La vida del artista Francisco Gracia Lasaosa ha estado profundamente marcada por su fascinación por los materiales nobles y su pasión por la creatividad. Desde joven, desarrolló un vínculo especial con el hierro, cautivado por su interacción con el fuego y la destreza casi mágica de los herreros para moldearlo.
Este vínculo se refleja en la exposición Palabras, pensamientos y materia, inaugurada este viernes, en el Centro Cultural Manuel Benito Moliner, donde muestra sus piezas únicas e irrepetibles, forjadas a partir de un solo lingote de acero. El proceso es riguroso, y el acabado final es un acero limpio, sin manipulación alguna. Las piezas son el resultado de un encuentro entre dos almas: la del material y la del creador.
Al acto asistieron la concejala de Cultura, Sonia Latre, junto a otros ediles de los grupos populares y socialistas. También estuvieron presentes la técnica de este área del Ayuntamiento, Pilar Barrio, y el propio autor, quien intervino brevemente. "Hace un rato estaba pensando que aquí la gente intentamos crear, soñamos con trascender, con ir un poco más allá de los límites humanos. Pretendemos la obra. Pero, en realidad, estoy convencido de que mi obra más importante, la obra que realmente he hecho en esta vida, son mis amigos. Esa es la obra de mi vida. Gracias por estar ahí", expresó.
El trabajo artesanal y artístico de Francisco se caracteriza por una búsqueda constante de originalidad y trascendencia. Ha dedicado gran parte de su vida a explorar las infinitas posibilidades creativas del hierro, un material que para él ofrece un sinfín de oportunidades.
Las obras más recientes son siete, situadas en la parte izquierda al entrar en la sala, y la pieza que falta para completar la serie de ocho, titulada De lo humano, la posee Ángel Gari. "Si las observas -apunta Francisco Gracia-, todas tienen una base, que es una piedra, y encima hay un pensamiento. No importa qué pensamiento; lo importante es que hay una piedra y un pensamiento. Es lo que sencillamente nos hace humanos, o lo que pretendemos que nos haga humanos: pensar e ir más allá. Ese 'más allá', al igual que en el proceso creativo, es un sueño. Es querer ir más allá de las limitaciones. Eso es un sueño."
En su taller, Francisco Gracia ha creado más de 125 piezas únicas, talladas con esmero, y conserva una impresionante colección de 1.500 herramientas de diversos tamaños y funciones. El hierro le fascina porque comenzó a trabajar con él desde muy joven en las fraguas, lo que dio lugar a lo que él describe como un "enamoramiento".
"En realidad, para mí el material es crucial. Yo hago estas piezas porque me relaciono bien con él, porque siento que tengo un entendimiento profundo con ese material. Lo que hago es el resultado de esa relación, mucho más que de ideas preconcebidas para construir una obra. Lo que me mantiene activo hasta hoy, lo que me ha seducido del hierro, es su humildad, pero cuando lo acaricias, cuando lo trabajas, es como si se viniera arriba."
Los métodos para trabajar el hierro, continúa detallando, "son absolutamente sencillos y primarios, como el fuego y la presión que puedas ejercer sobre él. El hierro es muy agradecido. Recibe tus impactos, tus expresiones, tu voluntad, y las conforma. Se queda con ellas."
Su trabajo aborda temáticas conceptuales y abstractas, explorando formas y conceptos que surgen tanto del entorno como de las palabras, frases o ideas que recopila.
Para Francisco Gracia Lasaosa, el arte es una herramienta de introspección y superación, un acto de transgresión que desafía los límites humanos. Considera que la creación es la única forma de trascender las limitaciones inherentes a la existencia, siempre desde una postura de honestidad y reflexión personal.
La creación, según el autor, a menudo surge de la intuición, de una abstracción y una visualización de una forma, ya sea más o menos definida. En el caso del proceso de forja, el resultado final es "esa relación entre la idea y el hacedor, entre la idea, la capacidad de acción y el resultado final".
Le preocupan los tiempos actuales. "Aparentemente son de barbarie, o bueno, ha habido otros momentos en los cuales la barbarie se ha establecido dentro de los grupos sociales o de las masas de humanos, más que grupos sociales. En estos momentos considero que las cosas están muy complicadas. Creo que es la primera vez, además, que el ser humano es consciente de que puede poner fin a su existencia si no asume una actitud para remediarlo".
En cuanto al momento actual de la creación artística, considera que las nuevas generaciones han superado el temor hacia ese enfoque tradicional y solemne del "arte con mayúsculas".
Todos tenemos voluntad creadora. Es maravilloso que la gente joven pierda el miedo y haga lo que sea, porque, en última instancia, ya cumple dos funciones: una, la satisfacción inmediata de decir 'he hecho lo que quería hacer', lo cual es primordial; y la otra es que si vas haciendo, el tiempo te enseña a hacer. Es decir, que hayan perdido el respeto a esa exclusividad de los artistas, de alguna manera, me parece encantador."
El artista estaría más que satisfecho si el público apreciara sus piezas individualmente, pero su aspiración va más allá. Desea que el espectador experimente el impacto visceral de la fuerza y la materia, sintiendo el peso del hierro forjado con el que ha buscado transmitir algo significativo.