"Fidela", la mirada audaz de Elvira Valgañón sobre la evolución de la situación de la mujer y las clases sociales

La autora riojana presentó su nueva novela en la librería Anónima, acompañada por María José Hasta

03 de Diciembre de 2023
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Presentación de "Fidela" en la Librería Anónima

¿Dónde está Vera?, ¿cómo puede haber desaparecido una señorita de la buena sociedad, en plena celebración de un cumpleaños? Fidela (Pepitas de Calabaza), la nueva novela de Elvira Valgañón (Logroño, 1977) aborda un secreto oculto durante más de 80 años, entrelazando violencia, amistad y amor, en una narrativa que se desarrolla como un rompecabezas y que le sirve para reflexionar sobre el camino que todavía queda por recorrer en la evolución social de temas de clase y de la situación de la mujer.

Un periodista investiga lo sucedido en esta obra, que cuenta también el regreso de un hijo regresa a la casa de sus padres después de muchos años. Con todos estos mimbres, la autora explora temas contemporáneos como la violencia, el privilegio, la clase, la situación de la mujer y el desarraigo forzado de las gentes del campo, y ese nudo entre el presente y el pasado le permite ofrecer una crítica social radical y sincera.

La riojana, licenciada en Filología Hispánica Inglesa, presentó el libro este sábado en la librería Anónima de Huesca, a través de una conversación con la también escritora oscense María José Hasta y la introducción del anfitrión, José María Aniés.

Elvira Valgañón, María José Hasta y Chema Aniés. Foto Myriam Martínez
Elvira Valgañón, María José Hasta y Chema Aniés. Foto Myriam Martínez

Elvira Valgañón es autora de varios libros, algunos de poesía, y con la misma editorial de Fidela, que celebra este año sus bodas de plataha publicado también  Invierno, con la que obtuvo el Premio Ateneo Riojano de Narrativa, y Línea de penumbra.

Fidela comenzó a trabajar en una casa grande de un pueblo, en los años 30, siendo una niña, una labor que aunque la hacía "invisible" era esencial en aquellos entornos.

En la narrativa, se destaca la marcada separación entre la familia y los trabajadores. La protagonista desentraña las complejidades de la vida en esa casa, desde las rutinas diarias hasta las costumbres, mientras que va creciendo y envejeciendo.

María José Hasta se refirió a una crítica de Ana María Iglesias, en la que resalta que el libro de Elvira Valgañón sugiere que el orden social se desmorona debido a la necesidad de huida, especialmente protagonizada por mujeres, y se centra en el ámbito del cuidado y el trabajo de servicio, áreas que a menudo pasan desapercibidas en la sociedad contemporánea.

La historia de Fidela se desarrolla en los años 30, en un momento en el que parecía que el mundo podía cambiar, especialmente para mujeres como ella, que inicialmente ni siquiera se imaginaban una vida diferente a la de criada en una casa grande. En un momento crucial, Fidela vislumbra la posibilidad de una vida fuera de las limitaciones impuestas por su posición en la casa. A pesar de las expectativas, este período de cambio se detiene, y la autora encuentra fascinación en esta época que prometía transformación pero no la cumplió completamente.

Otra imagen de la presentación del libro de Elvira Valgañón. Foto Myriam Martínez
Otra imagen de la presentación del libro de Elvira Valgañón. Foto Myriam Martínez

La escritora riojana comentó que, aunque muchas estructuras han cambiado desde entonces y se han dado pasos significativos en temas de clase y situación de la mujer, aún persisten aspectos similares a los que se describen en Fidela en la sociedad actual. La obra aborda la cuestión de si se ha agotado completamente ese mundo y plantea la posibilidad de que aún queda camino por recorrer en la evolución de estas cuestiones sociales.

La autora reconoció, por otro lado, que inicialmente albergaba alguna reticencia a etiquetar la novela como negra o policíaca, aunque reconoce elementos propios del género. No obstante, el libro se nutre también de otras capas adicionales de lectura que van más allá de las expectativas tradicionales del thriller. 

Elvira Valgañón compartió que, a pesar de su tendencia a no planificar detalladamente sus escritos, en el caso de "Fidela" tenía una visión clara de la estructura, donde se aprecian tres momentos clave: la mañana siguiente, un segundo capítulo titulado "No decimos", y la noche de la fiesta.

La imagen inicial de los farolillos espachurrados en el suelo, los restos de una fiesta lujosa, fue la primera que concibió y decidió que esa fuera la introducción de la historia. Esta escena, situada en el jardín, muestra a Fidela y Damián organizando y limpiando, mientras recuerdan lo ocurrido en la casa desde su perspectiva.

