia a cargo del historiador Antonio Turmo, presidente de la Asociación de Amigos del Castillo de Montearagón, sobre las restauraciones que se han acometido en esta fortaleza desde mediados del siglo XIX, tras su desamortización, hasta nuestros días.
Turmo ha explicado que el comprador lo utilizó como cantera de materiales para construir edificaciones en Huesca. "Extrajo ladrillos, maderos, tejados, piedra, yeso, entre otros materiales, lo que generó un gran clamor en torno a la situación del castillo. Se argumentaba que no podía estar así, dado que era un elemento clave en la historia de la ciudad y su contexto. Esta presión llevó a que, en 1859, el propietario devolviera el castillo a la Corona".
A pesar de que había sido parcialmente desmantelado y hubo incluso un incendio, se realizó una primera acción de restauración centrada en la iglesia. Se construyó un nuevo edificio para albergar a un sacerdote y un sacristán, y se crearon jardines en los espacios vacíos, siguiendo el concepto de ruina romántica del siglo XIX, con árboles y elementos decorativos.
La documentación está conservada en el Palacio Real y se ha publicado por María del Mar Mairal. A finales del siglo XIX, el castillo se cedió a la Diputación Provincial para convertirlo en un frenopático (hospital psiquiátrico) -que no se construyó- y la iglesia se cedió al Obispado para celebrar misas y establecer un cura. En los años 20, Ricardo del Arco tomó fotografías del retablo, entre otras cosas.
En 1931, ha recordado Antonio Turmo, el castillo fue declarado Monumento Nacional, pero durante la Guerra Civil sufrió daños significativos, y durante las décadas de los años 30 y 40 "se encontraban con facilidad restos de casquillos".
En 1968, la Diputación Provincial devolvió el castillo al Ministerio de Cultura debido a su deterioro y Bellas Artes llevó a cabo una restauración durante unos 10 años, centrándose principalmente en la parte oeste del castillo, incluida la torre poligonal, la torre del escudo y el muro.
Durante el siglo XIX, para crear una plataforma única, el castillo fue rellenado con escombros.
En los años 80, se desarrolló un proyecto de restauración que no prosperó, pero en 1995 se creó la Asociación de Amigos del Castillo de Monte Aragón, de la que Antonio Turmo fue uno de los fundadores. Esta entidad trabajó para que el Ministerio actuara y destinara un mayor esfuerzo a su restauración. En la fase actual, que comenzó en 2015, se está llevando a cabo una nueva restauración.
Turmo ha apuntado, por otro lado, que se va a realizar una exposición fotográfica que mostrará el antes y el después de las obras. "La idea es que la gente pueda ver cómo ha cambiado el castillo a lo largo del tiempo y recordar el estado en el que se encontraba hace 20 años". La exposición está en proceso de producción y se espera que se inaugure en otoño o invierno.
LA JORNADA DE ESTE SÁBADO
Este sábado día 20, comenzará la jornada con una recepción en el Ayuntamiento de Huesca a las 12:00, donde habrá un intercambio de obsequios entre los grupos participantes. Le seguirá una visita al casco histórico de la ciudad y un almuerzo.
La tarde arrancará con un pasacalles por el centro de la ciudad a las 19:30, que terminará en la plaza López Allué, donde actuarán los grupos participantes a las 20:30 horas.
Este año, los grupos invitados son el Grup de Danses Repicó de Manises (Valencia), formado en el año 1987 con el objetivo de recuperar, difundir y promocionar el folclore y las tradiciones en Manises y los Danzantes de Yebra de Basa, de Huesca, que encarnan uno de los exponentes más significativos del Alto Aragón, cuya función primordial es honrar y acompañar la reliquia del cráneo de Santa Orosia en su anual peregrinaje al monte de Oturia; los danzantes son los animadores de la tradicional romería que cada 25 de junio congrega a la gente de los valles pirenaicos en el monte de Yebra.
El cierre del Festival lo realizará, como es habitual, el grupo anfitrión, la Asociación Folclórica Estirpe de Aragonia, que fue creada a inicios de los años 80 por un grupo de alumnos de la Escuela Municipal de Jota de Huesca y liderados por el gran maestro de la jota bailada, Carlos Vidal. Actualmente, el grupo cuenta con aproximadamente 60 componentes, distribuidos entre las secciones de baile, canto y rondalla y su presidenta es Noemí Lanaspa.