La noche del pasado jueves, la iglesia de San Martín de Hecho acogió un nuevo concierto del XXXIII Festival Internacional en el Camino de Santiago que organiza la Diputación de Huesca. Tocó el turno a MAB Consort, formado por la mezzosoprano María Altadill, Santi Mirón a la viola da gamba y Simone Gullì en órgano y clavecín. Los tres grandes intérpretes pusieron en valor la alegre genialidad de Bach en las pequeñas cosas. “Las Variaciones Goldberg han sido interpretadas por los más importantes clavecinistas y pianistas de todas las épocas. Esa genialidad se ve reflejada en cómo cada músico las interpreta y en lo que cree descifrar en ellas. También el valor de los corales o pequeñas arias, como el caso de la archiconocida ‘Bist du bei mir’, recogida en el cuaderno de Anna Magdalena Bach, donde se refleja la espiritualidad profunda del compositor en una sencilla y breve melodía, donde abre su alma diciendo: si estás junto a mí, me voy con alegría”, destaca María Altadill.
Una mirada distinta a las pequeñas grandes obras de Johann Sebastian Bach que, estrenado en el Festival, hizo las delicias del público de Hecho, y reconstruida desde la perspectiva de la influencia de la música popular en ellas, como ocurre precisamente en la última de las Variaciones Goldberg, basada en dos canciones tradicionales alemanas. “También adaptamos para el festival la representación el Quodlibet BWV 524, ‘Was seind das vor große Schlösser’ para voz y continuo, convirtiéndola en un divertimento para los músicos y el público”, pone en valor Altadill.
Gozosamente aplaudida, MAB Consort ofreció una visión distinta, y en momentos renovadora, de un repertorio que ya era muy popular, como las Variaciones Goldberg, realidad que contrastó con la interpretación de obras mucho menos conocidas por el gran público. “Muchas veces los que nos dedicamos a crear contenido, olvidamos dar al público nuevo repertorio para descubrir en los conciertos en vivo. Sorprendiendo a la audiencia con algo que no hayan escuchado previamente, pretendemos fomentar la curiosidad”.
“Nuestro programa ofrece el resultado de ese cruce de caminos entre la música tradicional, el uso de la música en la cotidianidad y la creación de un artista como Bach. El intercambio y el encuentro de cualquier idea, expresión artística, conocimiento, etc. sólo trae beneficios, nuevas historias y renovación”, comparte María Altadill. “La gente tiene sed de música en vivo. Es lo que estamos notando más como músicos. Estamos viendo en todos los ámbitos de la música esa demanda de vivir el directo. Es evidente en los conciertos de música moderna, pero se está trasladando este fenómeno a la música clásica”.