La autora enfatiza que esta elección visual, que simboliza la decadencia, establece el tono de la novela.

Elvira Valgañón profundizó en la extensa investigación que llevó a cabo para darle autenticidad a "Fidela", como la publicidad de la época, manuales de cocina, catálogos de música y otros elementos específicos de los años 30. Todo ello, con el propósito de que la novela suene y parezca verdadera, y cómo utilizó datos recopilados, incluso aquellos que no se reflejaron directamente en la trama, para construir un mundo rico y detallado.

Asimismo, Valgañón reveló la existencia de una playlist en Spotify que acompaña las canciones mencionadas en la fiesta, una idea que encantó a María José Hasta.

La imaginación de la autora se centró más en la narrativa y la creación de personajes, especialmente en el caso del periodista. La documentación rigurosa, según Valgañón, demandaba un mayor apego a la realidad en estos aspectos, mientras que la imaginación se desplegaba con mayor libertad en la trama y los elementos de ficción.

Como sacó a colación María José Hasta, la amistad es un elemento crucial en el libro, en el que se aborda la complejidad de las relaciones interpersonales.

En especial, se evidencia un vínculo significativo de mutuo respeto y cariño entre los personajes centrales, Vera y Fidela, que supone un motor para el avance de ambos personajes, a pesar de la aparente desigualdad inicial, ya que la primera es la señorita y la segunda, su sirvienta.

La fascinación que ambas sienten la una por la otra se convierte en un elemento central que impulsa la trama, mostrando cómo esta amistad se convierte en el eje central de sus vidas.

A través de esta conexión, Fidela encuentra oportunidades para salir de su entorno laboral. Sin embargo, los planes que tienen inicialmente no se desarrollan como esperaban, lo que agrega capas de complejidad a la trama y a la relación entre estos personajes.

Magnífica la presentación de María José Hasta. Foto Myriam Martínez
Magnífica la presentación de María José Hasta. Foto Myriam Martínez

Ademásla trama también explora la existente entre Fidela y sus compañeras de trabajo, así como las dinámicas particulares con Inés y Damián. Inés desempeña un papel crucial en la vida de Fidela al ayudarla a integrarse en la casa donde trabaja.

Aunque aparentemente atrapadas en circunstancias predefinidas, tanto Inés como Fidela revelan una libertad interna profunda, que desafía las expectativas.

El texto señala un momento crucial en la historia, donde se evidencia la rebelión interna de Fidela frente al orden preestablecido. Este momento representa una ruptura con la conformidad y sugiere un desarrollo importante del personaje y de empoderamiento.

A mitad de la historia, como observó María José Hasta, se produce un cambio significativo en la temperatura narrativa. La figura del periodista se introduce como un personaje crucial que aporta cohesión al relato al unir las distintas historias narradas.

Su papel como investigador y narrador contribuye a la reconquista progresiva de la casa donde creció, generando un interés adicional en su propia historia. La autora confesó que, aunque conoce más detalles sobre él, optó por limitar la información a un momento específico, dejando ciertas incógnitas que despiertan la curiosidad del lector.

La posibilidad de una secuela o de explorar más a fondo la vida de algunos personajes queda abierta, así que la autora no descartó regresar al Espinar.

A lo largo de la presentación se destacaron otros aspectos del libro, como la importancia de la Casa del Espinar como un personaje fundamental en la trama, que conecta el pasado y el presente, y simboliza la decadencia y la transformación.

La autora juega con los símbolos para reforzar su argumento, como es el caso de los zapatos, un elemento que constriñe y molesta, y que los personajes utilizan para liberarse y desafiar las normas impuestas, o los farolillos que aparecen al principio y al final, que representan sus diferentes deseos.

Todos los detalles o pensamientos, por fugaces que sean, tiene un un propósito, como cuando Damián reflexiona sobre su camisa manchada. Aunque asegura que no lo hace conscientemente, la autora acude a las enumeraciones, que aportan ritmo y permiten al lector completar una imagen e implicarse activamente en el desarrollo de la historia.

 En cuanto a la portada de "Fidela", se destaca que la fotografía utilizada fue encontrada por la misma persona que creó la portada de Invierno, una artista mexicana. La imagen, una especie de misterio, no revela quién la tomó ni quiénes son los sujetos, pero se eligió por su belleza y conexión con el contenido del libro.

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